Mi primer día de clase [Kahori + libre 2 personas]

Siempre le gustaron las cosas saludables, n solamente porque su abuela le había inculcado ese gusto, si no también porque le alegraba demasiado el sabor dulce que tenían esos tubérculos, porque según Yui las zanahorias lo eran. Sonrió levemente, era tan dulce que las personas solían decírselo y provocaba su enojo, lo que la hacía ver más tierna, nada bueno para la presidenta. Sonrió un poco ante las preguntas de las chicas que veía por primera vez en clase, aunque quizás era porque en otras clases se había mostrado demasiado adormilada y no admiraba a su alrededor, era imposible para su mente no haber captado a esas hermosas chicas… -Sep, Alice in Wonderland. Y no… No tampoco.-- Dijo con una sonrisa para ambas chicas.-Solo me dieron ganas de disfrazarme de esa forma. Y Kahori, creo que no es una obra, pero pienso adaptarla.- Si algo no iba a hacer Yui era rendirse. Le encantaba aquel libro y todas las adaptaciones que se habían hecho de la obra, así que representarla sería una cosa importante.

Le agrado que esas lindas chicas quisieran unirse al club de teatro, después de todo las personas que estaban en él eran muy pocas y no sabía si había otros que tuvieran interés en dicho hobby, así que al menos de esa forma encontraría maneras de estar con más personas y hacer mas grande su familia. Eso sería genial. Las chicas lindas y tímidas eran las mejores, al menos según Yui.-¡Enserio! No se preocupen… Por el momento hay personas muy tímidas, pero creo que lo haremos bien.- Dijo incluyéndose a ella misma en la frase, después de todo, eran Allen, Himeji y ella, al menos de momento. Y solo se había reunido con la segunda, el primero era un chico al que pensaba acosar junto con Lizzie aunque por el momento esa confesión era top secret.-Si, mi abuelita también me animaba mucho, así que me gustaría hacer lo mismo por los demás.- Les sonrió. La de cabellos claros estaba muy sonriente ese día.

Haru parecía entusiasmada por la idea y eso no podía dejar de alegrar a Yui, le gustaba que las personas se mostraran tan felices y todo eso, después de todo las sonrisas eran algo de lo que más valoraba, según ella, lo que hacía más hermosas a las personas.-¡Yo estoy super emocionada por todo. En especial por hacer nuevas amigas. - Le dio cierta importancia a esa última frase que dijo, porque bueno, para Yui no había nada más importante, al menos ahora que Mery no estaba en la academia y todo se tornaba molesto y lleno de nervios. - ¡Estoy tan nerviosa que no se que decir!- Confeso sonrojada la ojiazul girando la cabeza de un lado a otro. Se había retenido para no hacer eso.

Kahori dijo que Yui-san transmitía confianza y es que era cierto.

-Estoy de acuerdo con Kahori – dije con una sonrisa, Yui-san confesó que estaba muy emocionada por todo, pero sobretodo por hacer nuevas amigas. Sería fantástico si todos los humanos fuesen mas o menos como Yui-san, pero claro … nadie es igual. Kahori propuso ir a por las hojas de inscripción ya que teníamos tiempo. Yui-san estaba tan nerviosa que no sabía que decir.

Sonreí porque, cuando Yui-san se ponía nerviosa, se la veía tan adorable... tanto como un ángel. No me extrañaba que me quisiera hacer amiga de una persona tan especial como ella.

-Tranquila Yui-san – sonreí – mientras a ti te agrade la idea de que nos unamos al club no sucede nada no?- no sabía si eso la tranquilizaría al menos un poquito, pero esa era mi intención. - yo estoy de acuerdo con Kahori, podríamos ir a por las hojas de inscripción y así empezar cuanto antes.

Estaba feliz. Yui tenía muchos amigos, pero no muchos con los que pudiera contar realmente. Y por eso le alegraba haber conocido durante clases a esas chicas tan tiernas que parecían saber tanto al respecto. Digo, mas bien que parecía que la apoyarían en sus raros intereses. Los cuales eran en este momento crear un maravilloso club donde todos pudieran estar felices y disfrutar de lo que mas les gustará, sabía que ambas iban a entrar al club de música pero la verdad también le gustaría oír de algún estudiante cuya primera opción fuera entrar al club de teatro. Cuando eso pasara sin duda Yui explotaría de la felicidad y las personas se darían cuenta de que en vez de tener viseras dentro unas lindas y esponjas bolas de algodón de azúcar saldrían de dentro de ella. Raro, pero Yui piensa que todo es posible y nadie esta más loca que ella de momento. Así que dentro de lo que cabe la posibilidad en la lógica de Yui es posible aquello.-¡Es un poco complicado, pero no importa! De verdad quiero hacerlo.- Había muchas temáticas oscuras sobre Alice in Wonderland y aun así la pequeña de melena larga quería aventurarse en esa historia con su propia versión o de la forma que mejor le fuera. Le entusiasmaba.

Mostró una inocente y sincera sonrisa, a decir verdad no veía nada mal en que ellas se unieran a su pequeño y poco elaborado club, de hecho le emocionaba tanto que no encontraba las palabras correctas para explicar o mostrar la felicidad que corría dentro de ella. -¡Gracias! Me encantaría acompañarlas, si a ustedes no les molesta.- Sonriente, espero alguna palabra de su parte.

Off: Perdón que este tan corto T_T

Off: ahora me podéis pegar tanto como queráis.... e estado ausente bastante tiempo y no e dicho nada T.T lo siento Pd: me estoy quedando sin imaginación, creatividad! la luz divina me esta dejando por otra T.T (si... estoy muy mal...)

Sonrisa tenue le pregunto a Yui-san si quería acompañarnos a por las fichas del club de teatro, Yui-san acepto gustosa.

-Por supuesto que no molesta - dije sonriente, que emoción, era así como se sentía la gente humana al trabar buenas amistades? Recogí las cosas y espere a que Sonrisa tenue y Yui-san estuviesen listas para dirigirnos al club.

Comencé a tatarear una canción al azar, no muy alto pues no quería que todos se enterasen de que estaba mas feliz que una perdiz y con ello molestar a alguien.

-Yui-san, sabes si hay alguna obra de teatro que se deba representar dentro de poco? - dudaba mucho que al entrar hubiese una obra que representar pero no era del todo imposible no?

Comencé a caminar, la verdad es que mas que caminando iba trotando, me recordaba a una niña de la tele, una tal Heidi. Estaba contenta y no había forma de esconderlo, entre el tatareo, y el trote que llevaba cualquiera podía decir que estaba extremadamente feliz..

¡Era completamente divertido! Yui estaba un poco loca pero eso no quitaba el hecho de que le divertía por completo el hecho de poder divertirse con tantas personas... ¡Era divertido! Y no era una chica que tuviera muchas amigas, así que el simple hecho de hacerse más cercana a Kahori y Haru le emocionaba, incluso pensaba que podían tener una fuerte amistad por mucho tiempo. Aunque llevaba poco tiempo conociéndolas podía darse cuenta de que ellas tenían también una relación sincera entre ellas y muy larga. Eso la hacía feliz. Porque podía darse cuenta de que aquellos lazos fuertes entre ellas también podrían ser fuertes entre las tres, Yui era un poco perceptiva y le alegraba poder estar junto a esas chicas. Que le caían bien. No lo iba a negar, le agradaban mucho.

Ante la pregunta de Haru, Yui dirigió su dedo índice a un lugar sobre sus labios, aportando nuevamente su pose pensativa, Yui era un poco rara, pero eso no le quitaba lo adorable a cada una de las acciones que daba a conocer.-Creo que sería el príncipe rana. Aunque aun no tenemos muchos miembros. Quizás dos chicos interpreten los protagonicos. Yui-tan quiere ser el rey.- Comentó mientras apartaba el dedo de aquel lugar y miraba a aquellas chicas con una leve sonrisa.-¡Me pone muy feliz saber que entraran al club!- La felicidad de Yui era notoria y rebosante y no tenía intensión de ocultarla. Cuando se dio cuenta de que todo estaba por finalizar la chica comenzó a dar pequeños saltos por ahí, si, bueno, era algo como un conejo y le gustaba mucho saltar...

Lo que le dijo Kahori fue suficiente para sacarle el corazón de la emoción.-¡Genial! Yui-tan también esta muy feliz por eso! Tener amigos parece una gran aventura.- Exclamo con una sonrisa. Luego continuo caminando y viendo como Haru caminaba de esa forma tan llamativa y un rato después se unió a ella.

Ante mi pregunta, Yui-san me informo que creía que la obra más cercana para que se representase era el "Príncipe Rana" lo malo era que no había muchos miembros, me sorprendí cuando Yui-san confeso que quería representar al Rey. La verdad era que un papel tan importante como el de un rey le quedaría bien, bueno al menos yo creía eso pues la chica se veía la mar de entusiasta y seguro que se metía de lleno en el papel.

Sonreí cuando Yui-san expresó su felicidad, a mi también me alegraba de que mi compañera se sintiese feliz y quizás sería capaz de deshacerme de esta vergüenza y volverme alguien tan sociable como Sonrisa tenue y Yui-san. No cabía en mi de gozo, mi emoción era tal que no podía dejar de demostrarla, comencé a trotar por los pasillos mientras tatareaba una canción aleatoria.

Yui-san y Sonrisa tenue se habían quedado un poco atrás pero mi sorpresa fue cuando Yui-san apareció a mi lado, acompañándome en el trotar que llevaba en aquellos momentos. Los humanos de verdad eran interesantes, esas emociones tan fuertes de felicidad y emoción me resultaban placenteras, no sabía bien bien como calmarlas pues a este paso podría decir que me estaba volviendo hiperactiva.

Ya quedaba menos para llegar al club de teatro y me planteé una cosa, si Sonrisa tenue y yo entrabamos en el "Príncipe Rana" que tendíamos que interpretar? Cual sería nuestros papeles? Yui-san había dicho que había dos chicos los cuales quizás interpretaban los principales. Puede que me encargase del vestuario o de el decorado del escenario, de todas formas, si mi presencia entraba en la obra intentaría que no fuese un papel muy llamativo pues era mi primera vez y no creía que me pudiese acostumbrar tan rápido al publico, no?

-Estoy emocionada y a la vez nerviosa - Los humanos, definitivamente, eran complicados en cuanto a sentimientos.

Estaba impaciente. ¡Podía notar claramente los latidos acelerados de mi corazón! Parecía que dentro de mí galopaban un montón de caballos, como si intentasen ganar una carrera. Bueno, eso era un poco extraño pero ¿en esta Tierra quién no era extraño? Los humanos eran el ser más peculiar que podía haber encontrado. Solo hacía falta escuchar lo que acababa de decir Yui-san “Los nervios son una buena señal” ¿De verdad? Nunca habría pensado que los nervios eran algo “bueno”

Ya se podía apreciar la puerta del club de música y parecía que mis tímpanos temblasen a cada latido de mi corazón. ¿Conocería a más humanos?¿Serían tan agradables como Yui-san? ¡Ojalá! Ya tenía ganas de entrar y tocar el violín. ¿Cuánta gente habría en el club? ¿Y si no les caía bien? No. No debía pensar de forma negativa… al menos aún no. Era realmente excitante a la par que me daba un poco de miedo. Era normal ¿verdad? Que el corazón se desbocase, que apareciese una sonrisa extraña  dibujada en tu rostro, que sintieses ganas de empezar lo que fuese pero a la vez no. ¡Los sentimientos de los humanos estaban completamente desnivelados! No los entendía pero aún y así eran agradables, era extraño. ¡No me entendía ni yo misma!

-¿Creéis que habrá mucha gente? – hacía apenas una milésima de segundo que deseaba conocer a los miembros del club y ahora me daba pánico que hubiese mucha gente. ¿Podría calmar estos sentimientos tan agotadores? Esperaba que sí y esperaba que eso sucediese pronto aunque tenía la ligera sensación de que estos tardarían una eternidad en desvanecerse.

Me situé delante de la puerta, y miré recelosa el pomo. ¿Abría la puerta o mejor dejaba que Sonrisa tenue o Yui-san lo hiciese? Me quedé pensativa a la par que miraba a mis compañeras. Miré a Sonrisa tenue, ella lograba disipar parte de estos sentimientos tan peculiares puesto que su presencia me infundía tranquilidad y seguridad y… ahora que Yui-san era mi amiga, su presencia también era bastante relajante. Decidí esperar a mis compañeras para abrir la puerta del club.

- ¡Mi corazón va muy rápido! ¿Os pasa lo mismo a vosotras? – coloque ambas manos sobre mi pecho, temiendo que en algún momento mi corazón saliese corriendo. Observé a mis compañeras y les dedique una pequeña sonrisa nerviosa.

La pregunta de Haru con respecto a la cantidad de gente que debería de haber en el club de música me dejó un poco pensativa. Lo cierto es que no me había planteado esa pregunta... Greenlight era muy grande y albergaba muchos alumnos... No sería para nada extraño que en club de música estuviera bastante lleno... El pánico escénico se apoderó de mi, pero las palabras de la señorita Yui me calmaron en parte. Lo más seguro es que todos los que entraban por primera vez al club sentían el mismo nerviosismo que nosotras tres ahora.
Haru llegó la primera a la puerta, pero no se decidió a abrirla. Tan tímida como siempre, no pude evitar sonreír con ternura. Yuya siempre vociferaba que odiaba ser tan tímida, que la bloqueaba frente a las personas, que se veía obligada a permanecer en silencio sin decir nada para no sentirse ridícula, pero yo creía que era una especie de virtud. Existen muchas personas que no deparan en las cosas que hay a su alrededor, por otro lado una persona tímida si puede hacer porque calla y escucha...

–Sí – Reí ligeramente – Jamás he estado en un club y no sé lo que me espera...

Le respondí a Yuya su cuestión de si me encontraba realmente nerviosa. Quizás no lo aparentaba, pero en ocasiones me podía poner tan nerviosa que me gustaría saltar para soltar tensiones y poder dejar de sentir como pequeñas agujas interiores me pinchaban por todos lados al sentirme nerviosa. No era un sentimiento del todo desagradable, pero sentías como si te fueras a morir debido a las emociones.

–¿Entramos? – Pregunté con una sonrisa a ambas chicas tomando la iniciativa y sujetando el pomo.

Inhalé aire para cobrar valor y por fin abrí la puerta dejando paso al club. El interior estaba oscuro, como si no hubiera nadie... Quizás habíamos venido en un mal momento cuando tenían un descanso. Esperaba que no fuera así porque si no... vaya fallo que habíamos tenido... y si esperábamos nos pondríamos incluso más nerviosas y lo pasaríamos peor.

–¿Hola? – Llamé.