Just a kiss -Priv. Nagisa- +16

por Invitado Dom Dic 29, 2013 11:49 am

Desde que me enteré que Nagisa era mi compañero de habitación había un sentimiento incómodo removiéndose en mi corazón. Se volvía un poco incómodo si pensabas en el hecho de que para mi Nagisa siempre ha sido de lo más molesto, así que me sentí un poco incómodo de pensar en lo que significaba aquello. No tenía muchas pistas ni nada de eso, pero aun así continúe compartiendo mi vida de una forma más anormal que ser mi compañero de habitación, no era únicamente eso, también es la persona con la que más he compartido momentos, porque nunca me ha gustado hablar mucho sobre mi vida o simplemente nunca me pareció interesante conocer a otras personas, especialmente cuando esas personas no me comprendían a mi. Solo se interesaban por el dinero de mi familia y desde que conocí a Nagisa me di cuenta de que no todos tenían los mismos pensamientos sobre el dinero, entonces me abrí como un capullo dando paso a una hermosa mariposa.

Eran fechas decembrinas, lo que significa que tendremos un evento navideño en la academia. En realidad, no me llamaba mucho la atención, pero Nagisa quería ir a ver el árbol. Así que me bañe, saque un poco de ropa del clóset y me vestí, antes de que él volviera, porque no quería ir con él hasta el árbol, prefería encontrarlo ahí, así tendría mucho más tiempo para pensar en las cosas que pienso, como los estúpidos sentimientos que tengo hacia Nagisa, sentimientos que espero sean únicamente amistosos, porque no podré controlar mucho las cosas si resultan ser amorosos… Nagisa es demasiado lindo como para no quererlo. Sacudí la cabeza y salí completamente del edificio de habitaciones, estaba caminando algo nervioso hacia el sitio donde se llevaría acabo el evento, aunque en realidad venía siguiendo a algunas personas con demasiada curiosidad al respecto, porque bueno, seamos sinceros… Nunca he ido a un evento escolar, aunque sospecho que será como los eventos en mi casa.

Cuando entré, pensé que me había equivocado de sitio o quizás si me equivoque, porque solamente había un mundo de muérdagos por todas partes y pude ver a algunas personas besándose. Pero tenía que ser aquí, no encontré una puerta. Aunque también había algo raro, he de suponer que el dichoso muérdago aparece sobre las personas cuando llega el momento oportuno y esas personas no parecen darse cuenta de que estoy aquí porque acaban de ignorarme al pedir indicaciones. Lancé un suspiro e intente salir, la maldita puerta no me hacía caso. Me deje caer a un lado y suspire.

-Más tiempo para pensar.- Murmuré.

Y es que aun no lograba aceptar del todo que posiblemente esos molestos sentimientos cada vez que hablaba o cada vez que estaba cerca de Nagisa son relacionados con una cosa incluso más grande que la amistad. Y eso me asusta muchísimo. Me asusta tanto que quiero arrancarme la cabeza para dejar de pensar en ello y pese a que eso es lo que quiero y deseo, no soy capaz de hacerlo… Porque quiero verle aquí y quiero besarle aquí.

-¡AH!- Exclame y sacudí la cabeza, tengo que dejar de pensar en esto.

por Invitado Dom Dic 29, 2013 6:54 pm

Nagisa no tardo mucho en darse cuenta que Rei se había convertido en su mejor amigo. Tenia otras amistades, pero se pasaba la mayor parte del tiempo con él. Estaba seguro que incluso si no fueran compañeros de habitación, seguirían siendo tan cercanos como lo eran, de alguna forma u otra. Aun así, el dormir y vivir en un mismo ambiente había logrado que fueran bastante íntimos, y Nagisa sabia cosas de Rei que nadie más sabia. Eran inesperables, a pesar de que aveces Rei actuara como si no soportara a Nagisa, este sabia que no era así y que a su compañero de habitación aveces le era difícil demostrar sus sentimientos.

A diferencia de si mismo, sabia que Rei no tenia muchos amigos, por no decir que quizás él era su único -y mejor- amigo. Es por esto que decidió rechazar la invitación que le habían hecho un par de amigos sobre una fiesta navideña y en cambio opto por pasar navidad con su mejor amigo. Habían arreglado -o más bien, Nagisa había obligado a Rei- para ir a ver el árbol juntos, ademas de hacer otras actividades navideñas como beber chocolate caliente y comer galletas de jengibre.

Era nochebuena, a eso de las diez de la noche, y Nagisa se encontraba en el árbol de navidad como habían acordado. Estaba vistiendo un ridículo sweater de navidad color rojo con detalles en blanco y un par de jeans. También había comprado un sweater igual al suyo pero de un azul oscuro para Rei, aunque no sabia si iba a usarlo porque según él no era nada "hermoso".

Ya habían pasado unos quince minutos y Rei no llegaba, lo cual le hizo preguntarse porque demonios había querido que fueran por separado y no juntos, teniendo en cuenta que comparten una habitación. Como el impaciente que es, Nagisa decidió ir en busca de su mejor amigo, que quizás aun estaba en su habitación tratando de lucir "hermoso" o puede que lo hubieran raptado un par de aliens, ¿quien sabe?.

Decidió tomar un atajo y pasar por una de las habitaciones temáticas de navidad, y en el momento de abrir la puerta advine a quien se encontró. Si dijeron Rei Ryugazaki entonces están en lo correcto, porque el muchacho estaba en el piso al lado de la puerta con una muy extraña expresión en su rostro. No pudo evitar sentirse aliviado de que no lo hubieran raptado los aliens, eso si hubiera sido un serio problema.

— Estabas tardando, así que te vine a buscar y aquí te encuentro. —inflo los cachetes y puso sus manos en sus caderas, como si fuera una madre enojada regañando a su hijo. — Hey, ¿que sucede Rei-chan? ¿Estas bien? —inquirió, con preocupación y un tono dulce en su voz, mientras se agachaba frente a él. — ¿Te parece si nos sentamos en un banco o algo? Creo que no es bueno que estemos aquí al lado de la puerta, podemos estorbar. —no era algo común en Nagisa el hablar de forma tan madura, por así decirlo, mas no podía evitarlo cuando sentía que algo no andaba bien con una de las personas que más le importaba en ese mundo.

por Invitado Lun Dic 30, 2013 11:07 am

Me estaba volviendo loco, Nagisa-kun y yo somos algo como mejores amigos, incluso cuando se vuelve demasiado confuso en ocasiones, ahora mismo estoy seguro de que nosotros dos estamos en una difícil transición sobre lo que significa estar dentro o fuera de sentimientos hacia ese chico y sobre todas las cosas no pude aceptar del todo lo que estoy sintiendo, creo que lo mejor es dejarlo. Me gusta ser cercano a él, sé que Nagisa tiene otros amigos, que le habla muchísimo a otras personas, pero aun así siento que la conexión entre nosotros es diferente. Por mi parte, eso de las amistades nunca me ha ido bien, así que podríamos decir que solo conozco a Nagisa-kun y a algunas personas con las que comparto clases. Ellos me conocen como ‘El amigo de Nagisa’ o simplemente cuatroojos. Hay muchos apodos ofensivos hacia mi y la mitad de ellos relacionados con mi compañero de habitación.

Nagisa me había dado un suéter y dijo que era importante que fuera con dicho suéter, así que estaba un poco molesto por el hecho de que… Bueno, tengo un suéter ridículo extremadamente navideño y estoy esperando a un chico torpe en medio de muchísimas parejas besándose, esto podría ser peor. O al menos intento convencerme de ello. A mi no me interesan las fiestas, he tenido suficiente de ellas, pero pensé que posiblemente Nagisa-kun había rechazado algunas propuestas para venir conmigo, así que termine haciéndolo aunque no estaba muy seguro sobre querer estar con él. Además, ¿dónde se supone que esta? He estado aquí cerca de quince minutos –en realidad ya no tiene idea- y no encuentro ningún rastro de mi rubio amigo.

Algunas personas que recién entraban me miraban y caí en cuenta de que es por el ridículo suéter que Nagisa-kun me hizo usar. La verdad, es que este suéter no es para nada hermoso, pero… Huele a familia y amor, algo que yo nunca tuve, así que aunque sea una aberración, tuve que ponérmelo, además, hace feliz a la persona que deseo hacer feliz, ¿no lo hace eso más importante y especial? Hice lo que pude para no seguir pensando en él y entonces, la puerta se abrió y me sobresalté. Era Nagisa-kun. Mi latir aumento cuando se puso frente a mi, ¿cómo es que una sola persona me hace sentir como si el tiempo se hubiera detenido?

-Ah…- No pude decir mucho, solamente me levante y le tome la mano para sentarnos en algún sitio.-Y-yo… Eh, perdón estaba un poco… Pen-pensativo.- Y nervioso, también estoy nervioso. –Me perdí, ¿cierto? Yo, uh.. Lo siento. Estaba pensando demasiado y me perdí un poco.- Le tomé la mano, aun con la respiración nerviosa.-¿Te preocupaste mucho?- Mi mano se puso cálida, más cálida y le observé con nerviosismo.-A todo esto, ¿Qué es este lugar?- Pregunte con demasiado interés.

por Invitado Lun Dic 30, 2013 11:52 am

¿Pensativo? ¿Que podría estar pensando Rei-chan como para perderse así?, se preguntaba Nagisa mientras lo observaba con atención. De cualquier forma, su compañero de habitación se encontraba sano y salvo, y eso era lo que más importaba.
Rei tomó su mano, causando que el cálido sentimiento, que siempre estaba en su pecho cuando se encontraba con él, se expandiera y le hiciera sonreír. Mientras se levantaba, se dio cuenta que Rei estaba usando el sweater que le regalo, mas no hizo ningún comentario porque temía que si lo hacia terminaría sacándoselo.

—¿Como no preocuparme? Por un momento temí que te hubieran secuestrado los aliens para revisar tu cerebro o algo así. —se sentó en un banco sin soltar la mano de Rei, sus ojos yendo de un lado a otro en esa habitación, admirando las decoraciones navideñas y a el resto de las personas que se encontraban allí. Obviamente jamas se le dio por observar un poco hacia arriba y notar los varios muérdagos que habían sido colgado en el techo, y aun menos que uno de estos yacía a unos dos meros o menos sobre su cabeza y la de Rei.— No tengo idea, quizás sea una zona de descanso para los que no quieren salir afuera. —replico, encogiéndose de hombros. —¿En serio estas bien, Rei-chan? Tus manos están muy cálidas... —llevo su mano libre a la frente de Rei-chan para chequear su temperatura, pero luego recordó que había un método mejor que ese. Entonces, acerco su rostro al de Rei y puso sus frente contra la suya. —No creo que tengas fiebre, pero estas un poco caliente. —menciono mientras se alejaba del rostro de su mejor amigo. — Espera, era así como se tomaba la temperatura, ¿no? ¿O hay otro método?

Nagisa no era de los que se avergonzaba por el contacto físico, y aun menos con alguien como su mejor amigo. Es por esto que tampoco cuestiono ni dudo el por qué Rei decidió tomar su mano, pensando en ello como algo común que hacen las personas que son unidas, sin importar si están en una relación romántica o no. Sin embargo, no podía negar que cuando se trataba de tocar a Rei, algo dentro de si sentía diferente. No era como abrazar a un amigo, o tomar la mano de su madre, era algo completamente desconocido para él, mas agradable al mismo tiempo y con una sensación de pertenencia, de hogar.

por Invitado Lun Dic 30, 2013 8:15 pm

Confundido, seguramente eso es suficiente para explicar porque me perdí, porque no es lindo perderse. Y tengo que dejar de pensar en esto, en todos esos sentimientos que tengo dentro, en todo lo que me gustaría ver un muérdago para besarle, porque quiero hacerlo. Pero no. No, no. No. ¿Por qué sigo pensando en esto? Es tonto. Yo no quiero besar a Nagisa, no quiero besar a Nagisa… No quiero… Oh, mierda. Le solté la mano, la aparte rápidamente, sin querer pensar del todo en lo que estoy pensando. Deje escapar un suspiro al sentarme, pero no tome su mano de nuevo, no estaba con la suficiente fuerza de voluntad para hacer algo.

-¿Los aliens? ¿Por mi cerebro?- Reí ante sus palabras, sé que a Nagisa no le gusta que le digan que es tierno, pero resulta que pese a lo que él opina, si, es muy tierno. Es demasiado tierno. –Te dije que los aliens y yo tenemos un pacto.- Le sonreí como si fuera la cosa más lógica del mundo. Mire hacia arriba por motivos desconocidos y vi los muérdagos sobre nuestras cabezas. Baje la mirada ruborizado. Volví a tomar su mano, por algún motivo no estaba bien soltarle e incluso ahora solo quiero tenerlo más y más cerca de mi, quiero que se funda conmigo… Eso suena tan mal. Menos mal que Nagisa no puede leer mis pensamientos. Al estar su frente tan cerca de mi, de hecho, más bien sus labios tan cerca de mi y su pregunta… Yo solo, todo sucedió en automático.-¿O-otro método?- Me acerque lentamente a él.-Si conozco otro…- Me acerqué a él, deslice mi mano por su cuello hasta sujetarle por la nuca y le besé.

No puedo describir lo que sentí, porque fue corto, un simple roce. Pero, la electricidad que circulo por mi cuerpo después, fue suficiente para darme cuenta de que un simple roce no era suficiente para mi. Le miré, parecía un poco sorprendido. Mi mano continuaba en su nuca, le acerqué de nuevo y le besé con un poco más de intensidad, sus labios chocaron contra los míos pero no hubo reacción por su parte, no lo culpo. Me aleje de nuevo. Esta vez le mire. No sé si ha entrado en shock o no, pero me parece que hice algo que no se esperaba.

-Eh… Solo uno más.- Murmure.

Mis mejillas ardían por el hecho de haberlo dicho y me acerqué de nuevo, esta vez en un contacto más tierno, más sincero y curioso. No sabía si se molestaría, aunque tiene lógica que lo haga si alguien a quien consideras como un amigo te besa. Deje escapar un suspiro de nuevo y luego me aleje.

-L-lo siento… Eh, yo… M-muérdago…- Agite la cabeza aun ruborizado. Creo que me sobrepase un poco, pero al menos… Las cosas son más claras ahora. En realidad, no lo son, solo he logrado confundirme más.

por Invitado Lun Dic 30, 2013 8:52 pm

Besos. Nagisa a recibido y dado besos de diferentes tipos a los largo de su vida, aunque la mayoría de ellos eran inocentes, simples muestras de cariño a familiares o amigos. A besado la frente y mejillas de su madre, al igual que las de su abuela. Fue besado una vez en los labios por una chica en primaria luego de que se le confesara en San Valentin, pero tan solo había sido eso, y también había dado un beso en los labios a otra chica una vez que estaban jugando a girar la botella, pero igual que el anterior fue mínimo y tan solo un choque de labios inexpertos.

Jamas realmente había tenido novia, ni tampoco recordaba si realmente alguna vez se había enamorado, así que el sentimiento era algo misterioso y desconocido para Nagisa. Aun así, si los libros y películas de genero romántica no mentían, el sentirse enamorado es como sentir que millones de mariposas revolotean en tu estomago, que quisieras pasar todo el tiempo con esa persona y hacerla feliz. Jamas se había puesto a pensarlo, pero si lo hacia, él estaba padeciendo esos síntomas. Y esa persona era nada más ni nada menos que Rei Ryugazaki, su compañero de habitación y mejor amigo. Quizás es porque aun no entendía completamente todo esto que no se movió ni produjo ningún sonido cuando Rei le beso, cuando juntos rápidamente sus labios con un roce. Aun así, ese beso no era como los anteriores, era... agradable y cálido, muy cálido.

Para el segundo beso aun tenia sus ojos abiertos, dado que aun estaba tratando de analizar lo que estaba sucediendo, pero en el momento que su mejor amigo le murmuro "solo uno más", cerro sus ojos y recibió el contacto con gusto, mas sin dar una respuesta.

—¿Muérdago? —inquirió, levantando su vista para comprobar que si, sobre ellos había varios muérdagos. —Rei-chan, se supone que cuando dos personas están bajo un muérdago tienen que besarse, y tu solo me has besado. —a cualquiera le confundiría la normalidad con la que Nagisa hablaba de temas de ese tipo, aun así había un muy ligero sonrojo en sus mejillas y una dulce sonrisa en sus labios. —Así que hay que intentarlo de nuevo y hacerlo bien, ¿o es que acaso quieres ofender a los espíritus navideños? ¿Eso es lo que quieres, Rei-chan? Estoy seguro que no, así que... —se acercó aun más a Rei, se acomodo subiendo una pierna al banco para que su cuello no le doliera por la diferencia de altura -que si, era bastante incluso estando sentados- y coloco sus brazos alrededor del cuello de su mejor amigo. — Feliz Navidad, Rei-chan. —murmuro mientras lo miraba a los ojos, sus labios a tan solo un par de centímetros de distancia que rápidamente rompió. Al principio tan solo fue un choque de labios, mas luego comenzó a moverlos y a atrapar el labio inferior de Rei entre los suyos.

por Invitado Jue Ene 02, 2014 11:51 am

Mis mejillas estaban ardiendo, estaba temblando por los nervios y por el simple hecho de dejarme llevar. Y pensé que Nagisa podría odiarme, me imagine muchas maneras en las que podría apartarme y decirme que tengo algo mal en la cabeza, porque no, no es normal que tu ‘mejor amigo’ te de un beso, aunque creo que fueron tres, así que es un poco… Es un poco peor, es más grave y seguramente es algo que nunca debí haber hecho. Deje escapar un suspiro tras alejarme, claramente nervioso. Y en realidad, me encuentro más que nervioso. Y mi explicación parece de lo más estúpida, enserio… ¿Cómo se me ocurrió decir algo como eso? El simple hecho de que Nagisa me crea, que fue solamente por el muérdago, enserio, no creo que eso suceda. Levanto la mirada y me quede observándole como estúpido.

Entonces, entonces él dijo algo completamente extraño. Algo que me hizo pensar que posiblemente él quiere que le besé de nuevo y si eso es lo que él quiere, entonces tendré que aceptarlo. Porque yo también lo quiero… Porque sus labios me dejaron un poco cocinado el cerebro, me dejaron pensando en cosas que no se si serán posibles, pero son cosas que aun así estoy pensando. Sacudí la cabeza, tragué saliva e incluso cerré los ojos para asegurarme de que lo que había escuchado fue justo lo que dijo Nagisa. Es como estar en un sueño, porque no puedo estar seguro de que solo fue producto de mi imaginación. Su sonrisa, su sonrisa hizo que olvidara mi nerviosismo y provoco otra sonrisa en mis labios.

-N-no, ofenderlos no… Eso estaría mal.- Murmure demasiado apresurado, quizás no debí haberlo hecho tan rápido pero así fue como sucedió. Deje escapar una gran cantidad de aire y le observé pensativo, luego se acercó a mi y coloco su pierna en el banco, yo agache un poco mi cabeza y me las ingenie para mantener los míos alrededor de su cintura, si mi corazón había latido como loco antes, ahora estaba por romper su propio record, porque el simple hecho de tener a Nagisa tan cerca, de estar tan cerca de besarlo, no podía compararlo con ninguno otro, mi corazón latía como idiota y yo solamente podía observarle como el idiota que estoy siendo ahora. –F-feliz navidad, Nagisa-kun.- Añadí cuando continúo acercándose a mi. Mis labios se chocaron contra los suyos y comencé a besarlo con mucha eh pasión. Mi labio estaba atrapado entre los suyos, lo que me obligo a atrapar su labio inferior, sentí muchas cosas en ese momento. Tantas que aun no se como definirlas.

Le sujete con más fuerza y continúe moviendo mis labios sobre los suyos, mi lengua acarició sus labios y continúe con lo que hacia, porque Nagisa es embriagante y no puedo dejar de hacerlo. Fue un beso lento, apasionado y no fue para nada fogoso, solo tierno… Pero me aseguré de no dejarle ir hasta que no se le terminara el aire en los pulmones. Me separé de él, pero no abrí los ojos. Solo me dirigí de nuevo a sus labios, para volver a saborear el dulce de ellos, me quede en silencio por un rato, solamente saboreándole, memorizando el sabor porque no tengo idea de si podré volver a hacerlo en alguna ocasión. Finalmente, me aleje. Coloqué una mano en mis labios y me quede en silencio. Luego sacudí la cabeza y miré hacia Nagisa. ¿Qué estará pensando él?

-¿Crees que con eso se mantendrán felices, Nagisa-kun?- Pregunté, con voz pauseada y lamiendo mis labios. Aun estaba ahí, su dulce sabor.

por Invitado Vie Ene 03, 2014 9:30 pm

Debido a que Nagisa es bastante distraído y parece vivir en su propio mundo, muchos tienen la idea de que es bastante inocente cuando a sexo y cosas de ese índole se refiere. Están completamente equivocados. Como la gran mayoría de las personas de su edad, Nagisa ha visto vídeos porno, e incluso tenido sueños "mojados". Sin embargo, al jamas haberse sentido atraído particularmente hacia una persona, la mayoría de dichos sueños o fantasías lo involucraban a él y a una sombra. Bueno, no literalmente una sombra, si no más bien el contorno de un cuerpo humano o algo similar.

Muchas veces se había preguntado que se sentiría besar a alguien de forma apasionada, dejar pequeñas marcas en la piel de otro y que le muerdan el cuello. Y en ese momento tenia a Rei, su mejor amigo por el cual tenia sentimientos aun no definidos, y que parecía estar dispuesto a hacer un poco más que solo darse tiernos besos. Rei era increíblemente atractivo y ademas le agradaba su forma de ser, y a pesar de que no sabia si su amistad seguiría igual luego de esa noche, no tenia planeado dar marcha atrás.

Le hubiera gustado que ese beso durara horas, mas lamentablemente tan solo fueron minutos debido a que sus pulmones necesitaban oxigeno. Tomo una bocanada de aire y luego Rei volvió a juntar sus labios; dejo una de sus manos reposar en una de las mejillas de Rei y degusto sus labios, que tenían un extraño pero delicioso y único sabor. Cuando se separaron y tomaron un poco de distancia, se dio cuenta de que aun no era suficiente. Necesitaba más. Quería más. Deseaba más.

—Creo que no llamamos su atención lo suficiente, Rei-chan. —replico con una sonrisa juguetona. Se levanto, tomo la mano de Rei y le obligo a levantarse. Sin decir ni una sola palabra, lo arrastro hasta una puerta dentro de la sala, la abrió, y se encontró con un pequeño cuarto de limpieza. Perfecto, pensó mientras entraba arrastrando a su mejor amigo y luego cerraba la puerta rápidamente. Soltó la mano de Rei y se apoyo de espaldas contra la puerta. Lo observo de arriba a abajo lentamente, dándose cuenta que realmente le iba a ser muy difícil satisfacer a los "espíritus navideños" con tanta diferencia de altura. —Demonios Rei-chan, eres demasiado alto. —se quejo con un puchero de forma infantil, pero que rápidamente desapareció y fue reemplazado por una sonrisa algo lasciva —¿Que piensas hacer al respecto?—tenia un par de ideas, pero prefería ver si Rei podía pensar en algo con ese brillante cerebro suyo.

por Invitado Lun Ene 20, 2014 6:48 pm

Estaba demasiado nervioso, fue demasiado bueno para ser cierto que él me pidiera que lo hiciéramos bien y el simple hecho de besarnos de forma eh correspondida fue demasiado para mi cabeza. Ahora mismo sentía que estaba en las nubes y no podía dejar de pensar en el contacto de nuestros labios y en lo caliente que se sentía mi cuerpo por el hecho de lo que sucedió. Los nervios eran demasiado pocos como para no estar pensando en ellos. Y yo… No lo sé, me vi obligado a desconectar completamente mi cabeza, porque aunque parezca alguien muy racional y no tengo experiencia en estos temas, aunque posiblemente es debido a esto que no se como reaccionar y que cuando me pongo nervioso no sé que pensar… Y ahora definitivamente no se que pensar.

Es que el simple hecho de haber besado a Nagisa me ha dejado completamente perdido, no sé que hacer, no sé como dejar de pensar en que quiero besarle de nuevo y lo cierto es que lo deseo. Sacudí la cabeza intentando sofocar estos sentimientos que he descubierto tener por mi mejor amigo o algo así, es el primer amigo que tengo así que debe ser normal… Aunque dudo que sea normal… He leído algunas novelas románticas y las mujeres un 85% de las veces se enamoran de sus mejores amigos o del tipo mas popular de la escuela para después darse cuenta de que están enamorados de sus mejores amigos… Pero, hay un pequeño problema. Es cierto que Nagisa y yo tenemos nombres de mujeres, pero lo cierto es que no es la situación… Y no parece un momento ideal para preocuparme por mi orientación sexual cuando lo único que anhelo es besar de nuevo a Nagisa.

El sabor de su boca era demasiado adictivo, tanto o más que el chocolate. Nagisa no sabe que cosas considero adictivas, pero creo que acaba de encabezar la lista. Trague saliva cuando escuche sus palabras, las cuales no sonaron para NADA inocentes. Creo que quizás es porque yo soy demasiado ingenuo, pero estoy seguro de que eso no fue inocente, al menos no de la forma en la que yo pienso que Nagisa es. Incluso sentí un escalofrío recorrer mi espalda y mis mejillas quemaban por el contacto de sus manos. Le observé levantarse, tomar mi mano (la cual también ardía ante el contacto), solo le seguí en silencio, incapaz de hilar mis pensamientos, me encontraba de lo más perdido en ese momento como para pensar con claridad en lo que esta sucediendo. Fui empujado dentro de un cuarto de limpieza y me ruborice en cuanto la puerta hizo ‘clic’ al ser cerrada.

-¿L-lo soy?- Pregunte tragando.-S-supongo que lo siento.- Mis mejillas se tornaron incluso peor tras ver su risa. Deje escapar una risa nerviosa y le empuje contra la otra pared, la que estaba frente a mi.-P-pareces tener más experiencia que yo.- No parecía ser mentira, pero aun así le cargue de los brazos y lo subí en una mesita que estaba en el sitio, era pequeña, como todo lo que se encontraba dentro, pero fue suficiente para permitirme besar tímidamente los labios… Y también, morder con suavidad su cuello. Me aleje un poco más nervioso.-Como te habrás dado cuenta, Nagisa-kun…, soy un idiota inexperto en esto.- Levante mis manos para mostrárselas, están temblando como gelatina…

off:

por Invitado Lun Ene 20, 2014 7:54 pm

El adjetivo que muchos usaban para describirle era "tierno" o "adorable" debido a su corta altura y rostro algo femenino, pero en ese momento sentía que no había ser más adorable que Rei; la forma en la que se sonrojaba y su ligero nerviosismo hacían que Nagisa sintiera que le agarraría diabetes. ¿Quien lo pensaría? Rei Ryugazaki, que era un muchacho tan alto y con muy buen cuerpo, ademas de una inteligencia y personalidad que hacia parecer que lo sabia todo, se asemejaba a un perro abandonado bajo la lluvia en momentos apasionados. Quizás era porque Rei se guiaba mayormente por los cálculos que hacia en su cabeza, mas estos eran inservibles en momentos como esos, donde simplemente había que seguir al instinto y no pensar demasiado.
Todos esos pensamientos hacían que su corazón latiera aun más rápido y sus mejillas se tornaran de un ligero rosa.

—No realmente. —respondió finalmente ante el comentario de Rei, quien lo había cargado en sus brazos sin esfuerzo alguno, y luego lo subió a una mesita lo suficientemente alta como para que no tuviera que levantar el rostro cada vez que quería ver a su mejor amigo a los ojos. —Jamas hice algo como esto con alguien más, ¿sabes? Creo que tan solo estoy haciendo lo que siento que es correcto. —<<...y lo que vi en vídeos porno>>, pensó, mas no se atrevió a decir en voz alta.

Respondió dulcemente cuando sus labios se juntaron de nuevo, resistiendo las ganas de meter su lengua para no intimidar mucho a Rei o algo similar, aunque eventualmente lo haría. Aun así, no pudo contener un pequeño Ah cuando Rei mordió su cuello. Se sentía tan bien... y no entendía porque se había detenido tan rápido. Abrió sus ojos, los cuales tenia cerrados desde el beso, y lo primero que vio fueron unas manos temblorosas. —No eres un idiota, ademas... —junto las manos de Rei y las tomo entre las suyas, acercándolas a su boca para dejar un beso sobre ellas. — ...te ves adorable, Rei-chan. Así que no te preocupes, yo me haré cargo de ti como tu lo hiciste de mi la primera vez que nos conocimos. Confía en mi. —dijo con una dulce sonrisa en sus labios. Ahora sentía que era su deber hacer sentir bien a Rei, ademas de que de esa forma también aprendería que hacer en momentos como ese.

Tomo las manos de Rei y las coloco alrededor de su cintura, guiándolo. Beso sus labios de una forma más brusca que antes, no tan suave y más desesperado, finalmente permitiendo que su lengua entrara en la boca de Rei y acariciara su lengua. Mientras tanto, una de sus manos estaba tocando el abdomen del Rei bajo su remera y la otra acariciaba su cabello. Luego de dos minutos de besos imparables, separo sus bocas que quedaron conectadas por un pequeño hilo de saliva y ni siquiera se molesto en romperlo cuando inclino su cabeza para comenzar a morder el cuello de Rei. Algunas mordidas eran más suaves que otras, y siempre que sentía que lo estaba haciendo muy fuerte, invitaba a su lengua a la fiesta.

por Invitado Mar Ene 21, 2014 7:17 pm

De acuerdo, no estoy seguro de que esta pasando en este momento. Porque el simple hecho de ver a Nagisa ruborizado me hace ruborizar más, y no estoy seguro de que eso sea bueno porque una persona tan racional como yo no se pone normalmente rojo cuando… Esta en una situación desconocida, lo ideal es analizarlo y dejarme llevar por la solución más inteligente y lógica existente, no tendría sentido dejarme llevar por cosas desconocidas porque entonces dejaría de ser la persona que soy y… Tengo que dejar de pensar de esta forma solo logró confundirme más de lo que ya estoy confundido… Esto es tan confuso y molesto.

Escuchar que no tiene experiencia, creo que eso dijo, fue tranquilizador, porque me hace sentir muy bien saber que no soy el único que va a ciegas hacia lo que sea que estemos intentando hacer, porque creo que la cosa se torno mala y desconocida en el momento en el que fui encerrado en este armario por la insistencia de Nagisa. Deje escapar un suspiro cuando escuche lo que dijo, aunque ¿cómo sabe que esto es correcto, que algo como besar a tu mejor amigo es lo correcto? Me confunde un poco, pero la confianza de Nagisa en que esto esta bien logra tranquilizarme, solo un poco. Le bese de nuevo y fue algo dulce, la forma en la que Nagisa correspondió aunque me hizo sentir como si estuviera reprimiéndose y luego no pude resistir el deseo de morder su cuello.

-¿Seguro que no soy un idiota?- Tomo mis manos y luego… Y luego las besó. Ahí esta de nuevo el vergonzoso sonrojo que casi nunca vive en mis mejillas. Supongo que es únicamente en fechas como éstas que deciden venir a vivir a mi rostro, sin preguntarlo, sin siquiera pagar el alquiler, solo aparecen y piensan que pueden hacer de las suyas. –No soy adorable… – Gruñi.-Se supone que tu eres el adorable en esta… Eh… Aquí.- Dude entre decir ‘amistad’ porque sin duda esto no lo hacen los amigos y decir ‘relación’ porque no estoy seguro de que esta sucediendo aquí en realidad.-D-de acuerdo, confiaré en ti.. Pero es mi primera vez.- Medité un segundo mis palabras y me ruborice.-Y-ya sabes, en una… S-situación como esta.- Baje la mirada, con las mejillas en llamas.

Apreté mis manos alrededor de la cintura de Nagisa, después de que él pusiera mis manos en ese sitio. Sus labios empujaron los míos con brusquedad, apegué su cuerpo al mío, jalando su cintura contra mi estómago, creo que sentí incluso más que solo su cintura, me tarde un poco en entender el ritmo, pero mis labios comenzaron a abrirse junto con los de Nagisa y él… Él introdujo su lengua dentro de mi boca, lo que hizo que casi me atragantara y tímidamente tocara la suya con la mía. Solté un gemido dentro del beso, cuando las manos cálidas de Nagisa me tocaron bajo la camisa, no estoy seguro de que paso o de como paso, pero una de las manos que estaba en su cintura con anterioridad ahora estaba acariciando posesivamente su trasero y el otro brazo estaba enrollado en la cintura de Nagisa-kun. Oh, esto se esta tornando incluso más cmplicado en mi cabeza. No sé cuanto tiempo fue, pero me quede con la respiración alterada y los latidos turbulentos en mi pecho, sin alejar en lo más minimo su cuerpo del mío. Deje escapar un gemido cuando los labios tibios de Nagisa encontraron mi cuello y comenzó a dejar mordidas por toda la zona. La habitación poco a poco se llenó de agitadas respiración y gemidos de placer…

-Ah…- Exclame tras una suave mordida. La mano que estaba sujetando su cintura, viajo por debajo de su suéter y atrape uno de sus pezones, cegado por no lo sé, algún tipo de monstruo pasional que no sabía que tenía. Mi otra mano se encontró apretando con brusquedad su suave trasero, sin deseos de frenar, sin deseos de ser detenido. Le estreche contra mi, con más fuerza.-N-na…- No pude decir más al respecto.-¿Esta bien hacer esto?- Pregunte, pero al parecer mi cuerpo no le dio mucha importancia a la pregunta porque apreté su pezón un poco más fuerte.

por Invitado Vie Ene 24, 2014 12:00 am

Pudo sentir como tocaba el cielo cuando Rei comenzó a tocar su trasero, su iniciativa tomándolo por sorpresa. Por un segundo había pensado que su mejor amigo se quedaría quieto y con sus manos temblando todo el rato, hundiéndose en la vergüenza, pero al parecer no quería quedarse atrás.

Continuo mordiendo, lamiendo y besando su cuello, luego se acerco a su oreja y comenzó a mordisquear cariñosamente el lobulo de esta y- se estaban pasando de raya. ¿Como habían terminado así? Todo había iniciado con un simple beso debido a un muérdago, y en ese momento tuvo la opción de simplemente dejarlo así y pasar una dulce navidad tomando chocolate caliente con Rei-chan. Pero no, algo dentro suyo hizo que fuera a por más, y ahora podía sentir como sus pantalones comenzaban a sentirse apretados.

Cuando uno de sus pezones fue apretado y gimió el nombre de su mejor amigo, supo que ese era su limite. No había forma de que pudieran seguir así y no terminar ambos desnudos allí, al menos sabia que él mismo no se podía contener. ¿En que estaba pensando? Puede que ahora se viera feliz, mas estaba seguro de que al día siguiente Rei dejaría de hablarle, quizás hasta dejaría de ser su mejor amigo. No quería eso. Hasta le era difícil imaginarse un día sin hablar con Rei, sin verlo, sin bromear con él y que lo regañara por decir o hacer estupideces.

—R-rei... —lo llamo, mirándolo a los ojos y con su pecho subiendo y bajando. —Creo que es mejor que terminemos aquí, no sé... no sé si podre controlarme si continuamos. Y esto no esta bien, los mejores amigos no hacen esto, ¿cierto? —no iba a mentir, sin duda sentía algo hacia Rei que no podía ser catalogado como simple "amistad", pero no tenia pensado compartir eso por el momento. En lo único que podía pensar era en como poder terminar ese día sin que su mejor amigo lo odiara y pensara que era un pervertido o algo similar. Aunque bueno, al final Rei era tan culpable como él.

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