Enfrentar un miedo [Priv. Zali]

por Invitado Mar Oct 14, 2014 4:16 pm

Estaba nervioso, de nuevo había salido al mundo exterior, su piel estaba demasiado pálida, necesitaba de la luz del sol, porque si no enfermaría y no quería enfermarse. Dejó escapar un suspiro, no le gustaba salir, no le gustaba que las personas le vieran, le daba cierto pánico, nerviosismo extremo. No podía controlarlo, no era del tipo de cosas que pudieran controlarse. Estaba usualmente nervioso, en especial en ese momento. Pero justo como la entrada que acababa de publicar en su diario, no estaba dispuesto a perder más tiempo en nimidades, cosas como el miedo, eran cosas que tenía que superar o su hermano se decepcionaría de su debilidad. Demian no quería eso, quería ser fuerte o al menos parecer fuerte. Que las cosas no le hicieran daño, quería superar su temor ridículo. No todas las mujeres eran malas y quizás necesitaba un empujoncito y conocer a la chica indicada para olvidar todo el trauma de su pasado. Podía hacerlo, tenía la confianza para conseguirlo.

No confiaba mucho en su propia habilidad de hacer cosas. Pero esta bien, tiene que encontrar a una chica para poder probar su punto. Si bien, le dan mucho miedo. ¿Qué pasaba si una chica le mordía? ¿Si se contagiaba con los bichos de las chicas? Tenía un poco de miedo, pero no podía ser un ridículo como otras personas con traumas similares que había visto en canales de televisión, al menos él estaba empeñado a cambiar sus intereses, sus miedos, a hacer un cambio en su persona. Un cambio que aunque pareciera insignificante, podría ser el desencadenante de su personalidad y por eso mismo se convertiría en algo nuevo, en un nuevo Demian que tendría más ánimos por conocer, por luchar, por encontrar a su hermano y desdeñar los misterios que guardaba el colgante que su hermano le había hecho cuidar cuando se separaron. ¿Podría hacerlo? Ahora solamente podía averiguarlo intentándolo.

Iba caminando, perdido en sus cavilaciones, tras haber abandonado previamente su habitación. Entonces, vio a una chica en las lejanías y comenzó a correr por el patio principal de la academia. No estaba seguro de si se estaba acercando o de si estaba huyendo lejos de ella… En fin, se tropezó y comenzó a rodar hasta que terminó a los pies de la chica, de cierto modo es una forma ridícula de vencer el miedo.