Screws [Priv. Kumagawa-san]

Sentía que no quería apartarme de ella, que no quería que ella se alejara de mí, aunque sabia que tarde o temprano lo haría. Lo único que podía hacer, era esperar que ella después volviera a mí. Pero dudaba que eso ocurriera, seguramente acabaría cansada de mi.

Note como Haru-San pasaba sus suaves y delicadas manos por mi cabeza, atravesando los pelos que la cubrían. En un auto reflejo encogí un poco la cabeza ante las cosquillas que me hacia en la cabeza los dedos de Haru-San. Pero a pesar de las cosquillas, deseaba que ella continuara, que no cesara en pasar sus manos por encima de mi cabeza.

Note como Haru-San me apartaba ligeramente de ella. Sin ofrecer resistencia me aparte, pensando que quizás le molestaba mi abrazo. Ladee un poco la cabeza al escuchar la pregunta de Haru-San. 『 ¿Un paseo? 』 Pregunte algo extrañado. Medite un poco la pregunta en mi cabeza.

Antes de que llegara a una conclusión Haru-San pregunto si tenía algo que hacer. Busque el Movil en el bolsillo y lo saque para mirar la hora. Se suponía que debía de ir a grabar el nuevo episodio que iban a echar dentro de poco. Pero por algún extraño motivo, no quería irme. Quería quedarme un rato más en compañía de Haru-San.

Pose mi mirada en los ojos de Haru-San. Su rostro se mostraba algo sonrojado todavía. Inconscientemente esbocé una ligera sonrisa y guarde el Movil en el bolsillo. 『 No, no tengo nada que hacer 』 Dije mientras posaba mi mano derecha en su mano izquierda.

Sentía que Haru-San había cobrado más importancia que cualquier otra cosa para mí en este mundo y que por ese motivo, ella tenía mayor prioridad y si ella deseaba dar un paseo, lo daríamos. 『 Demos ese paseo entonces 』 Dije con una amplia sonrisa en el rostro. 『 Si a Haru-San le parece bien, claro 』 Murmure mientras ladeaba levemente la cabeza.

Cuando le ofrecí a Kumagawa-san dar un paseo, si no tenía nada que hacer, este se saco el móvil del bolsillo. No me había percatado hasta el momento en que cada vez que se iba era a causa de una alarma que tenía en el móvil. ¿Que le indicaría aquella alarma? Lo más probable es que, como solía irse por estas horas, se fuera a hacer lo que tuviese que hacer y la verdad era que lo comprendería.

Me sorprendió cuando el joven humano guardo su teléfono afirmando que no tenía nada mejor que hacer, Kumagawa-san situó su mano derecha sobre mi mano izquierda. Hacía nada que habíamos dejado de abrazarnos y no me había dado cuenta de las ganas que tenía de volver a mantener un contacto, por pequeño que fuera, con Kumagawa-san. Entrelacé mis dedos con los suyos, el joven acepto dar el paseo conmigo.

-Me parece estupendo - dije con una gran sonrisa en el rostro, seguro que no tenía nada que hacer? - Pero... de verdad no tiene nada que hacer? No es que quiero que se vaya pues me gustaría estar con usted durante mucho tiempo - más del que era posible a mi parecer - pero siempre mira el móvil y me pregunto si tenía que hacer algo, quizás pueda ayudarle?

Cerré la boca pues parecía que en realidad no quería dar un paseo y si seguía insistiendo en si que tenía o no algo que hacer el joven Kumagawa, este pensaría de verdad que no quería estar con el. Le dí un suave apretón de manos al joven humano y le dedique otra sonrisa, ahora que lo pensaba más a fondo, yo no conocía los gustos de Kumagawa-san. Si, podía ser una tontería para muchos pero para mi saber que le gustaba a este joven me resultaba algo vital.

- Disculpe la osadía pero, puedo hacerle unas preguntas algo personales? - bueno personales eran pues se trataban de sus gustos. - No se nada sobre sus gustos y me gustaría conocerlos. ¿Cual es su comida favorita?- empecé por allí pues no quería saturar al muchacho con preguntas. - Dígame si soy pesada y callare - volví a tomar aire y me dispuse a seguir con el cuestionario que estaba formulando mentalmente - ¿Que tipo de música le gusta?...¿Su color preferido? - ladeé la cabeza mientras miraba al joven, habían cientos de preguntas que quería hacerle pero por el momento me detendría en esas.

Spoiler:

Estaba con dudas, una parte, la habitual en mí, me decía que me marchara rápido que no me daría tiempo para grabar el episodio. Pero la otra parte me decía que por una vez no pasaría nada, que era más importante estar acompañando a Haru-San. Mi mente finalmente hallo una ligera solución, lo grabare mas tarde en otro momento, la espera no debería de matarme.

Sonreí ante el comentario de Haru-San, me agradaba que le pareciera estupendo, pero me agradaba más aun aquella sonrisa que su rostro esbozaba y como estaba apretaba mi mano con la suya. Me reí levemente ante la pregunta de Haru-San. Había acertado de pleno, pero no quería dejarla aquí sola. Asentí levemente con la cabeza. 『 Todos tenemos cosas que hacer… 』 Respondí mientras posaba mi mano en la mejilla ajena y la acariciaba levemente con los dedos. 『 Pero no es algo que requiera atención inmediata 』 Añadí después de una leve pausa. Esbocé una leve sonrisa y aparte mi mano del rostro de Haru-San.

¿Haru-San quería hacerme unas preguntas personales? Tras escuchar esas palabras, un ligero rubor recorrió mi rostro. Sin saber muy bien que decir asentí levemente con la cabeza.

Me sorprendí un poco ante la pregunta. ¿Cuál era mi comida favorita? Esbocé una amplia sonrisa ante la curiosidad de Haru-San por mis gustos. 『 El Curry, Haru-San. Aunque con arroz me gusta más. 』 Respondí manteniendo la sonrisa.

Agarre con ambas manos la delicada mano de Haru-San. 『 No tema, me resulta agradable que me haga estas preguntas 』 Claro que Haru-San no me parecía una molestia.

¿Qué tipo de música? Bueno, tipo de música me costaría un poco definirlo, ya que no tenia uno en concreto a decir verdad. ¿Y color? Ladee un poco la cabeza ante ambas preguntas pensando bien como decirlo sin que se liara mucho. 『 Bueno, tipo de música… No tengo nada en especial, me gusta “Dio” y el estilo de los “Ochentas” 』 Dije mientras ladeaba la cabeza de un lado a otro. 『 Y color… Diría que el negro 』 Respondí esbozando una sonrisa y dejando de ladear la cabeza. El negro era un color que me definía bastante a mi parecer.

Esbocé una ligera sonrisa y una ligera carcajada. 『 ¿Y los gustos de Haru-San, se pueden saber? 』 Pregunte con curiosidad.

Off:

Suspire nuevamente cuando los dedos de Kumagawa-san rozaron mi mejilla, al parecer si que tenía algo que hacer pero según el eso podía esperar. Me entraron ganas de sonreír pero no era una sonrisa muy normal pues parecía una completa estúpida sonriendo de aquel modo por lo que intenté no hacerlo. Mis esfuerzos fueron en vano pues al fin y al cavo la sonrisa extraña salió a flote. ¿Por que sonreía de aquella manera tan estúpida? Me daba hasta vergüenza mostrarle mi cara a Kumagawa-san en aquellos momentos. No podía hacer nada, estaba feliz, me agradaba saber que el joven humano se quedaría más rato a mi lado.

De nuevo ese ligero cosquilleo en la boca del estomago hizo acto de presencia cuando Kumagawa-san se sonrojo levemente. ¿Como alguien, a pesar de ser chico, podía llegar a ser tan adorable? ¿Si le dijese a Kumagawa-san lo adorable que me resultaba se ofendería? Era algo bueno pero aún y así a muchos chicos no les gustaba que les dijesen eso. Deslumbrante, así me pareció la siguiente sonrisa de mi joven humano, esto era mucho mejor que cualquier novela rosa que había podido leer. ¿Era así como se sentían las jóvenes humanas cuando estaban con alguien a quien amaban?

Kumagawa-san procedió a responder mi primera pregunta. ¿Curry? Pensé que eso era algún tipo de arroz pero cuando dijo que esa comida le agradaba más acompañada de arroz me quedé dubitativa. La palabra me sonaba pero tenía claro que no lo había probado, hice memoria hasta que dí con algo que había escuchado de ese plato. Creo que fue Sonrisa tenue quien me comento que el curry era una mezcla de especies picantes no estaba segura de que fuera aquello pero deje que Kumagawa-san contestase las siguientes preguntas.

Para mi sorpresa el joven me tomo la mano con ambas manos cuando le dije que si era muy pesada podía decírmelo y así callaría.¿Como lo hacía este humano para hacer que mi corazón latiese de esa manera solo por el? ¿A caso tenía algún truco o sabía como provocarme aquello? Presté atención a los gustos musicales de Kumagawa-san, peculiar aún que cada uno tiene sus gustos, no sabía que tipo de música era "Dio" pero al menos sabía más o menos de los "ochentas". Su color favorito, el negro, al menos ya sabía más de Kumagawa-san y me alegraba.

-Mis gustos? - observé las manos del joven, no tenía muy claro que comida era la que más me agradaba hasta que recordé el día que fui con Sonrisa tenue a un restaurante Japones. - No se si cuenta pero, me agrada el Nikuman - creo que se decía así, la verdad es que aparentemente yo venía de Japón pero en realidad no sabía nada de este, bueno lo que había leído. - La verdad es que escucho todo tipo de música pero la instrumental es la que más me agrada, sobretodo los solos de violín - posé mi mano libre sobre las del joven mientras seguía con la mirada fija en estas. Sin saber porque, me daba cierta cosa decir mis gustos, era la primera vez que alguien los preguntaba y me era extraño decirlos pero supuse que era algo normal y que a lo mejor Kumagawa-san también quería saberlos como yo quería saber los suyos. - Y color favorito... el naranja - la verdad era que todos los colores menos el rojo me parecían preciosos, no entendía muy bien la aversión que le tenía a dicho color pero supuse que era algo relacionado con mi vida humana de la cual no sabía nada.

Me alegraba bastante que me Haru-San me hubiera preguntado por mis gustos, pero a la vez sentía como una mezcla entre curiosidad y lastima por que no conocía yo los suyos.

Observe a Haru-San mientras esbozaba una amplia sonrisa en mi rostro. Ladee un poco la cabeza cuando me percate de que se quedo mirándome las manos. ¿Le daba vergüenza decirme sus gustos?

Me sorprendí un poco de su respuesta, le gustaba el nikuman. Ciertamente, era algo que a mi también me agradaba bastante al paladar. Pero para mi gusto seguía prefiriendo el curry, este me mostraba más distintos tipos de variedades. Aunque quizás fuera por que no habría probado muchos tipos de nikuman.

Hice un ligero ademán en comentar acerca del nikuman que le gustaba a Haru-San pero me arrepentí y cerré la boca para escuchar sus palabras acerca de sus otros gustos. Me sorprendí un poco cuando comento que le agradaba la música clásica y en especial los solos de violín. Resultaba curioso pero a la vez le daba un aire de intelectual y de cierta clase.

Note como Haru-San posaba su mano en la mía, sentí como si una sacudida recorría todo mi cuerpo. Me encontraba como flotando en una nube rodeado de Ángeles a mi alrededor. ¿De verdad podía ser así de feliz? ¿Yo?

Volví a la realidad cuando escuche a Haru-San comentar que su color favorito era el naranja. Esboce una ligera sonrisa y ladee un poco la cabeza mientras intentaba agarrar las manos de de Haru-San con las mías.

『 Son unos gustos muy lindos, Haru-San 』 Murmure, acto seguido esboce una amplia sonrisa mientras cerraba ambos ojos por unos instantes.

Volví a abrir los ojos y ladee la cabeza hacia el otro lado. 『 ¿Puedo saber más de sus gustos, Haru-San? 』 Pregunte con curiosidad. 『 Por supuesto, usted también me puede preguntar si desea 』 Añadí mientras pasaba levemente el dedo por ambas manos ajenas en forma de caricia.

off:

No había sido tan difícil decirle mis gustos a Kumagawa-san, no tenía porque tener miedo a que el conociese más de mi ¿no? Hacía rato que contemplaba sus manos, las manos de Kumagawa-san eran un poco más grandes que las mías. Una de las muchas características de los jóvenes era que de por si tenían la mano levemente más grande que la de las chicas. Sin apenas entender el porque, aquello me hacía sentir bien, me encontraba protegida aunque no estuviese entre los brazos de el joven humano.

Alce la mirada cuando escuche el comentario del joven, de nuevo su sonrisa hizo que las cosquillas en la boca del estomago regresaran. ¿De verdad pensaba que mis gustos eran lindos? Quizás era debido a que era la primera vez que me decían algo así por la que me sentí extrañamente alegre. Otra de las cosas que me agradaban más de este mundo eran las sonrisas del joven aunque claro eso me sería demasiado vergonzoso decirlo en voz alta.

-¿Más de mis gustos?- realmente no sabía que más decirle, básicamente creía habérselo dicho todo, poco más era lo que me quedaba. - No sé que más puedo decirle, me agrada leer y los dulces, poco más me queda por decir - Parecía extraño, seguramente el joven Kumagawa-san pensaría algo extraño de mi pues no creo que una persona tenga tan poco que contar sobre ella misma. - Si me permite pues - volví a mirar sus manos durante unos instantes - ¿Que es lo que le agrada hacer? - no sabía si mi pregunta había quedado clara pero me refería a que le gustaba hacer como hobby o cosas por el estilo.

No sabía si era mi imaginación o el tiempo transcurría demasiado deprisa cuando estaba junto a Kumagawa-san. Aún no era muy tarde y la verdad quería estar más tiempo con el joven humano, toda mi vida para ser precisos aunque quizás eso no llegase a cumplirse pues no todas las parejas estaban unidas para siempre. Aleje ese pensamiento de mi mente, ahora no iba a pensar en la probabilidad que había entre Kumagawa-san y yo. Volví a mirar al joven, sus ojos me atraparon por completo. No hacía falta que este me tomase de la mano para sentir aquel agradable calor que recorría todo mi cuerpo.

Parecía haber entrado en una especie de trance, absorta por el joven. Me alegraba poder estar con el, no sabía como un ángel como yo podía siquiera estar con alguien como Kumagawa-san y Sonrisa tenue. Para mi ellos eran mi vida, daría todo por ellos pero sin apenas darme cuenta, el joven humano se había vuelto levemente más importante que Sonrisa tenue. No comprendía aún como había podido pasar pero sabía que aunque Kahori me pidiese que volviese al cielo con ella... yo decidiría quedarme en la tierra. Volví en mi cuando escuche a la gente que pasaba por nuestro lado. - Quiere que hablemos mientras damos ese paseo? - no recordaba haber caminado mucho desde haber propuesto dar un paseo y me había ido por las nubes hablando con el joven.

Observaba a la bella joven con detenimiento. ¿Por qué sentía que no deseaba por nada del mundo apartarme de ella? Ni siquiera apartar mi mirada de ella. La joven poseía unos gustos algo adorables, pero aun así sentía curiosidad, quería saber más de ella y no me importaba para nada si ella deseaba saber más de mí. Aunque quizás le desagradara saber como un “Menos” como yo es.

Asentí ante la pregunta de la joven. Claro que deseaba saber más acerca de ella. Ladee un poco la cabeza mientras esbozaba una ligera sonrisa. Le agradaban los dulces y leer, supuse por un momento que se referiría a libros. Bueno, a diferencia de mí que leía mangas, parecía que Haru-San le agradaba más la lectura en texto que una acompañada por dibujos.

Me lleve una mano al mentón a modo pensativo mientras por mi cabeza pasaban mis gustos y actividades favoritas. 『 Hummm… No sabría decir bien 』 Dije algo dudoso de por donde empezar. Pensé por un momento en las palabras de Haru-San. 『 Ah, aunque no me desagradan los dulces prefiero las cosas fresquitas, como los helados 』 Dije ladeando un poco la cabeza mientras esbozaba una ligera sonrisa. 『 En cuanto a lectura… Me gusta leer manga 』 Añadí mientras ladeaba un poco la cabeza.

No sabia cuanto tiempo había pasado desde que me había reunido con Haru-San, pero sentía que llevaba mucho tiempo con ella, aunque era un tiempo agradable, deseaba que este pasara mas despacio para poder disfrutar al máximo cada segundo que transcurría a su lado.

Observe como Haru-San parecía perdida en sus pensamientos, la observe en silencio. El corazón me dio un brinco al ver aquel rostro perdido en sus pensamientos. Reaccione un poco sorprendido cuando esta me pregunto si me importaba que habláramos mientras dábamos el paso.

『 Adelante, soy todo oídos. 』 Dije mientras di un par de pasos adelante buscando un camino que seguir. Gire el rostro para no perder de vista a Haru-San. 『 ¿Vamos? 』 Dije mientras me giraba sobre mi mismo para mirar de frente a Haru-San. Alcé la mano derecha para que esta la agarrara y me acompañase. Inconscientemente di un paso hacia atrás y tropecé con algo que había en el suelo.

Caí de culo. 『 Ouch 』 Proteste un poco ante el daño de la caída. Observe un poco el suelo, había tropezado con una rama. Por suerte, la caída había sido una tonta y no me había hecho mucho daño, aunque esperaba no asustar a Haru-San.

Cuando le comenté más sobre mis gustos, estos me parecieron pocos pues dudaba que una persona dijese tan poco sobre ella misma pero para mi alivio, Kumagawa-san no pareció extrañado. Me decidí a cuestionarle sus hobbys o cosas que le gustasen hacer, al parecer el tampoco tenía muy claro que decir.

Al parecer al joven le gustaban los helados y leer manga. Había escuchado que era el manga pero a decir verdad, desde que llegué a la Tierra, nunca había leído ninguno y tenía cierta curiosidad ¿Serían como los libros? Le hubiese preguntado a Kumagawa-san pero me daba miedo que, al hacerlo, me mirase como un bicho raro pues todos sabían a la perfección que era un manga y quieran que no, alguna vez habrán visto uno.

El tiempo transcurría con rapidez en compañía del joven, la verdad es que aún no quería despedirme de Kumagawa-san pues aunque quedásemos otro día, hasta que lo volviese a ver se me haría eterno. Al mirar los ojos del muchacho, estos me absorbieron, era extraño que por mirar a alguien a la cara tu corazón latiese más deprisa. Fue gracias a gente que andaba por los alrededores que volví en mi y recordé el paseo que teníamos que dar.

Al proponerle al joven dar el paseo y seguir charlando este acepto y comenzó a caminar, dio unos pocos pasos y después se giro en mi dirección tendiéndome su mano derecha. Fue aquello lo que hizo que mi imaginación volase libre, un paseo cogidos de la mano. Muchas novelas rosas había leído a mi parecer pues mi cabeza ya montaba sus historias. Con una sonrisa de oreja a oreja, me dispuse a cogerle la mano que me ofrecía pero no llegue a tiempo pues el joven cayo de culo al suelo.

-¿Está bien, Kumagawa-san? - me acerqué al joven, preocupada de que se hubiese hecho daño. Pude ver que Kumagawa-san había tropezado con una rama pues esta se encontraba justo en el suelo donde él estaba. Me arrodille a su lado mientras examinaba con la vista al joven humano. Si se había hecho daño dejaría el paseo para otro día pues prefería ir a la enfermería a que lo curasen. - ¿Le duele? ¿Quiere que vayamos a la enfermería? - Miré al joven algo preocupada, esperaba que no se hubiese hecho mucho daño pues tenía entendido que según cómo se diese uno un golpe en el culo, este dolía mucho.

Mi mano, por si sola, se poso en la espalda de Kumagawa-san mientras le daba caricias suaves. Eso no iba a calmar el posible dolor del joven pero era una costumbre que había adoptado desde los cielo, cada vez que alguien se hacía daño o se caía, tenía la gran manía de acariciar a la gente, pensando que así podría ayudarle. Retiré la mano por miedo a molestar a Kumagawa-san. Costumbres que en el cielo me parecían buenas, en la tierra me resultaban ciertamente extrañas.

La compañía de Haru-San era como un regalo divino de los cielos para mí. ¿Me merecía tener a alguien así a mi lado? Su compañía era tan relajante y agradable que hacia desaparecer las preocupaciones de mi mente y sentirme tranquilo.


La caída había sido bastante simple. A cada momento el dolor se iba disipando hasta el punto de llegar casi a no ser notorio. Alce el rostro para mirar a Haru-San la cual parecía estar preocupada por mi. Note su mano por mi espalda, la cual hizo recorrer un fuerte e intenso pero a la vez agradable calor por todo mi cuerpo. Pocas veces se habían preocupado de esa manera de mí.

Esbocé una amplia sonrisa cuando la joven se arrodillo a mi lado. 『 Ahora estoy mejor 』 Dije haciendo una breve pausa sin apartar la mirada de Haru-San. Apoye ambas manos en el suelo e intente incorporarme. Volví a dedicarle una amplia sonrisa a Haru-San cuando esta me pregunto si quería que fuéramos a la enfermería. 『 No hace falta, su presencia ya me ha curado, Haru-San 』 Comente mientras me quitaba un poco el polvo del uniforme a la vez que me ponía de pie. Acto seguido alce una mano para que Haru-San que se encontraba agachada se pudiera levantar con facilidad.

『 No se preocupe me encuentro perfectamente debido a su presencia, Haru-San 』 Dije esbozando una ligera sonrisa hacia la joven. Cada momento que pasaba a su lado se me hacia mas notable que dejaba de ser el yo habitual para ser algo “Más” y dejar de ser algo “Menos”. ¿Era esto lo que necesitaba para dejar de ser un “Menos”?

Spoiler:

Respiré tranquila cuando Kumagawa-san me dijo que estaba mejor, al parecer el golpe fue pasajero y no se hizo daño ni en el coxis ni en el saco, me alegraba pues según había leído si te lesionabas, sobretodo, esa zona decían que hacía mucho más daño que si te lesionabas la mano o una pierna. Observé como el joven intentaba incorporarse, la verdad es que yo lo habría echo también si no fuera por el comentario que Kumagawa-san hizo.

No sabía que decir ante eso ¿era un halago o estaba jugando conmigo? sin poder remediarlo, pude notar cómo los colores regresaban a mi rostro, miré hacia abajo, luego hacia la izquierda y después dirigí mi vista a la mano que Kumagawa-san me tendía. La tomé y me levante del suelo, nuevamente el muchacho volvió a decir aquello. Me dejaba sin palabras, ¿Qué le podía decir? Era la primera vez que me decían algo semejante, poco faltaba para que saliese humo de mi cabeza. Dicho y hecho "Puff" fue lo que escuché mentalmente al ver su adorable sonrisa. Había caído fulminada.

Me llevé la mano que tenía sujeta de Kumagawa-san a la cara, era algo estúpido intentar taparme parte de la cara pues el joven humano ya me había visto sonrojada pero de todas formas, me sentía avergonzada. Negué con la cabeza.

-No creo que mi presencia logre curarle el golpe - murmuré, al menos que yo supiese no tenía efectos curativos ni nada por el estilo, era una mera persona más que estaba en la academia. No sabía si Kumagawa-san quería que le soltase la mano pero por una vez hice lo que deseaba, seguí sujetándola.

Ya que los dos estábamos de pie, dí un paso hacia delante para emprender la marcha, entendería que Kumagawa-san quisiese soltar mi mano para dar el paseo pero hasta que este no se soltase por si solo o no dijese algo al respecto, yo no le soltaría.

Off:

Note que poco después de decir aquellas palabras el rostro de Haru-san se torno algo colorado. Instantáneamente sentí como el corazón me daba un vuelco. Respire profundamente para intentar calmar un poco el ritmo que empezaba a acelerarse en mi pecho. Pero sin éxito, al sentir la mano de Haru-san para levantarse y como esta se la acercaba a su rostro intentando taparlo con ella. ¿Podía ser más inocente y a la vez adorable?

Negué con la cabeza ante el comentario de Haru-San. 『 Se vuelve a equivocar, Haru-san 』 Dije a la par que seguía la marcha emprendida por Haru-san.

Acto seguido me pare en seco delante de ella y alce levemente la mano que ambos teníamos tomada juntos. 『 ¿Ve? 』 Dije mientras intentaba enseñar a Haru-San como ambos íbamos tomados de la mano. 『 Siempre y cuando Haru-san este cerca mía, vea su sonrisa, eso llena de un reconfortante calor que sana mis heridas 』 Dije a la par que alzaba mi mano libre para dar una suave caricia en el rostro de Haru-San. Ladee levemente la cabeza y esboce una amplia sonrisa.

『 ¿Reanudamos la marcha? 』 Pregunte sonriente mientras bajaba lentamente ambas manos pero sin soltar la mano que sostenía la mano de Haru-san.

¿Por qué? ¿Por qué siempre que estaba con Haru-San actuaba y decía esas cosas sin pensar? Siempre perdía el control de mi propio cuerpo, el cual actuaba como quería.

Avanzamos un poco, la verdad es que todo me daba vueltas, ¿los humanos sentían esto cuando estaban junto al ser que más querían? Desde luego, Kumagawa-san debería haberse propuesto un record o algo porque no era normal que fuese tan extremadamente adorable diciendo todo aquello.

El joven humano paró delante de mí, ¿me equivocaba? Cierto es que no tengo poderes curativos, no me podría equivocar con eso, ¿no? El joven Kumagawa-san alzó la mano, mostrándome que íbamos tomados de la mano. Escuché anonadada al joven humano, ¿de verdad causaba eso en él? Noté su mano dándome una caricia y seguidamente el joven sonrió mientras ladeaba la cabeza. No podía ser, eran demasiados golpes de adorabilidad ¿qué se supone que hacen los humanos en estos casos? Quería decirle lo adorable que me resultaba, darle un abrazo y estar con él para siempre.

-¿Puedo darle un abrazo?-si... definitivamente me gustaba darle abrazos a Kumagawa-san. No quería ser una molestia pero si Kumagawa-san decía cosas tan bonitas, no podía aguantar las ganas que tenía de abrazarle y decirle lo que él era para mí. - Espero que no se enfade pero, usted es demasiado adorable- Había oído que a los hombres no les gustaba que les llamasen adorables y cosas por el estilo ya que decían que "los hombres no son ni monos ni adorables". Eso era mentira pues no conocerían a Kumagawa-san.

¿Reanudábamos la marcha? La verdad es que, caminando o estando sentados en un banco, me daba igual, solo quería permanecer junto a este humano.

Ahora que lo había hecho y mi mente era capaz de analizar la situación me empezaba a dar cuenta de lo extraño que me sentía. No era mi habitual yo. ¿Había cambiado? ¿Me estaba cambiando a mi mismo? ¿O era la presencia de Haru-san la que me cambiaba? ¿Estaría cerca de dejar de ser un menos para quizás ser un neutro?

Simplemente sonreí ante estos pensamientos por mi cabeza. Daba igual la situación, por lo mala o buena que fuera, siempre sonreía, aunque me patearan, me odiaran, me marginaran, me apartaran e incluso cuando todo parecía que no podía ir a peor, siempre sonreía. Aunque claro, ir a peor siempre era posible con alguien como yo, el cual era lo mas bajo.

Un mar de lágrimas empezaron a brotar de mis ojos al escuchar las palabras de Haru-san. ¿Quería darme un abrazo? Rápidamente me seque las lágrimas y esboce una amplia sonrisa. 『 Perdone, adelante, no se corte 』 Dije a la par que abría mis brazos.

Ladee la cabeza ante el segundo comentario de Haru-san. ¿Adorable? ¿Le resultaba demasiado adorable? La mire extrañado por unos segundos mientras pensaba las palabras que me había dicho. 『 ¿Adorable dice? 』 Pregunte a la vez confundido y sorprendido. Hasta este momento nadie me había dicho que era adorable. Un ligero rubor empezó a recorrer mi rostro. 『 Nadie me había dicho que era adorable hasta ahora 』 Dije en un tono algo tristón. Acto seguido agache la cabeza para ocultar mi rostro en el cual empezaban a mostrarse algunas lágrimas.

¿Por qué? ¿Por qué actuaba de esta forma? ¿Y por que Haru-San me tenía que decir unas palabras tan bonitas? ¿Por qué me veía de aquella forma, siendo lo que soy?

Me limpie las lágrimas con la manga y alce el rostro con una amplia sonrisa. 『 Hay que ser adorable si se quiere ser portada de la “Jump” 』 Dije en tono victorioso y con una fuerte carcajada al final como si se tratase de un chiste.

¿De verdad Haru-San pensaba de esa manera de mí? Recuerdo a una conocida que dijo “1 + 1 = 2” Evidentemente, no lo decía en sentido matemático. Se refería a que si una persona conocía a otra, estos eran dos y hacían una relación. Desde siempre había pensado en esta teoría, pero claro, yo al no ser persona, ser un menos, la ecuación cambiaba. “1 – 1 = 0” Así quedaban las ecuaciones conmigo. Entonces. ¿Por qué Haru-san pensaba de aquella forma de mí?

Spoiler:

Esto era realmente vergonzoso, le había pedido descaradamente un abrazo a Kumagawa-san, a este paso se daría cuenta de lo empalagosa que podía llegar a ser y se cansaría de mí rápidamente. Quizás fue aquello lo que me asusto, con solo pensar en eso. Me i corazón latió con más velocidad al ver las lágrimas recorrer el rostro de Kumagawa-san, definitivamente tenía un record en hacer llorar a mi humano preferido. Era extraño que llorase y al momento sonriese pero por lo que había aprendido no eran lágrimas con mal significado si no con le contrario así que no era tan malo hacerle llorar ¿no?

Observé como el joven se secaba las lágrimas y me concedía el permiso para poder abrazarlo. Tendí levemente los brazos hacia delante, era extraño, cuando entrelacé mis brazos con él me sentí aliviada. Le quería demasiado y me preocupaba de verdad que eso llegase a molestarle. Cuando le llamé adorable temí que se molestase y lo llegué a creer pero poco duro esa creencia pues el joven no parecía para nada molesto. No pude evitarlo, mostré una sonrisa de oreja a oreja, había sido la primera en llamarle adorable. Quizás para muchos eso era una estupidez pero para mí, ser la primera en algo para Kumagawa-san era algo muy importante, me hacía sentir bien. Era extraño que no se lo hubiesen dicho nunca antes pues realmente este humano era terriblemente tierno y adorable, cosa que no se encuentra en muchos.

-Pues yo se lo pienso decir cada día! – me esforzaría por no ser vergonzosa ante Kumagawa-san, quería ser alguien cercana a él. Si la gente no le decía lo que Kumagawa-san era, yo lo haría por ellos, le diría todos los puntos buenos que veo, lo gratificante que es su presencia y lo buena persona que es. ¿Podría ayudarle? Quería que Kumagawa-san dejase de pensar que él era “un menos”, más bien, quería que pensase que era un más!

No entendí muy bien que era el “Jump” pero lo dejé pasar, ya le preguntaría a Sonrisa tenue o a Yui-san. Sabía que la misión de Sonrisa tenue estaba un poco estancada y por lo cual respiraba tranquila aunque eso era algo malo en cierto modo, no debería estar aliviada cuando mi compañera no puede llevar a cabo su misión y más sabiendo las ganas que tenía Sonrisa tenue de regresar a los cielos… ¿Cómo se lo tomaría cuando le dijese que yo no iba a regresar? ¿Le habría pasado esto también a la pareja de Gulfem? Seguro, encontró a alguien o algo en la tierra por lo que no pudo regresar al cielo. Me entristecía pensar en ella, quizás Kahori se encerraría en si misma como hizo Gulfem. No, no, ahora no era el momento adecuado para quedarse perdida en los pensamientos. Ahora estaba con mi humano favorito y quería prestarle toda la atención a él.

- Dígame ¿Qué le apetece hacer? – La verdad era que el paseo se interrumpía a los pocos pasos pero si Kumagawa-san quería continuar con el paseo, seguiríamos y si quería hacer otra cosa que le resultase más entretenida no le iba a decir que no.

Off:

¿Por qué? ¿Por qué Haru-San me hacia sentir que no era algo negativo? ¿Por qué estando a su lado sentía como que me cargaba positivamente, como un Ion negativo que atrapara protones? Pero a la vez sentía que este tipo de cosas no me debería de importar, que debería de dejar de darle tantas vueltas a la cabeza y dejarlo ser tal cual.

Haru-San me había preguntado si podía darme un abrazo, acepte encantado abriendo mis brazos y recibiendo los suyos y sintiendo como estos se entrelazaban conmigo a la vez que yo hacia lo mismo con mis brazos, rodeando su cuerpo.

Una amplia sonrisa recorrió mi rostro cuando Haru-San comento que me diría adorable todos los días. 『 Entonces debería decirle lo mismo, no es así. ¿Haru-San? 』 Respondí sonriente. Otra vez, cada vez que decía algo, sentía que no era yo mismo el que lo hacia, que algo me impulsaba a hacerlo. Pero había algo aun más extraño, sentía que aquellas palabras que decía, eran lo que pensaba y sentía en lo más profundo de mí y por ello, me era imposible retirarlas.

Me encontraba entre los brazos de Haru-San, sintiendo como me iba cada vez alejándome poco a poco mas de la realidad. Sintiendo como el mundo se iba haciendo invisible a mí alrededor hasta el punto de solamente sentirme a mi mismo y a la hermosa joven que tenia entre mis brazos. Cerré los ojos y me mantuve inmóvil, como si quisiera sentir como el tiempo permaneciera parado solamente para nosotros, aunque sabia que seria imposible hacer parar el tiempo, me gustaría que se quedara así lo máximo posible.

La voz de Haru-San me volvió a la realidad, abrí los ojos de par en par al escuchar sus palabras. ¿Qué me apetecía hacer? 『 Evidentemente, lo que a Haru-San también le apetezca hacer 』 Dije sonriente a la par que alzaba mi brazo izquierdo para recorrer los dulces cabellos de Haru-san. 『 Si quiere continuar con el paseo, así haremos o… 』 Hice una breve pausa mientras agachaba levemente la cabeza para clavar mi mirada en la mirada de Haru-San. 『 Puede hacer lo que quiera con este intento fallido de humano 』 Dije apartando la mirada seriamente a la par que alzaba levemente el rostro.

Spoiler:

¿Era estúpido ser feliz por tan solo estar con él? ¿Era este el humano por el cual iba a separarme de muchas cosas a las que creí siempre conmigo? ¿Por qué haría algo así? ¿Qué más daba lo demás si podía estar junto a él? Quizás era un mal ángel, puede que se equivocasen al escogerme cómo un espíritu celeste. ¿Como si no dejaría los cielos por un humano? Eso era, desde el principio yo no debía estar allí, no pertenecía a dicho lugar, quizás esto era una prueba de que mi sitio era la Tierra y no el cielo. ¿Por qué tenía miedo de dejar los cielos cuando estaba claro que no iba a abandonar a este humano? ¿Realmente sentía miedo por dejar los cielos o por las posibles consecuencias que esto acarrearía?

Las cosas dejaron de importarme, daba igual lo que ocurriese, solo al estar rodeada de estos brazos y sentirle entre los míos, me hacía sentir segura. Sería estupendo decirle “adorable” cada día, y más si el joven no se enfadaba. ¿Conseguiría que dejase de menospreciarse tanto? Quizás, no era tarea fácil pero intentaría por todos mis medios hacer que Kumagawa-san no se considerase un “menos”.
Sonreí al escuchar su respuesta, él podía pensar que yo era “adorable” pero en el fondo Kumagawa-san era el más adorable de toda la academia incluso podía decir que era el más adorable de todo el universo puesto que esa era mi opinión. Kumagawa-san se portaba realmente bien conmigo, esperé a que el joven dijese que quería hacer, su sonrisa era mágica de eso estaba completamente segura. ¿Era normal quedarse prendida de una simple sonrisa? Bueno, quizás era yo la extraña.

Entusiasmada, escuché al joven el cual había hecho una pausa al hablar. ¿Qué le apetecía hacer? Observé los ojos del joven, expectante de las palabras que diría a continuación. No sabía cómo reaccionar ante “intento fallido de humano” De verdad, ¿Cuánto se despreciaba Kumagawa-san? ¿Por qué no podía demostrarle cómo yo le veía?

Despegué mis brazos del muchacho, no iba a dejar que el joven humano dijese tales barbaridades de sí mismo, planté ambas manos en la fisionomía del muchacho, una mano en cada mejilla. Quería que me mirase, que dejase de pensar así, que sonriese más, que estuviera feliz. Quería conseguir todo eso pero quizás, en estos momentos no tenía todo lo necesario para conseguirlo.


-Le quiero, le quiero, le quiero –Si, era vergonzoso gritar eso a los cuatro vientos pero quería que dejase de decir que no era humano, que era un intento fallido de dicha especie, él no era un intento fallido de nada, él era Kumagawa-san, el ser más adorable y bueno que había conocido desde mi llegada a la Tierra. Estaba dispuesta a decirle que le quería un millón de veces cada vez que dijese algo así sobre sí mismo. – Vayamos a comer curry! – ¿Le animaría si hacíamos cosas que a él le gustaban? No tenía música de “Dio” pero creía recordar que en el aula de música tenían CDs de de música estilo los ochenta. – Hoy haremos lo que a usted le guste!

off:

¿Algo había cambiado? No, más bien yo había empezado a cambiar. No era el mismo “Menos” de antes. Era algo diferente, pero solamente era en compañía de Haru-San. ¿Qué podría significar esto? ¿Era acaso que la joven y hermosa Haru-San actuaba a modo de Ion positivo haciendo que este “Menos” se volviera algo neutro? ¿Significaba eso que dejaría de ser una criatura por debajo de la humanidad para convertirme en un humano? No, es imposible, soy indigno de ser humano. Seguramente se trata de un efecto temporal a causa de la presencia de Haru-San… Pero aun así, deseaba que ese efecto se volviera permanente. Quería sentirme así siempre, “algo querido” y encontrarme entre los brazos de Haru-San. ¿Qué había ocurrido con aquella frase mía de “Top-less y Jeans” o “Delantal desnudo”? No me importaba ahora mismo, sentía que prefería mil veces mas tener a Haru-San a mi lado.

Después de mencionar que era “un intento fallido de humano”, Haru-San se aparto de mí, despegando sus brazos de mí, en un auto reflejo hice lo mismo con los míos. ¿Se había dado cuenta de una vez que tenia razón y que era un ser despreciable, inútil y en resumidas lo mas bajo? ¿Se iría y me dejaría abandonado al darse cuenta de una vez lo que realmente era?

De pronto, planto ambas manos en mis mejillas como forzándome a mirarla a los ojos. Aquellos hermosos ojos que clavaban su mirada en los míos. 『 ¿Huh? 』 Dije algo confundido por lo que estaba ocurriendo. ¿Que quería hacer Haru-San? Recuerdo que otras veces me habían golpeado de diferentes formas usando esa misma pose, pero siendo siempre hecho por una joven, no podía evitar y esquivar el golpe, acabando siempre golpeado, pero esta ocasión era algo diferente, sentía que no debía de moverme. ¿Era por que se trataba de Haru-San? Me quede inmóvil esperando a que la joven me golpease lo más fuerte que pudiera.


¡Sorpresa!

No me lo esperaba. Estaba acostumbrado a ser golpeado, maltratado, insultado, ignorado, asqueado y en definitiva tratado como un muñeco de tortura. Pero no esperaba que Haru-San posara sus manos en mis mejillas de aquella forma tan tierna para luego decirme que me quería. ¿Me quería? ¿A mi? ¿Estaba con problemas de oído? ¿Se habría confundido al usar las palabras? No, no se habría confundido, ya que lo había dicho tres veces seguidas. ¿Lo decía de verdad? Estaba sin palabras, inmóvil y con la mirada perdida dentro de la mirada de Haru-San.

Volví en mi cuando la joven comento que fuéramos a comer curry. ¿Lo decía en serio? ¿Me quería de verdad? ¿A este ser tan indigno de ser humano? ¿Se acordaba de mis gustos con el curry? ¿De verdad alguien tan indigno se merecía a alguien tan bueno como Haru-San?

『 ¿Huh? 』 Solté aun confundido por lo sucedido. Haru-San comento que haríamos lo que me gustase. ¿De verdad? 『 Ha-Haru-San 』 Dije aun desconcertado por todo lo ocurrido. 『 ¿De verdad esta bien? ¿De verdad quiere a…? 』 Hice una breve pausa mientras empezaron a salir un mar de lagrimas de mis ojos. 『 ¿A-a-a alguien como yo? 』 Dije entrecortadamente mientras las lagrimas recorrían mi rostro hasta llegar a las mejillas que sujetaba Haru-San.

Mi plan “animar a Kumagawa-san” había fracasado. Bueno, al menos eso parecía. El joven parecía sorprendido cuando atrape sus mejillas entre mis manos, obligándole a mirarme. Las palabras que resultaban tan vergonzosas de decir no parecían haber hecho efecto en el joven pues este no dijo nada, ni siquiera se movió. ¿Cómo se supone que puedo animar a Kumagawa-san si ni siquiera puedo hacer que reaccione? Era inútil hasta para eso.

No me rendiría! Eso lo tenía más que asumido. Quería que Kumagawa-san sonriese de corazón y que no pensase que es una aberración de la humanidad. Nada de eso. Quería que se sintiese humano, que se quisiese un poco más a sí mismo. ¿Quién le hacía verse tan mal? Si yo pudiera, le abriría los ojos a todo el planeta para que viese que Kumagawa-san era una persona adorable. Podía tener cosas extrañas pero ¿Quién no las tiene? Cada uno debería mirarse a sí mismo y darse cuenta de que nadie es perfecto y más aún si estos solo fastidian a los demás.

Después de decirle de ir a comer curry, después de aclarar que hoy se haría lo que a Kumagawa-san le agradase, este pareció reaccionar. Le hice reaccionar! Era extraño, no era el tipo de reacción que esperaba pero era algo. Podía hacer algo por él. Era capaz de hacerlo!
Parecía que mi presencia solo le hacía llorar pues a cada palabra que decía, este lloraba. Sonreí. Quizás no era tan malo hacerle llorar si eran buenos los motivos de estas lágrimas.

- Por supuesto que le quiero! Se lo diré las veces hagan falta!- esta vez no me sonroje, más bien mi sonrisa se iba haciendo más amplia – Usted es mi persona favorita en este planeta! Bueno, no solo en este, diría que es mi favorito en toda la galaxia! – Vale. Acababa de decir algo muy extraño. Demasiado. Pero… era la verdad ¿Cómo no iba a decirle lo mucho que lo apreciaba? – Yo, Haru Niimura, le quiero mucho, Kumagawa-san! - Podía parecer que le estaba diciendo mis votos nupciales pero no, simplemente le estaba diciendo alto y claro que le quería con todo mi corazón.

Limpié las lágrimas que rodaban libres por el rostro del joven. Quizás no nos parecíamos a cualquier pareja normal. Quizás los que nos viesen desde fuera pensarían que los papeles habían cambiado, que Kumagawa-san era el sensible de la relación y que yo le consolaba. No me importaba. Más bien. ¿No era más divertido así? Quiero decir. Me gustaba la idea de poder hacer sonreír a Kumagawa-san y si por ello me tuviese que vestir de chico, no lo dudaría ni un segundo.

- Vayamos a comer Curry, Kumagawa-san – deje de sostener las mejillas del joven y pase a tomarle de la mano. La sensación era extraña, yo por mi propia iniciativa le tomaba de la mano, dispuesta a dirigirlo hacía donde fuese. – Después podemos ir a escuchar música, no sé donde podría encontrar su grupo favorito pero creo que en la sala de música tienen canciones estilo ochenta –Volví a mirar a Kumagawa-san mientras esperaba una reacción por parte de este. – ¿Qué le parece?

Esperaba que Kumagawa-san aceptase mi propuesta y que se lo pasase en grade. Qué apreciase más su existencia. Quizás sería posible ayudarlo, más ahora que parecía que yo misma estaba cambiando ligeramente. Antes nunca le habría cogido la mano por iniciativa, quizás después de hacerlo me hubiese disculpado de mil formas pero ¿Por qué debía pedir perdón? No había hecho nada malo. Sentía que poco a poco, iba cambiando. Seguía siendo yo pero me sentía más libre. Podía hacer cosas sin arrepentirme de ellas. Me gustaba.

¿Por qué me sentía siempre de esta forma en presencia de Haru-San? Era como si no tuviera peso. Me sentía ligero, libre, capaz de hacer cualquier cosa. ¿Seria capaz de al menos llegar a ser neutro? Pero la idea de ser neutro o positivo no me importaba. En mi mente solo estaba la idea de estar junto a Haru-San.

Seguramente parecía estupido, inútil y para nada lindo por haber dicho aquellas palabras de aquella forma. Pero parece que a Haru-San le gusto. No solo volvió a afirmar que me quería, afirmaba que yo era su persona favorita en toda la galaxia.

『 Yo... Yo… 』 Dije tartamudeante sin poder expresar mis palabras mientras las cataratas del Niágara caían por mi rostro. Agache el rostro, el cual se encontraba rojo como un tomate. ¿Cómo podía decir unas cosas tan bonitas de alguien como yo?

No me salían las palabras, pero parecía que no hicieran falta. Haru-San empezó a limpiar las lágrimas que rondaban por mi rostro. Una ligera sonrisa apareció en mi rostro cuando esta menciono de ir a comer curry. Asentí levemente con la cabeza. 『 De acuerdo 』 Dije mientras aquella sonrisa iba ampliándose lentamente en mi rostro.

¿Cómo podía ser tan agradable Haru-San conmigo? Luego ella tomo de mi mano. Sin ofrecérsela ni nada, ella la tomo por iniciativa propia. Desde luego, no sabia si me merecía tal trato que me hacia ella. Encima se acordaba de mi música favorita. Una amplia sonrisa apareció en mi rostro. 『 Me parece genial… Pero… 』 Dije cambiando mi tono y mirada de uno alegre a uno mas decaído lentamente. 『 Es un encanto de persona 』 Dije sonriente volviendo a recobrar la alegría en el cuerpo. Desde luego, cualquiera pensaría que si era bipolar.

Agarre fuertemente de la mano a la joven y tire levemente de esta para emprender la marcha a comer curry. 『 A la cafetería 』 Dije alegremente como si de un niño chico que va a montarse en una atracción de un parque. Se veía que iba a ser un grandioso día.

Era increíble lo cambiado que me sentía junto a Haru-San. Sentía como si quisiera ser algo diferente, quería cambiar, quería ser algo mejor, quería ser alguien de quien ella podría enamorarse, puesto que yo ya lo había hecho de ella. ¿Me había enamorado de ella? Si, todo tenia sentido ahora. Quería cambiar para ser alguien que pudiera amar y ser amado. ¿Pero no decía ella que me quería? ¿Significaba que ella quería mi versión antigua? ¿Qué debía de hacer?

Sonreí alegre. Había conseguido que Kumagawa-san accediese a ir a comer curry y lo más importante, el joven humano volvía a mostrar su mágica sonrisa ante mis ojos. Aunque fuesen pequeñas cosas, poquito a poco, quería ir mejorando, quería poder ser alguien que animase a Kumagawa-san sin problemas. Quería pasar todo el tiempo de mi vida con él. ¡Le amaba tanto! Sus ojos, sus gestos, él entero era adorable. ¿Desde cuándo había empezado a sentirme así por Kumagawa-san? ¿Desde cuándo le amaba tanto? Era un verdadero sol como persona y al parecer eso a él no le entraba en la cabeza pero poco a poco quería concienciarlo de eso. Él era maravilloso.

Observé como el joven decaía por unos instantes, aquello me preocupo ya que no entendí que quería decir. ¿Había hecho algo malo? ¿No le había dicho que le quería suficientes veces? Oh! ¡Quizás quería hacer otra cosa que no fuese comer curry! Prácticamente le estaba obligando a ir a comer y puede que el joven no tenga apetito. ¿Dónde estaba mi cabeza? Justo cuando le iba a preguntar si tenía hambre, el joven volvió a sonreír y volvió ha hacer un cumplido.

- Usted también es un encanto – podía notar el rubor en mis mejillas pero me sentía bien, era agradable. Sonreí mientras observaba a Kumagawa-san. Después de eso, le tomé de la mano por iniciativa propia y esté me devolvió el apretón. ¿Qué podía salir mal si estaba con Kumagawa-san?

Emprendimos el camino a la cafetería. Había bastante gente por la entrada de la academia, era algo normal ya que era un lugar muy concurrido a estas horas del día. Me preguntaba si la gente nos observaría ya que mi preciado humano y yo íbamos tomados de la mano. De repente me dio por sonreír. Si la gente viese a Kumagawa-san así ¿No tendrían una buena opinión de él? Quiero decir, se le veía contento al menos a mí me lo parecía y su sonrisa era la más hermosa del planeta así que si alguien le veía seguro que pensaría que Kumagawa-san era un ser adorable.

Observaba a Kumagawa-san de reojo mientras sonreía, era tan agradable estar con él, cambiaba tanto a su lado. ¿Por qué era agradable sentirme así? Parecía que en mi estómago volasen ciento y una mariposas haciéndome cosquillas provocando así que la sonrisa no abandonase mis labios. ¿Era la presencia de Kumagawa-san? Seguramente sí.  ¿Se sentiría molesto Kumagawa-san por sostener aún mi mano? Cierto era que notaba como poco a poco mi mano se calentaba y a consecuencia desprendía un poco de sudor lo que me hacía sentir cierta vergüenza pero no quería soltar esa mano.

Parecía que ya habíamos llegado a la cafetería y ya me preguntaba qué tipo de currys había. Volví a observar al joven humano, prestando atención a su expresión. Quería grabar su sonrisa en mi mente para poder recordarla por siempre y esperaba poder hacerlo. ¿Qué tipo de curry se pediría él? La verdad es que yo escogería lo mismo que cogiese Kumagawa-san ya que él sabía más de curry que yo.

Había llegado la segunda temporada y el personaje odiado por todos, el que no era para nada lindo, cool o fuerte había dado un cambio de 180º. Ahora era bueno, fuerte, era cool y como si no, no podía faltar que fuera lindo, encantador y adorable. Exactamente de esa misma forma me sentía en presencia de Haru-San. La presencia de Haru-San a mi lado conseguía hacer que me transformara de un personaje mediocre que dejaba mucho que desear en uno mas humano. ¿Significaba eso que empezaría a ser un “Plus”?

La propuesta de Haru-San me había dejado algo sorprendido. Tanto que mi rostro pareció preocupar un poco de mas a Haru-San. Por suerte mi comentario consiguió transformar esa preocupación que había percibido en alegría y en un rubor en las mejillas de ella, los cuales consiguieron que esbozara una sonrisa alegre. Me dio una grata sorpresa cuando Haru-San tomo mi mano, pero sin ninguna vacilación o atisbo de duda devolví el apretón y seguí la dirección marcada por ella con una alegre sonrisa en el rostro. 『 Nunca me podré comparar a ti en ternura 』 Dije en un murmullo casi inaudible mientras me dejaba llevar. Haru-San me quiere llevar por el buen camino a ser mejor persona. Eso era todo lo que mi mente alcanzaba a pensar.

Aunque el camino hacia la cafetería ya me lo conocía de hace un tiempo. Ese lugar realmente era un lugar especial. Pues era en este mismo sitio donde Haru-San y yo nos habíamos conocido por primera vez. Cuando conoció a mi antiguo yo, al cual había aceptado sin ninguna queja y lo había transformado en el actual yo. Un hilo de lágrimas empezaron a brotar de mí mientras recordaba el pasado.

El camino hacia la cafetería parecía estar más lleno de gente que de costumbre o igual no me estaba fijando bien, pues tenía mi mirada fija en Haru-San. Empezaba a notar la mano que esta apretaba extraña. ¿Se me estaba entumeciendo? No, esa no era esa sensación. Era distinta, calmada, relajada, gratificante. ¿Esta sensación en mi mano que no deseaba que desapareciera era producto de estar en contacto con la mano de Haru-San? Si era así no deseaba retirar mi mano de la suya.

Finalmente llegamos a la cafetería y lo primero que note fue la mirada observadora de Haru-San sobre mí. ¿Cómo podía ser tan encantadora incluso mirándome? Inconscientemente sonreí alegremente mientras aun caía el ligero hilo de lagrimas que aun seguía en mi rostro aunque estaba ya estaba cerca de secarse aun se podía notar el fino hilo en mi rostro.

『 Incluso mirándome así, Haru-San es hermosa 』 Dije ladeando la cabeza.

Final alternativo: