El que juega con fuego se quema [priv. ruri] +18

La intención de la dragona en volver más “intimo” el encuentro cuando decidió por su parte cerrar la puerta y asegurarse que nadie más entrara. Después de todo tampoco permitiría que interrumpieran lo que tenía planeado en esa tarde. - ¿Qué quiero?, acaso no soy demasiado explicito?- cuestione mientras me despegaba de ella por un momento pero en el instante que soltaba su cuerpo de la pared salían una variedad de manos traslucidas que tomaban su cuerpo para evitar que huyera de lo que tenía pensado. Tome enseguida los botones de la camisa que tenía para quitármela de inmediato mientras desabotonaba el del pantalón mientras retornaba mi cuerpo sujetándolo contra el suyo.

-No te sientas halagada, necesito esto luego de estar reprimido por muchos años y fuiste única que tenía cerca- respondí mientras recorría su cuerpo con mis manos hasta llegar a su falda escolar. El hecho que rogaba o pidiera que parara solo lograba que mis actos fueran más bruscos pues la necesidad de poder era lo que más identificaba esa parte mía.

-basta de juegos- espete mientras exhalaba un poco de aire para mirar hacia el escritorio y regresaba la mirada para verla sin quitar esa sonrisa arrogante que era difícil de quitar en mi rostro o por lo menos en el nuevo aspecto de mí. Sonreí por un momento más para soltarla pero sin que aquellas manos de almas la soltaran. – Asegúrense de dejarla lista para mí- conteste mientras podía sentir como un par de almas con aspecto grotesco tomaban de ella para llevarla y dejarla sobre aquel escritorio que me había tocado tomar minutos antes en la clase anterior. Mientras me encargaba de quitarme los zapatos ignorando si intentaba algo, pues una mano sobre salió del escritorio para taparle la boca en caso de que intentara gritar. Termine y continúe bajándome el pantalón para que nada me estorbara, quedando en sola una prenda. Cuando termine me asegure de que lo que controlaba hiciera su trabajo dejándola sobre aquel escritorio para que pudiera tener más accesibilidad a ella por completo.

Me acerque hasta el escritorio cerca de ella de lado de donde se encontrarían ahora sus piernas las toque por un momento subiendo mi mano hasta su falda buscando deshacerme de ella de forma rápida, para así dejarla en su ropa interior. Tome de sus piernas para atraerla hasta mí haciendo que quedara más cerca del borde del escritorio. Sin decir una sola palabra más que subir una de mis manos por su entrepierna mientras buscaba colocarme sobre el mismo mueble donde ella estaba sujetada para poder probar su cuerpo sin problema alguno. Una vez encima de ella me limite a tocar su cuerpo mientras regresaba a su cuello haciendo que la mano que tapaba su boca se quitara mientras mi mano que se paseaba por su entrepierna subió un poco más buscando una zona que podría ser sensible para ella, para luego jugar un momento con ella de esa forma. – Si te portas bien podría dejar que me toques….- respondí mirándola a la cara para poder verle el rostro que pondría ante aquel cambio tan drástico de mi parte.

Las palabras de ayuda o pedir que la dejara solo taba impulso a que continuara sin tener una sola consideración de su parte, pues el hecho de poder que se me asignaba en esta situación era la que hiciera que mi cuerpo hirviera de adrenalina, el hecho de tomar lo que quería cuando quería era una parte muy común en ese estado en el que nunca antes había conocido de mí.

Como era normal su cuerpo por más que desistiera era vulnerable ante las acciones con rudeza que efectuaba hacia su cuerpo provocando que la reacción que se desprendía de ella fuera estimulada por mis “juegos” que le aplicaba en una zona intima de ella. Sonreí cuando sentí que mi mano que se encontraba abajo se veía involucrada en su zona, por lo que me hizo dejarme claro que lo que decía lo intentaba ¿ocultar? Contradiciéndose o realmente le afectaba el hecho de no poder controlar mis acciones.

El hecho de jugar no solo físicamente con ella si no que se sintiera confundida por como actuaba su cuerpo aun sin su consentimiento me causaba risa, después de todo el hecho de poder tener el control de todo era lo que me gustaba ejercer ante los demás sin importar que raza tuvieran. Detuve un momento mis acciones para bajar del escritorio pues había dejado pasar mucho tiempo lo que quería hacer desde un inicio. Mande con la mirada que lo que le impedía moverse desapareciera tomando sus caderas para atraerla hacia mí, buscando separar ambas piernas de ella quedando justo en medio de ambas. – Puedes intentar escapar ahora…no tienes quien te retenga además de mi- le dije mientras bajaba su prenda interior de abajo para poder tener más libertad de hacer mi voluntad con ella. Esperaría su reacción pero una cosa no dejaría que sucediera y era…Dejarla escapar.

La situación se tornaba cada vez más intensa cuando la miraba sonrojada y algo avergonzada, realmente me causaba gracia verla de esa forma, estar parado justo entre ambas piernas de ella permitiéndome poder sentirme con el control suficiente ante ella, la sonrisa de mi rostro no pudo quitarse al escucharla que permanecería, pues era claro que era su única opción además de que me preguntaba el hecho de que se quedaría que consecuencias traería. – No era un opción, realmente no te marcharías…a menos que yo te dijera- respondí mientras la sometía un poco más tomando sus caderas para hacerla levantarse y quedar sentada frente mí.

Una vez que tome control de ella al tenerla enfrente, la daga que estaba clavada justo en la otra pared del aula fue lanzada en dirección hacia mí para tomarla, cuando pasaba mi manos que estaban en su cadera hacia su espalda recorriéndola, para tomar aquella arma filosa y con ella despojarla de la prenda de arriba que cubría lo parte abultada de su pecho. Pase por su cuello mientras mordisqueaba sin cuidado alguno mientras bajaba la punta del arma haciéndola rosar por su espalda mientras subía hacia mi rostro hacia su cuello.

-Dejare que suceda esta vez porque te has sabido comportar- musite con una gran profundidad en mis palabras y un tono demasiado arrogante de mi parte. Tome con una de mis manos libres que se paseaban por su espalda una de las de ella y la deje cerca del abdomen bajo. – Asegúrate de saberlo hacer bien…- dije mientras reía levemente dejándole claro que era lo que quería que hiciera. Solo era cuestión de bajar un poco mi única prenda que me quedaba o descender su mano para tocar mi área de más abajo del abdomen. – Si logras hacerlo bien, puede que considera no ser tan cruel con lo que planeo hacer, de lo contrario no tomare a consideración nada de lo que digas… - dije mientras el cuchillo seguía paseándose lentamente con su frágil y expuesta piel desnuda sobre aquel escritorio.

Deje de tocar su espada pasando ambas manos sobre el escritorio apoyándolos mientras sentía las manos de la alumna tocando mi parte haciéndome sentir un poco agradable mientras deje salir un pequeño suspiro algo vago cerca de su hombro donde había dejado recostado mi frente para poder disfrutar lo que la chica hacía.

Un pequeño disgusto deje notar cuando sentía que sus manos habían comenzado a demostrar un poco de temor por haciendo que se notara un poco diferente lo que hacía con el pasar del tiempo haciéndome sentir extraño, en el sentido que me molestaba. Aclare la garganta y cuando pretendía reclamarle sobre su forma de como actuaba la sensación había cambiado a mejorándolo haciéndome sonreír por un instante. – ¿Realmente lo haces por miedo o por quieres que continúe?- cuestione separándome de su cuerpo para poder observar mejor su cuerpo expuesto y subir mi mano para tocar el su busto mientras bajaba por su cuello.

Me encontraba ya suficientemente estimulado luego de su pequeño trabajo de la chica y con lo que había hecho con anterioridad que no espere un momento más y le hice descender con una sobre su abdomen para que bajara y quedara acostada de nuevo mientras tomaba su entre pierna y bajaba mi ropa interior. Me acercaba más haciendo que mi parte del cuerpo bastante estimulada rosara su entrepierna para luego apoyarme con el escritorio con ambas manos mientras me dedicaba acercarme más para poder entrar en ella de una forma un poco brusca, para continuar haciendo un movimiento hacia adelante con movimientos toscos mientras mi rostro se encontraba mirando solo su abdomen mientras se encontraba sonriente y con la respiración exaltada mientras cumplía de nueva cuenta mi voluntad sin importarme el sentir de la chica.

De nuevo con esa etiqueta que me destacaba como docente de aquella escuela donde se encontraba el aula que estaba en completa actividad. Comencé a dudar si realmente le parecía afectar tanto como lo aparentaba o realmente disfrutaba lo que sucedía. Alce la vista luego de haber entrado y sacado un par de suspiros por la fricción que estaba sucediendo con ambos cuerpos y me topaba con el rostro completamente sonrojado de la chica y con ello sus brazos buscando tapar su busto.

Hice un pequeño gesto de disgusto y arque la ceja en busca de destacar que me desagradaba que hiciera algo sin mi consentimiento. Pase mis manos para separar sus brazos de su cuerpo y llevarlos por los lados mientras los tomaba con los míos para dejar al descubierto su cuerpo haciendo que mi cuerpo se encontraba rosando apenas la de ella. – No hagas cosa que no te diga…- musite cerca de su cuello luego de lamerlo, hablando con dificultad, después de todo era una actividad física y cansina para quienes lo efectuaban, por lo que la forma de hablar con dificultad y una respiración acelerada era por el hecho de lo que había realizado con anterioridad alterando mi ritmo cardiaco.

La actividad que realizaba fue cortada por una fracción de segundo cuando note que la parte de mí que se encontraba actualmente dormida comenzaba a despertar, haciendo que me sintiera sumamente molesto por el hecho de que esa parte aguaría la fiesta que estaba disfrutando. –tks…- chiste cuando note que la fuerza sobre natural de mi actualmente disminuía muy levemente a la de un humano normal. Sin embargo mientras aun podía tenerla controlada seguía sometiéndola al vaivén de mis acciones sobre aquel mueble escolar.

Mis acciones continuaban sin importar el consentimiento de la joven pues solo ponía a flor de piel mis más bajos instintos en su persona, tocarla con tanta agresividad por la ansiedad de poder descargar lo que había estado guardando durante largo tiempo en esta faceta de mi vida que desconocía. Sonreí por que sentía como dentro de mi algo comenzaba a despertar y a pelear conmigo mismo, el hecho de que sucediera eso en mi forma actual me parecía completamente gracia pero luego de unos momentos un gesto de molestia acogió mi rostro cuando note que parecía haber cobrado más fuerzas y no dejaría lo que estaba haciendo a medias eso ni de broma pensé dejando claro a lo que sucedía en mis adentros.

-Suficiente de juegos un aguafiestas quiere arruinarme mi momento-reclame saliendo de forma rápida del cuerpo de la alumna sin dejar de mirar su cuerpo pues a pesar de lo que había hecho aún no me sentía satisfecho del todo, por lo que me separe unos centímetros de su cuerpo con la misma sonrisa de antes. Para acercarme de repente y hablarle cerca del oído. – Aun tengo una última cosa antes de irme…- dije mientras pasaba ambas manos sobre el escritorio para apoyarme y poder acercarme a ella para hablarle con un tono de voz bajo. La tome de la cintura para bajarla del escritorio con su poco peso que poseía sirviéndome a mí como ventaja y ponerla de pie, la rodee con mis brazos contra mi pecho y luego de verla unos momentos ase una de mis manos que tocaba su cintura para girarla haciéndola dejarla de espaldas a mí.

– Te dejare adivinar lo siguiente…- musite cerca de su oído mientras mis manos bajan de su cintura para abajo tocando sus muslos y separándome un momento de ella para tomarla por las caderas y usando una mano por su espina dorsal para hacerla descender y que su cuerpo quedara contra el escritorio. Una vez que la deje como deseaba para lo último que tenía planeado acerque mi cuerpo contra el de ella haciendo que una parte de mi entrara en su zona genital, mientras mis manos continuaban sobre su cadera haciendo que el vaivén fuera un poco más brusco que en la posición anterior. Pero aun así no sentí suficientemente por lo que despegue mis manos de su cuerpo y los pase en la orilla del escritorio para tener un mejor apoyo y agarre para las embestidas que a continuación realizaba. Mi respiración había acelerado por las acciones que cambiaban y por la satisfacción que me causaba todo eso.

Una parte de mí que no se trataba del maestro “normal” de ciencias exactas estaba a punto de ponerme en apuros cuando sentía como cada vez el clímax de mis acciones con la alumna servían de estímulo para que lo que estaba a punto de suceder siguiera su curso. Permanecí haciendo los mismos movimientos contra ella por unos momentos más mientras controlaba esa parte de mi cuerpo que estaba en su límite, pero fuera de avisarle o notificarle lo que sucedería solo sonreí al verla pelearse ella misma con su cuerpo que la traicionaba y podía apostar que en su mente tenía otro gran problema que la aquejaba.

Los movimientos fueron aumentando un poco más hasta terminar con uno y salir de ella para luego tomarla de sus caderas de nueva cuenta con un poco de falda de aliento por todo lo que acontecía permanecer constante con movimientos como esos y además de suprimir lo que mi cuerpo pedía que dejara fluir. Me había hartado de mirarle su fina espalda con aquellas par de alas que busque rodearla con mis brazos para girarla buscando su rostro el cual ya me imaginaria como debería estar, mientras que el mío parecía de lo más normal y natural lo que hacía. No deje esperar más tiempo pues sabía que mi límite estaba por terminarse, por lo que volví a pasar mis manos por sus caderas para sentarla sobre aquel escritorio como único apoyo de ese tipo de actos contra la rubia. Me pase entre su par de piernas firmes y suaves mientras mis manos viajaban por las mismas para separarlas un poco más haciendo que yo quedara justamente en medio y entrar por última vez en ella, sintiendo como esta vez sería diferente.

Baje mis manos de sus piernas pasándolas por la madera del escritorio como apoyo mientras pasaba mi rostro a un costado del de ella con una voz firme pero cautelosa. – A partir de ahora eres de propiedad…-dije al mismo momento que sentía como lo que tanto retenía se dejaba correr dentro de ella.-Sera mejor que el zorro que tienes cerca se aleje si no quieres verlo muerto…- musite con menos aliento hasta que en ese mismo instante sentí como mi fuerza sobre natural se ahogaba junto con mis acciones haciendo que mi rostro quedara apoyado en el hombro derecho de ella. Había agotado una parte de mí haciendo que la más normal que tenía regresara a la normalidad. Aunque aún seguía un poco aturdido por el acontecimiento de hace unos momentos.