Un comienzo ¿En la escuela? (priv. Ruri)

El primer día en mi primer empleo tras dejar mi casa…son palabras que se encuentran en mi cabeza mientras trato de despejarme de las múltiples pesadillas que suelo tener por la noches. En mi habitación se encuentran cajas de la mudanza, y sobre un escritorio frente a mi cama se encuentra una muda de ropa ya lista para poder tomarla antes de partir. Y es así como me aseguro de entrar a la ducha, continuar con mi aseo personal , cambiarme tomar mis cosas y salir de mi casa cerrándolo para poder buscar algo que comer durante el camino al plantel donde ahora formo parte del grupo de docentes.

Quien diría que al llegar mi primer trabajo fuera de “niñera” ,aunque mi preferencia era ejercer clases, a algunos profesores se les había asignado que asistieran a la escuela para poner orden por parte los alumnos que eran de nuevo ingreso. Por su puesto cada uno fue enviado en edificios diferentes, tarde encontrar el mío y cuando por fin lo conseguí decidí adentrarme a una de sus aulas para poder preservar la lectura que había iniciado la noche anterior.

-uuuh- un suspiro se escucha en la amplia aula donde recién ingreso como costumbre propia, llegar puntual. Me agradezco haber salido temprano, ya que esta gran escuela era completamente un laberinto, era imposible caminar sin perderte. Como consecuencia tarde más de veinte minutos buscando el área que me tocaba cuidar al se me había asignado. Tomó asiento en la punta del escritorio dejando al borde un pie mientras mantengo otro aun apoyado al suelo hojeando un libro demasiad grueso, con una pasta de cuero negro, pero con unas grandes letras en color blanco Con título “Matemáticas”. Tomo un par de anteojos que previamente había dejado sobre aquel escritorio, el cual contenía mis pertenecías. Me dedicaba a centrarme en las largas y complejas páginas de aquel libro que logro envolverme por completo en su contenido.

Un par de ruidos por los alumnos me hace perder la concentración y me obliga a salir para evitar que el ruido prosiguiera y me llamaran la atención por no cumplir mi primer trabajo. Salgo con mis cosas hasta el corredor donde ejerzo mi autoridad como docente para continuar en los pasillos caminando con el libro en la mano y las gafas aun en mis ojos, los cuales se concentran en la pasta del libro que contengo en mis manos.

Aquellas letras blancas lograban hundirme en un pensamiento continuo donde solo se podían reflejar las pesadillas que me sometía cada noche al intentar descansar, ¿Qué era lo que me ocasionaba todo eso?, realmente lo desconocía, pero no era coincidencia que miles de cosas que soñaba se hicieran real, o que el contacto con las personas en ocasiones especiales me permitiera conocer parte de su pasado o un fragmento de su futuro. Pregunta tras pregunta se asomaban conforme me inducia mas al tema de aquellos sucesos extraños que me pasaban, habían momentos donde empezaba a creer que mi cordura no estaba normal.

Un empujón logro que mi atención cambiara de objeto al clavarse a un pequeño artefacto que salió de la dirección de donde me había llegado el golpe. - ¿huh?- fue lo único que articule para luego agacharme y tomarlo, lo mire por unos momentos y me reincorpore para apreciar al dueño de aquella cosa. -¿No sabes que puedes hacerle daño a alguien más si no miras para dónde vas?- comente con un tono neutro, pero en forma de reproche. – Deberías fijarte de tu camino- comente mientras le regresaba el celular y veía la escena de la joven quejándose de un dolor. – Supongo que eso será tu escarmiento, pero déjeme ayudarle- continuo llevando lo que paso a la mejor manera ofreciéndole la mano para que pueda apoyarse a levantarse.

Trataba de controlar mi enojo, ya que ese tema que trababa con mi conciencia me ponía de malas y más cuando me sacaban de mis pensamientos de golpe, no era una persona gruñona pero me era inevitable no sentirme fastidiado luego de aquel accidente con la chica despistada.

-De nada- conteste cuando tomo de mi mano para levantarse mientras le ayudaba para poder pararse, mientras miraba el regadero de sus cosas en los pasillos, olvidándome por un momento todo lo que estaba pensando y centrarme en lo que le pasaba a aquella chica. – Así es, soy un profesor…Un gusto mi nombre es Yagami, Saito -conteste mientras ella tomaba su celular y yo simplemente me divertía por dentro al verla actuar como un cachorro perdido, pero era claro que por fuera me controlaba y permanecía tranquilo y neutro.

Estaba solo parado mirándola como recogía todo su equipaje, pero fue tan rápida que no me dio ni tiempo para poderle ofrecer mi ayuda o ayudarla a levantar sus cosas. – Te diría exactamente donde…pero aún me estoy acostumbrando a esta gran escuela- le conteste mientras fijaba la mirada en la gran ventana que estaba en los pasillos. - ¿No deberías estar con el grupo que llego? ¿Qué haces aparte?- preguntaba sin hacer pausas, pero luego me quede callado por un momento como si yo me hubiera dado la respuesta. - ¿Fue el celular cierto?- dije en forma de respuesta más que en pregunta. – No puedo llevarte hasta los dormitorios pero puedo llevarte ayuda estudiantil para que te digan donde debes dirigirte, solo si prometes dejar el celular en tu bolsa. Tu amigo pelirrojo no se morirá si no le contestas por un momento…- lo último dicho fue de manera involuntaria al otorgarle mi ayuda, pues el toque de mi mano con la de ella me causo un flash de un pasado no tan lejano a la actualidad, permitiéndome ver solo a un ser de cabellos rojos que parecía tener una relación con la chica.

Sin darme cuenta de lo que dije antes me quede callado esperando su respuesta mientras me apoyaba de la pared del pasillo para recuperarme un poco al poder ver parte de su pasado de manera involuntaria.

Permanecí callado mientras observaba las acciones de la chica un tanto torpes. “Creo que debe seguir nerviosa por ser nueva”, pensé al verla retroceder y caer por un momento una pequeña sonrisa salía de mi rostro pero al verla golpearse reaccione e intente acercarme preguntando sobre cómo se sentía.

Realmente era de dos, o yo tenía mala suerte o la de la mala suerte era ella, ya que al intentar acercarme de nuevo para ayudarla me di cuenta que el vestido que tenia se había levantado descubriendo todo el área de abajo completamente. Me sonroje de inmediato y decidí mirar a otro lado intentando decir que no había visto nada. – Sabes deberías tener más cuidado cuando camines…- le conteste mientras continuaba con la mirada centrada en otro lado del pasillo para no ver más de la cuenta, pues al final de todo se trataba de una alumna y no podía simplemente pasar por alto eso y disponerme de andar de mirón por la curiosidad.

Ante sus palabras asustadizas reaccione de nuevo volteando a verla de forma involuntaria para responderle. – No te llevare para que te sancionen solo planeaba llevarte para que te den informes sobre tu área…- conteste mientras no podía creer la forma tan despistada de esta joven. -¿YUU?- cuestione ante un nombre el cual desconocía completamente. – No tengo idea de quien me hablas…pero creo que aquel golpe te ha dejado aturdida…ven te ayudo a levantarte…- le dije ofreciéndole mi mano para que usara esta de impulso y ponerse de pie de nueva cuenta.

-Es un gusto ¿señorita Aerith?- conteste mientras permanecía con la mano esperando que la usara para levantarse. – Como le dije…solo planeaba llevarla para que se informe, pero por lo que veo no estaría demás pasar a la enfermería para saber que esos golpes no fueron graves…- contesto evitando todo tipo de risa ante mi comentario y permanecer completamente serio pero sin causar miedo, simplemente calmado.

-Hey, descuida no estoy en horas laborales y tampoco tu como estudiante, no podría castigarte aunque quisiera…- respondí mientras permanecía de pie para verla marcharse. Baje un poco la vista sonriendo un poco. – Si regresas por ahí no encontraras la salida…- musite para alzar la vista. –Como dije puedo ayudarte llevándote a que encuentres tu habitación o puedes quedarte como alma en pena buscándola por tu cuenta- Conteste mientras metía en mi mochila que cruzaba mi pecho el libro que tenía en la mano. – Deberías mejorar tu humor…si continuas así no lograras más que despertar o irritar a los que te rodean…- conteste sonriendo levemente para apoyar mi espalda en uno de los pasillos de las aulas esperando que se detuviera o por lo menos escuchara lo que había dicho.

Enserió que era la primera alumna que conocía, realmente empezaba a creer que esta escuela estuviera llena de personas así, sería un completo desastre tener que tratar con un montón de personas un tanto groseras o que por lo menos despegaran un momento la vista de su teléfono móvil. Pero parece que era mucho pedir, me conformaba con tener por lo menos un buen grupo que escuchara mis clases o por lo menos lo intentaran. Suspire resignado en espera de su respuesta.

Continuaba mirando los pasillos mientras esperaba su respuesta de la chica rubia hasta que la escuche hablar. - ¿hu?- musite volteando a verla cuando la vi mirándome mientras hablaba y parecía que algo que le dije le había molestado…o simplemente no andaba de humor. Suspire un poco mientras la miraba mientras continuaba escuchándola sin separarme de la pared donde estaba recargado. – ¿he?, ¿Me culparas de tus accidentes?- cuestionaba cruzándome de brazos mientras me quitaba de la pared. - ¿Dios de la mala suerte?, ¿No has pensado que la que tiene algo de mala suerte eres tú?...o has intentado mirar tu camino sin ver el celular…la gente normal suele hacerlo- respondía ante sus comentarios mientras intentaba culparme de sus múltiples accidentes.

Sorprendido ante las extremidades de la chica que salían de la nada de su espalda me quite la sonrisa del rostro mientras daba un par de pasos hacia atrás. – ¿Qué ha sido eso?- cuestione mientras la miraba por un instante. – C-claro…- conteste aun incrédulo por lo que había visto de ella. – Solo porque usaste el por favor…pero antes…¿Qué fue eso que hiciste?..- cuestione mirándola de pies a cabeza buscando algún tipo de mecanismo o algo que me diera un explicación lógica a lo que había visto. Sin duda alguna eran unas alas, pero no podrían salirle alas a la gente solo así, solo tendría que buscar el truco que uso o algo más claro ¿Por qué haría eso?.

-Bien como sea… solo sígueme…- conteste mientras suspiraba tallando un poco mi frente con una mano mientras buscaba la manera de olvidar lo que había visto, seguramente el calor o los nuevos aires me habían hecho ver aquello o tal vez ¿Se tratara de algo nuevo?, digo yo pasaba por cosas sobre naturales…¿tal vez ella también?...todo cruzo por mi mente mientras me daba la vuelta para iniciar a caminar, baje mi mano y negué con la cabeza para buscar serenarme y tratar de entender lo que había visto.

Continúe caminando intentando borrar todo aquello de mi mente cuando ella respondía algo que ya me esperaba, sin duda era mi imaginación la que parecía jugarme una broma, luego de tantos pesadillas tan atroces algo así era común que pasara, realmente debería visitar a un médico pronto, pero no podía llegar diciendo que conocía la muerte de alguien y miraba su muerte entre sueño y mucho menos que tenía transes al tocar a las personas y sabia su pasado o un corto futuro. Realmente era un lio, pase mi rostro en el camino avanzando con la pequeña rubia a un lado cuando por fin accedió a que la ayudara a buscar su dormitorio.

Avance con forma tranquila y ambas manos en los bolsillos tratando de pensar en un tema de conversación para llevar hasta poder encontrar su habitación y no permanecer en el incómodo silencio en el trayecto. Cuando me decidí para abrir la boca en busca de gesticular algo sentí un toque en el hombro un par de veces, lo que me hizo buscarlo con la mirada volteando levemente hacia tras en busca de la persona que lo hizo, para mi mala fortuna no había nadie mas en los pasillos, sino solo Ruri y yo. Regrese de inmediato la vista al frente sacudiendo un poco la cabeza mientras intentaba negar que algo pasara, mientras la escuchaba decir que en la escuela pasaban “cosas raras”, pero eso solo logro que arqueara una ceja. - ¿Enserió crees en eso?- cuestione mientras miraba de reojo sus manos, buscando los cálculos de si hubiera sido ella la mente maestra de esa broma, pero ¿en qué momento movió la mano?, y algo más, es que su brazo no era capaz de llegar hasta ese punto de forma tan rápida.

Aclare la garganta mientras continúe caminando. – Realmente todo tiene una explicación lógica para lo que sea que suceda aquí…- respondí mientras pensaba en si realmente existía una minúscula posibilidad de que todo eso estuviera sucediendo. – Soy un hombre de ciencia…y podría decir que es imposible que existan cosas sobre naturales…si es a lo que te refieres…- conteste sonriendo, pero al mismo tiempo pensaba en lo que me pasaba a mí y no tenía un explicación lógica, por primera vez comencé a cuestionar sobre la conciencia en esos momentos.

-¿Te entretiene ese tipo de cosas?- cuestionaba mientras permanecía de pie en un camino que se dividía en dos para ser mirado de forma por la chica rubia mientras mi rostro de escéptico continuaba en mí. – Seguramente no soy común, gane cuatro años seguido el concurso de ciencia cuando estaba en la universidad y logre graduarme con honores…si a eso te refieres con no “común”, podría decirlo que lo soy-respondí dejándole la después del porque era la razón que me habían elegido para ser el maestro de aquella escuela en la cual parecía arrepentirme de haber tomado el trabajo.

-En tu caso no se sea tan diferente…y si hay más alumnos como tu creo que debo comenzar a acostumbrarme y no a “sorprenderme”, una vez tuve tu edad y sé de qué son capaces- respondí buscando una lógica humana o textualmente lógica ante su comentario dejando atrás el hecho de que las cosas sobrenaturales existían, pues después de todo como había dicho, era muy escéptico en cuanto a eso y me basaba más en lo tangible o en una conciencia exacta que cuentos hecho por personas con algún desorden mental o un desequilibrio de atención.

-bien basta de charlas continuemos…- dije para dejar claro de lado ese tema que me era poco relevante para un tema de conversación y dispuse a dirigir a la alumna hasta donde sería la salida del pasillo y poder conducirla hasta los dormitorios de chicas para que dejara toda sus cosas. – Creí que te gustaban ese tipo de cosas…- comente cuando note de reojo su aspecto algo crédulo ante sus propias palabras al mismo tiempo que se acercaba un poco en busca de resguardo en caso de que algo extraño sucediera.

Continúe caminando hasta los pasillos mirándola solo de reojo pero sin quitar la vista fija al frente para poder toparnos con la salida de las aulas. Continúe mi camino pasando ambas manos en mis bolsillos y sin decir ninguna palabra más continúe avanzando con la espera de que ella me siguiera porque de lo contrario tendría que retornar mi camino para poder encontrarla y guiarla de nuevo y tiempo era lo que me faltaba. Luego de un extenso paseo por la escuela para dar con los dormitorios de su género permanecí parado en la puerta mirando el amplio y gran edificio que tenía enfrente. – Bien llegamos…creo que aquí es donde debes estar ahora… así que me voy- dije regresando la vista sobre ella dejándole claro que podría pasar cuando gustara y me dispuse a partir pero me detuve luego de un par de pasos. – Ah debes tener cuidado con eso de que en los pasillos de este edificio así como en los baños del mismo suelen “asustar” pero no creo que sea nada grave- agregue dejándole como recompensa una pequeña broma mientras caminaba de regreso a la biblioteca en busca de un par de libros más solo esperaba saber que reacción tendría la chica ante mi pequeña broma de bienvenida.