Mucho tiempo libre (Libre)

-No me va el amarillo- dije moviendo la corbata amarrada a mi cuello y en voz baja casi sin mover los labios. Todo mi atuendo color negro había tenido que ser sustituido por el uniforme del Instituto. Según me habían dicho el uniforme iría mejorando con el tiempo; el actual era de digamos... los novatos. Al principio me mostré algo reacio a usarlo, al igual que ahora, pero ya había comenzado y no era de los que solían dar marcha atrás por un color.

Como sea, a pesar de todo- No me va el amarillo-repetí en el mismo tono de voz.

No me gustaban mucho los días soleados, los prefería nublados. Y sí, era un día soleado, así que llevaba unas de mis gafas oscuras para proteger un poco mis ojos, por lo demás, llevaba el uniforme del instituto, en realidad era cómodo, era un pro que ayudaba bastante.

Era mi primer día aquí, así que había llegado antes porque pues simplemente por el momento no tenía nada mejor qué hacer en otro lado. Y pues heme aquí... Había entrado por la entrada principal, en realidad no vi mucho por allí, así que decidí seguir con mi tour por las instalaciones, me dirigí a... pues en realidad no sabía a donde iba, en la página del instituto había un croquis detallado, pero pasé de este. Después de deambular un poco por la planta baja terminé aquí. Había bastante gente yendo y viniendo con sus mochilas colgando, algunos iban sosteniendo un par de libros en sus brazos y otros cuantos, llevaban una pila de libros mucho más grande cargando con esfuerzo. Pero no eran los libros en especial lo que me interesaba en esos momentos, de ser así simplemente me hubiera dirigido a la biblioteca... de saber donde estaba, claro, tomar un par de libros y sentarme a leerlos. Pero era mi primer día, no quería simplemente llegar a enclaustrarme a la biblioteca.

No estaba cansado ni mucho menos, pero qué importaba eso,  tomé mis cosas y me dirigí a un árbol cercano de frondosa copa, me senté con la espalda contra el tronco dejando mis cosas de lado y viendo a quienes pasaban, sólo para relajarme un poco.

-Holaa~- Sonreí a un chico rubio que pasó a unos cuantos metros, captó mi mirada ya que me regresó la sonrisa, aunque siguió de frente sin detenerse.

Había de todo en aquel lugar, de todos sabores y colores como se dice por ahí, de verdad el lugar era interesante, si así lo era en la superficie, ya quería saber qué era lo que había más profundo. Solté una risa. Cualquiera diría que en todo lo que he vivido ya lo había visto todo, pero la realidad era que no, aun había cosas que me sorprendían y desconocía, eso era lo interesante de vivir en este mundo, siempre había algo nuevo.

Saqué mi celular del bolsillo para ver la hora, aun era temprano. Revisé un poco qué había de nuevo y volví a guardarlo exhalando un suspiro bastante largo mientras seguía mirando el vaivén de la gente -Qué más se hace aquí, además de las clases, para pasar el tiempo-comenté en voz baja.

Giré mi cabeza rápidamente hacía el chico que se encontraba a mi lado --Cuánto tiempo lleva aquí? -- Pensé tratando de recordar si lo había visto llegar.  

-Lucem -respondí al chico que recién había llegado. Estiré mi brazo para alcanzar su mano y corresponder el saludo, pero al instante del contacto con su mano noté su piel fría, no fría como alguien con temperatura corporal baja, si no en verdad fría, esto a pesar de que todo el mundo en la escuela, incluyéndome, nos encontrábamos agobiados por el calor del día-. El gusto es mío, August -dije dibujando una media sonrisa en mi rostro. Retraje mi mano que se había enfriado por el contacto con la suya. Como dije, August se encontraba fresco como una mañana de verano luego de una llovizna nocturna.

-Es mi primer día aquí, así que aún no sé muy bien que clubes haya -comenté encogiéndome de hombros-. Me gustan los deportes, aunque algunos se me complican un poco -señalé mis alas con un movimiento de mi cabeza y mis ojos-.

Miré hacía el patio donde los alumnos continuaban su andar incesante, algunos se detenían un momento a saludarse y continuaban su camino, otros pocos se encontraban conversando sentados en alguna banca o protegidos en algún lugar del sol de mediodía. Para tratar de refrescarme un poco subí las mangas de mi camisa hasta la altura de los codos,  retiré las gafas que cubrían mis ojos del sol, al hacer esto parpadeé un poco por la luz, aunque por la protección de la copa del árbol sobre nosotros la luz no daba de lleno.

-Cuánto tiempo llevas trabajando aquí? -pregunté girando mi rostro una vez más hacía él-.

Off::