¿Motivos o solo Acciones? [Priv. Minami]

por Invitado Miér Sep 04, 2013 11:53 am

Molesto, desesperante, agobiante y hasta alucinante de tantas maneras, se empezaba a convertir mi monotonía. No podía el simplemente tolerar que las cosas fueran tan calmadas, causaba un cierto repudio a mi parecer, sentía que me desviaba de mi objetivo principal y de todo aquello que asquerosamente tenía que encargarme, si, la destrucción de toda esta academia y aquellos que apoyaban esta estructura social de razas tan patética; no podía el concede, o más bien aceptar. El que seres tan débiles y basura que rodeaba este mundo, fueran tratados con tanta facilidad entre superiores; obvio que a mi parecer tanto demonios, ángeles y estos dioses, eran simplemente herramientas. Unas herramientas que con gusto utilizaría hasta que se rompieran, pero por esta falsa paz, es que las cosas eran tan aburridas, todo era culpa de el bastardo que creó esta academia y me arrebato tanto.

Eran las 3Am, estaba haciendo el turno de vigilante, o simplemente la fachada de la misma. Era una situación complicada, pues aunque traía mi vestimenta habitual, me movilizaba, cubriéndome con mi capa fina. Otro guardia se daba cuenta de mi actitud tan mezquina y poco servicial. Me estuvo vigilando desde que empezó mi jornada de trabajo, esto era demasiado molesto. No pude investigar la estructura como tal de la academia, para conseguir información o hasta rutas secretas, simplemente tenía que moverme y esperar un instante en que aquel ser dejara de molestar. Pero para mi suerte no era así, necio como todo humano era. Llegue hasta la azotea, donde esperaba en medio del campo, este me llamaba, diciendo un simple “Podría saber que estás haciendo exactamente”, yo estaba a espalda de el, simplemente sonreí. Volteaba y quedaba de perfil hacia el muchacho, luego conjuraba un pequeño maleficio de categoría media. Donde lo introducía en un trance y hacia que contra su voluntad se moviera hasta el borde de el lugar, decirle con una sonrisa quizás forzada –Simplemente, vine a presenciar tu despedida. Eterna

El hombre empezó a llorar, parecía aterrado y yo solo me mantenía inmóvil y sin cuidado alguno de hacer un acto innecesario. El se lanzaba desde la Azotea, dándose con el suelo por obviedad, morir por la altura de el edificio. Suspire un poco mas aliviado, estábamos en vacaciones y la mayoría de los estudiante y profesores, no estaban realmente en la academia, muchos estaban con sus familia y amigos, por lo que quedaba un poco solo la academia, obvio que existiría gente que aun este por estos lados, en los dormitorios estudiantiles y etc. Por inercia encontraría el cuerpo, pero no ahora, lo más seguro. A recostándome de la pared que daba cerca de la puerta donde se entra a la Azotea, quería disfrutar de el cielo, sentía que aquello me había hecho perder tanto tiempo, que ya era innecesario el tener que seguir explorando, supongo que solo tendría que disfrutar de la soledad, mi única verdadera compañía gratificante y que no me causaría problemas. Cerrando mis ojos, sin darme cuenta por el cansancio y estar todo el dia sin dormir, quedaba dormido, a pesar de estar en este contenedor humano, seguía teniendo los efectos básicos de el agotamiento… solo disfrutaba de este dulce sueño.

por Invitado Jue Oct 24, 2013 12:48 am

Pienso que la vida da muchas vueltas, a veces, demasiada para ser buena, si son buenas las vueltas, ¿qué importa cuantas de?

La mayoría de las veces cuando alzo mi mirada es para pensar porque me abandonaron, ¿o será solo que yo me siento sola? ¿Será que nunca podré encajar en un lugar? No soy nada, no pertenezco a ningún lado, no soy un ángel... y no soy un demonio... supongo que solo soy yo... solo Minami. No importa que tanto intento convencerme de que esto no es mi culpa, de que todo esta bien... no dejo de sentirme vacía, ¡no puedo dejar de sentirme como si fuera nada! ¡¿Por qué no puedo sentirme como alguien más?! ¿Por qué soy solo alguien desconocido para mi padre? ¿Por qué no sé quien es mi madre? ¿Qué hice para merecer esto...? ¿Qué hice mal?

Era noche. Caminé por los pasillos sin poder dormir, no llevaba pijama ni ropa para dormir, llevaba un sencillo vestido blanco y unos zapatos rojos. Quizá es algo extravagante para pasear por la academia en la noche, pero bueno, no se me ocurrió ponerme algo más. El frío aire rozaba mis mejillas y frotaba mis manos contra mis brazos en busca de calor. Mis cara tenía un color algo pálido, mi cuerpo temblaba levemente, pero aún así no volvería a mi habitación, no deseaba para nada estar en un cuarto oscuro, no quería sentir miedo de mi soledad, no quería sentir miedo de mi misma.

El frío era abrazador, realmente me había arrepentido de no llevar algo para abrigarme, mi boca temblaba al igual que el resto de mi cuerpo. Me detuve un rato en la azotea a ver dos personas que estaban ahí... y... yo debía estar ciega... o el sueño me afectaba... p-pero... ¿uno de ellos se lanzo d-de la azotea...? No... e-eso no podía ser... era solo yo... -¿Q-qué...?.- Me tape la boca con las manos y me escondí... ¿quería esconderme realmente? Porque... podía hacer lo mismo que la otra persona... quizá... quizá así mi sufrimiento terminaría... ¡así todo acabaría! ¡Simplemente dejaría de existir!

Me acerqué lentamente... pero preferí esconderme en las sombras, si la persona que estaba ahí no quiere verme. Me metería en tantos problemas que no tendré que suicidarme, los problemas me aplastarán. Prefiero mantenerme escondida que acabar con mi vida, solo... esconderme por siempre.

Off roll:

por Invitado Jue Oct 24, 2013 1:10 am

Estaba el trabajo listo, pensaba que era momento de descartarlo todo y largarme, tenía que empezar a planificar como dar las siguientes jugadas, estaba demasiado monótono y indeciso, supongo que era la emoción de no saber por dónde comenzar, pero a la vez me sentía ridículo, no quería permitirme tal ineficiencia, no creo que podía de cualquiera forma. Use un conjuro leve de sellado, quería pautar esta zona para vincularla con mi magia, pero entonces sentí la vibraciones de otra alma, o similar. Era algo raro, creía que nadie estaría molestándome a estas alturas, pero parece que me había equivocado respecto a eso. Cerré los ojos un momentos y decidía el narrar una pequeña charla a solas, un conjuro de maleficio corrompido –Ojo de el abisal, cual oscuro y valeroso esta, llévame ante el señor de las sombras, que dará, el final de los días que el comenzara.

Entonces me iba consumiendo poco a poco en la sombra mía, hasta desaparecer. ¿Por qué hacia esto?, sencillo, quería encargarme de hacer bien mi trabajo. Aparecía en la sombra de aquella sabandija insolente, que se estaba mofando de mi, al creer que podía de ocultarse de mí, era ridículo el solo pensar que existían seres tan ingenuos. Alzaba mi mano con rapidez a su cuello, presionándolo y ejerciendo fuerza inmediatamente. Mis piernas las colocaba estratégicamente, pues la empezaba a levantar, mientras presionaba su cuello con un brazo, necesitaba usar una buena posición, para no cometer un error.

Espero hayas disfrutado el espectáculo- Pero antes de continuar, le miraba a los ojos, quería de ver miedo y quizás sufrimiento como desesperación, pero en cambio sentí lo que bien llamaría una sensación de dejar y depresión prolongada. Era una exquisita un espécimen así, pero no podía sacar muchas conclusiones con solo verle, quizás necesitaba más para poder estar con claridad lo que acababa de llamar mi atención; en el mejor de los casos, si tenía suerte, puede que la dejara tranquila. Movía mi cabeza un poco, para asegurarme de quitarme la tensión de mi cuello ante la molestia de la situación. Entonces le soltaba, esperando a que tomara aire o se recompusiera, seguramente sabría que intentar escapar sería ridículo, y si intentaba ser violenta, me aseguraría de darle un escarmiento apropiado.

En otro caso debería encargarme de desaparecer la basura, pero pareces que tienes algo de entretenido. ¿Quién eres?, y porque pareces una muñeca de trampa sucia y abandonada, sin dueño alguno que quisiera reclamarla- Sin tacto o labor de buen samaritano, inmediatamente daba aquel dialogo como si fuera una flecha mandada directa a ella, quería ver si lograba acertad y si no, simplemente continuaría dando comentarios igual de filoso, lo que me interesaba era ver la esencia de aquella chiquilla, saber exactamente que podía de ver entretenido en esta noche tan asquerosa. Je, tenía tiempo que no jugaba con mis presas, pero sentía, tenía una buena corazonada, que esto me iba a complacer mas allá de lo que acostumbraba, me emocionaba tanto esta idea, que me encargaba de cruzarme de brazos, estando firme y sereno, a la espera de su respuesta, mientras que pasaba una brisa la cual movía mi capa, realmente no daba sensación alguna la temperatura del lugar, pero no sabía si para ella sería igual.

por Invitado Sáb Ene 11, 2014 2:15 am

Muchas veces sabes que ya la cagaste con tan solo esa pequeña corazonada y creo que ese presentimiento fue correcto.

Mis piernas comenzaban a temblar y el miedo me estaba colapsando, ¡no creía lo que mis ojos habían visto! Seguro todo era una mentira... una ilusión, quizá, una ilusión creada por el sueño. ¡Se estaba comenzando a desvanecer! ¿Qué tiene eso de normal? Aunque... bueno, este lugar no es nada normal, pero, pero, pero... ¡Ahg! Bueno, creo que esto es más raro que todo lo demás, ¡se desvaneció! ¿Cómo eso no es raro?

Me di la media vuelta con intención de huir pero... él me tomó del cuello con una mano y comenzó a cortar mi respiración, quería golpearlo, pero soy débil, eso solo ocasionaría más problemas, terminaría como el otro hombre. Me levantó solo con el brazo con el que me ahorcaba, mis zapatos cayeron al suelo, tan solo unos segundos después de que me levantó, observé hacia abajo y luego miré a sus ojos, cualquiera se daría cuenta de que estaba asustada, intentaba ocultarlo, quería ser valiente, pero, ¿a quién engañaba? Estaba más asustada que nunca. En fin, eso era todo. Tendría la muerte que tanto anhelaba, mis pulmones ya no respirarían mas el aire y dejaría de criticarme tanto por mi raza. Dejaría de sentirme tan inútil.

"Espero hayas disfrutado del espectáculo", estaba lista para morir, ya no tenía miedo, ya no sentía nada, ya no sentía la depresión de siempre, no me sentía inútil, mi mirada era vacía después de sus palabras.

Miré a otro lado, al cielo, quería ver lo que nunca tendría. Miré al piso, tampoco tendría un infierno, supongo que estaré destinada a estar por quien sabe donde, simplemente observando los dos sitios, si poder esta en ninguno. Miles de pensamientos pasaban por mi cabeza. ¿Donde llegaría a parar? ¿Existiré después de morir? ¿Moriré siquiera? Observé como movió su cabeza y al instante me soltó, ¿no planeaba matarme? ¿Por qué me soltó? Demasiadas preguntas, todo es extraño, no entiendo. Debiste solo dejarme morir.

Tomé una gran bocanada de aire y después lo solté en un pesado suspiro. -Pudiste matarme... ¿por qué no lo hiciste...?- Miré al suelo y mis ojos retrataron furia por un momento. -¡¿P-por qué no lo hiciste?!- Al principio mi voz fue en un tono bajo, pero subió un poco antes de terminar, no estaba enojada, simplemente no entendía. Mi respiración fue más calmada poco a poco, me sentía más relajada, no tenía intención de correr, sería ridículo.

Me dijo "muñeca de trapo sucia y abandonada", me sentí mal, porque sé que es verdad, no voy a negar eso, es lo que soy, nadie quiere reclamarme, nadie me cree especial, no soy nada. -Basura... bueno, ya lo dijiste tú, soy basura, así que supongo que con eso tienes una buena respuesta a tu pregunta.- Sus palabras eran como dagas en el corazón, pero, no diré nada, no puedo, voltee hacía abajo. Si lo que él quería era ver que tan débil era lo lograría de cualquier manera, con palabras golpes o otras maneras. Quería que... ah... ¿cómo es? Quería que "me tragara la tierra", le miré un instante, mi mirada no era llamativa ni interesante, solo, deprimente y vacía, sus ojos eran serenos pero con un aire demandante. De alguna forma llamó mi atención, pero lo que pasaba por mi mente en ese momento solo era "quiero irme", no sabía que iba a pasar o que hacer, le dejaba todo al destino, sí, sé que es ridículo eso, pero no importa. No me guío mucho de mi instinto, pero, pero no me sentía en peligro, me sentía alarmada, pero tranquila, no sabría como explicarme. Supongo que lo que pienso yo es muy diferente a lo que él piensa.

Me puse nuevamente mis zapatos y suspiré nuevamente, esta sería una noche larga.

por Invitado Sáb Ene 11, 2014 11:19 pm

Peculiar sin duda. En si todo lo que podría opinar de este individuo a parte de su falta de autoestima y su característica tan utilizable, al igual que una prostituta barata que ya no toma importancia a su cuerpo, esta chica no tenía mucha diferencia de una. Le mire con detalle, estaba prácticamente examinando un objeto perdido al cual dudaba si reclamar o tirarlo al fuego para que no estorbara mas —Puede ser que me divierta un poco mas— divague por un momento mientras que le observaba. Le tome de la muñeca con brusquedad y la levante con suficiente fuerza para elevarla del suelo de nuevo, mientras que mantenía mis ojos fijamente en sus orbes.
—Bueno basura, parece que tendrás dueño por un tiempo o hasta que me canses, veremos que tanto valor puedes mostrar por dentro, a pesar de esta cubierta de tanta mugre— Comente con un tono despreciativo pero a su vez directo.
Conjure algunos maleficios de nivel alto, luego con mi mano libre; la acercaba a mi boca mi dedo índice y lo mordía, lo suficiente para hacerlo sangrar. Mi magia la cual era corrupta, empezaba a impregnar directamente mi sangre. Se convirtió aquel líquido, ahora en una especie de babosa de sangre la cual desprendía energía maligna por si sola. La babosa se lanzo hasta el brazo de ella que mantenía agarrado con una mano, moviéndose escurridizamente por este. Cuando llego hasta su codo, para ser preciso al lugar donde suelen inyectar. El parasito mordía la piel de Minami, al punto de abrir una fisura y impregnarse en esta. Exacto, había creado un pequeño parasito de dominio, el cual entro por su vía sanguínea y se encargaba ahora de sellar la herida con rapidez, pero dejando una especie de marca no de herida, sino más bien como un tatuaje.

Le solté de inmediato para que volviera a tocar suelo. Suspire de manera cansada y me gruñía un poco el estomago, en realidad no había comido nada en un buen tiempo, no era fácil tener un contenedor mortal a estas alturas. Me cubría con mi capa, manteniendo mis brazos y torso totalmente cubierto, solo se podía visualizar con normalidad mi cabeza y parte de mis pies. Le daba la espalda enseguida a aquella chiquilla.
—Espero sepas cocinar, iré a la cafetería. Mejor será que me sigas, en este momento eres mía. Y si no quieres que termine no matándote, si no abusando de tu cordura hasta el límite, no me retes— Mencione.
Concentre un poco de mi energía para transmitírsela hasta ella, hacia que mi magia buscara penetrar desde donde estaba el tatuaje (El cual era un dibujo de un corazón y algunas cadenas), el parasito en si no era mortal, no podía asesinar. Pero al ser una energía tan concentrada como la mía, causaría que no la aceptara y esto daría signos de dolor inmensos suficientes para simular el dolor de la muerte hasta capaz, pero no sin asesinar.

Mande una cantidad mínima de energía, para mostrarle el dolor que podía causarle. Estaba desinteresado de lo que hiciera ahora, bien podría entretenerme torturándole, o ella podía aceptar las cosas como ahora; pues me creía muy generoso al darle ahora un incentivo a esta existencia sin valor, mostrándole que en este momento, un ser estaba dejando su fijación en ella a pesar de su mera estupidez.

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