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Shoppaholic's Valentine
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Shoppaholic's Valentine
por Invitado Jue Feb 13, 2014 5:31 pm
Shoppaholic's Valentine
Ah... San Valentin.
A diferencia de lo que uno pudiera pensar en principio, no son pocas las parejas que han elegido hacer del centro comercial su lugar de encuentro aquella tarde. Lógico, por otro lado: Bares, restaurantes y multitud de tiendas repletas de cajas de bombones con forma de corazón para los enamorados amantes de ese peligroso riesgo que supone comprar un regalo a última hora son sólo una pequeña parte de lo que el centro comercial más concurrido de la ciudad puede ofrecer una tarde tan señalada. De hecho, se mire por donde se mire, se puede observar a una o dos parejas de la mano, entrando y saliendo de los fotomatones, o simplemente observándose embelesados...
Y es que, a pesar de toda la gente que se ha visto atraída por el lugar, cada quien parece finalmente conseguir un pequeño instante íntimo y agradable, un momento en una burbuja aislada del frío invernal que impera en la calle así como del resto del mundo. Con todo, para aquellos quizá algo temerosos de un encuentro con un desconocido las opciones no disminuyen ni se tornan menos apetecibles, desde los puestos de artesanía diestramente colocados en la calle principal del centro hasta los locales más desenfadados conforman el amplio abanico de elección.
A diferencia de lo que uno pudiera pensar en principio, no son pocas las parejas que han elegido hacer del centro comercial su lugar de encuentro aquella tarde. Lógico, por otro lado: Bares, restaurantes y multitud de tiendas repletas de cajas de bombones con forma de corazón para los enamorados amantes de ese peligroso riesgo que supone comprar un regalo a última hora son sólo una pequeña parte de lo que el centro comercial más concurrido de la ciudad puede ofrecer una tarde tan señalada. De hecho, se mire por donde se mire, se puede observar a una o dos parejas de la mano, entrando y saliendo de los fotomatones, o simplemente observándose embelesados...
Y es que, a pesar de toda la gente que se ha visto atraída por el lugar, cada quien parece finalmente conseguir un pequeño instante íntimo y agradable, un momento en una burbuja aislada del frío invernal que impera en la calle así como del resto del mundo. Con todo, para aquellos quizá algo temerosos de un encuentro con un desconocido las opciones no disminuyen ni se tornan menos apetecibles, desde los puestos de artesanía diestramente colocados en la calle principal del centro hasta los locales más desenfadados conforman el amplio abanico de elección.
Reglas del evento
1) El tema que deberán responder antes que los demás que tengan será el del evento, porque tiene una fecha límite.
2) No se pueden abandonar los temas.
3) Al menos 2 contestaciones por semana.
2) No se pueden abandonar los temas.
3) Al menos 2 contestaciones por semana.
Invitado- Invitado
Re: Shoppaholic's Valentine
por Invitado Jue Feb 13, 2014 8:08 pm
De acuerdo, si alguien pudiera decirle a Felipe porque se había decidido por pasar una vergüenza de ese nivel al pedir encontrarse a ciegas con una persona que podría ser un hombre… Entonces, no estoy segura de cual sería su reacción, seguramente como un niño asustado que no sabe que hacer o simplemente como un pobre hombre con memoria a corto plazo y si, negará a ver participado en algo de ese calibre.
Cuando estuvo finalmente en su habitación, le había llegado una nota que le citaba en el centro comercial. Al verla se sorprendió demasiado y no supo que hacer al respecto con aquella nota, estuvo a punto de tirarla a la basura y fingir que no había recibido nada, pero… No podía hacer algo como eso, no podía ser tan egoísta como para evadir un compromiso de esa forma, por eso tuvo que ser fuerte, mucho más fuerte de lo que ha sido en el pasado. Estaba dispuesto a no salir huyendo de nuevo. Así que lo que hizo ese día, fue vestirse para la ocasión, aunque quizás también sería útil que alguien le mencionara las prendas que NO debería usar en una fecha como esa.
Comenzaba a pensar que quizás no ha sido la idea más brillante que tomó en su vida, porque mientras caminaba hacia la zona de autobuses para ir al centro comercial, sentía que no encajaba para nada. Tenía un poco de frío en ese momento, llevaba una polera con gorro y debajo una camisa de un pálido color azul y pantalones negros. Se vería bien si no tuviera ese estúpido suéter encima de esa camisa que iba tan bien con sus ojos… Felipe es tan malo para vestir que será un éxito si su pareja no escapa despavorida por el miedo que pueda sentir debido a su falta de sentido por la moda. Traía un reloj en la muñeca, estaba un poco desesperado y no sabía si iba tarde, estaba tratando de no pensar en ello. Tomó el autobús, aunque se tomó su tiempo en notar que estaba ahí, quizás no debería perderse tanto en sus pensamientos o podría bajarse en el sitio equivocado.
Se bajo en la parada equivocada, había pensando en caminar o escapar. Lo cierto es que estaba demasiado nervioso como para llegar a ese sitio, aunque la verdad, ahora que lo pensaba… ¿Qué tan probable era que esa persona dirá con él? No habían sellado ningún acuerdo sobre que era lo que usarían o algo así… Si, bueno, eso le daba cierto alivio, porque podría pasar desapercibido si no quería encontrarse con esa persona. Al ingresar al centro, se sentó frente a una tienda de bombones, pensó que si se le veía solo al menos la persona tendría una pista sobre quien era y con mucha suerte, nadie se presentaría y podría ser solo un momento incómodo… Solo eso. Y sería libre de nuevo.
-Ahora solo queda esperar. –Suspiro y se acomodo los lentes.
Cuando estuvo finalmente en su habitación, le había llegado una nota que le citaba en el centro comercial. Al verla se sorprendió demasiado y no supo que hacer al respecto con aquella nota, estuvo a punto de tirarla a la basura y fingir que no había recibido nada, pero… No podía hacer algo como eso, no podía ser tan egoísta como para evadir un compromiso de esa forma, por eso tuvo que ser fuerte, mucho más fuerte de lo que ha sido en el pasado. Estaba dispuesto a no salir huyendo de nuevo. Así que lo que hizo ese día, fue vestirse para la ocasión, aunque quizás también sería útil que alguien le mencionara las prendas que NO debería usar en una fecha como esa.
Comenzaba a pensar que quizás no ha sido la idea más brillante que tomó en su vida, porque mientras caminaba hacia la zona de autobuses para ir al centro comercial, sentía que no encajaba para nada. Tenía un poco de frío en ese momento, llevaba una polera con gorro y debajo una camisa de un pálido color azul y pantalones negros. Se vería bien si no tuviera ese estúpido suéter encima de esa camisa que iba tan bien con sus ojos… Felipe es tan malo para vestir que será un éxito si su pareja no escapa despavorida por el miedo que pueda sentir debido a su falta de sentido por la moda. Traía un reloj en la muñeca, estaba un poco desesperado y no sabía si iba tarde, estaba tratando de no pensar en ello. Tomó el autobús, aunque se tomó su tiempo en notar que estaba ahí, quizás no debería perderse tanto en sus pensamientos o podría bajarse en el sitio equivocado.
Se bajo en la parada equivocada, había pensando en caminar o escapar. Lo cierto es que estaba demasiado nervioso como para llegar a ese sitio, aunque la verdad, ahora que lo pensaba… ¿Qué tan probable era que esa persona dirá con él? No habían sellado ningún acuerdo sobre que era lo que usarían o algo así… Si, bueno, eso le daba cierto alivio, porque podría pasar desapercibido si no quería encontrarse con esa persona. Al ingresar al centro, se sentó frente a una tienda de bombones, pensó que si se le veía solo al menos la persona tendría una pista sobre quien era y con mucha suerte, nadie se presentaría y podría ser solo un momento incómodo… Solo eso. Y sería libre de nuevo.
-Ahora solo queda esperar. –Suspiro y se acomodo los lentes.
Invitado- Invitado
Re: Shoppaholic's Valentine
por Invitado Jue Feb 13, 2014 9:57 pm
-Creo que así está bien-
Me miraba al espejo por última vez antes de salir de mi habitación y tomar el autobús hacia el centro comercial, no es que sea una persona particularmente vanidosa o narcisista, para ser exactos si por mi fuera iría desnudo por la vida ya que sería mucho más fácil y cómodo, pero esta no era una buena idea ahora mismo, ya que en primer lugar es invierno y no deseo morir congelado!, y segundo hoy tenía una cita a la cual seguramente le incomodaría que llegara desnudo.
El pensar que tenía una cita me sonaba algo extraño considerando que todo esto sucedió después de un extraño discurso del director, pero ya que actualmente no tengo pareja y siempre estoy dispuesto a conocer gente nueva me pareció una idea magnifica. Había estado todo ansioso las semanas posteriores a inscribirme en el evento, esperando inquieto a saber el lugar y la hora del encuentro, daba vueltas en la cama, comía deprisa, incluso llegue temprano a clases por primera vez en mi vida ya que de los nervios no lograba conciliar el sueño por la noche.
Después de dar un último vistazo a mi atuendo, el cual era bastante sencillo pues constaba de una polera entallada blanca con un dibujo de todas musicales color negro en mi costado derecho y que tenía un cuello en “v”, usaba unos pantalones de mezclilla igualmente entallados color negro y unas botas militares grises, decidí peinarme el cabello en una coleta media, aunque eso no impedía que mi fleco se revoloteara rebelde sobre mi frente, una vez satisfecho con lo que veía tome una chaqueta color azul con líneas amarillas en las mangas, que seguramente era lo más llamativo de mi atuendo, pero vamos! No me veía a mi mismos usando algo completamente serio.
Tome las llaves del cuarto y mi cartera, Salí del cuarto con una sonrisa impregnada en el rostro y camine directamente a los autobuses esta vez fijándome perfectamente en los carteles, no quería perderme de nuevo como la primera vez que me subí a uno. El viaje no duro más de treinta minutos aunque me pareció más largo de lo debido, al llegar sentía unas cosquillas en el estómago que no sabía si catalogar como nervios o ganas de orinar, decidí no darles importancia aunque con cada paso estas aumentaba haciendo más difícil la tarea.
Al dar mis primeros pasos en el centro comercial mi rostro se ilumino como un niño pequeño, era asombroso, muy grande y lleno de gente, había muchos lugares y tiendas interesantes, sacudí un momento la cabeza para concentrarme de nuevo y saque del pantalón la nota que había llegado a mi habitación con el lugar y la hora, sin embargo eso no me decía nada más, no tenía indicio alguno de nombre o como lucia el otro chico.
“Al menos estoy seguro de que es un chico” pensé algo optimista, lo único que me quedaba era ir preguntando a toda persona que me pareciera sospechosa, pero eso tomaría muchísimo tiempo, así que con algo más de imaginación conseguí (no me pregunten donde o como) una cartulina y un marcador negro, escribí algo sobre ella y luego colocándome en el lugar más concurrido del centro comercial levante el rotulo lo más alto que pude mientras sonreía con la esperanza de que mi cita lo viera.
Cartel: Hola me llamo Aoba estoy buscando a un chico que viene de Greenlight a tener una cita a ciegas, si eres tú acércate por favor :D
Me miraba al espejo por última vez antes de salir de mi habitación y tomar el autobús hacia el centro comercial, no es que sea una persona particularmente vanidosa o narcisista, para ser exactos si por mi fuera iría desnudo por la vida ya que sería mucho más fácil y cómodo, pero esta no era una buena idea ahora mismo, ya que en primer lugar es invierno y no deseo morir congelado!, y segundo hoy tenía una cita a la cual seguramente le incomodaría que llegara desnudo.
El pensar que tenía una cita me sonaba algo extraño considerando que todo esto sucedió después de un extraño discurso del director, pero ya que actualmente no tengo pareja y siempre estoy dispuesto a conocer gente nueva me pareció una idea magnifica. Había estado todo ansioso las semanas posteriores a inscribirme en el evento, esperando inquieto a saber el lugar y la hora del encuentro, daba vueltas en la cama, comía deprisa, incluso llegue temprano a clases por primera vez en mi vida ya que de los nervios no lograba conciliar el sueño por la noche.
Después de dar un último vistazo a mi atuendo, el cual era bastante sencillo pues constaba de una polera entallada blanca con un dibujo de todas musicales color negro en mi costado derecho y que tenía un cuello en “v”, usaba unos pantalones de mezclilla igualmente entallados color negro y unas botas militares grises, decidí peinarme el cabello en una coleta media, aunque eso no impedía que mi fleco se revoloteara rebelde sobre mi frente, una vez satisfecho con lo que veía tome una chaqueta color azul con líneas amarillas en las mangas, que seguramente era lo más llamativo de mi atuendo, pero vamos! No me veía a mi mismos usando algo completamente serio.
Tome las llaves del cuarto y mi cartera, Salí del cuarto con una sonrisa impregnada en el rostro y camine directamente a los autobuses esta vez fijándome perfectamente en los carteles, no quería perderme de nuevo como la primera vez que me subí a uno. El viaje no duro más de treinta minutos aunque me pareció más largo de lo debido, al llegar sentía unas cosquillas en el estómago que no sabía si catalogar como nervios o ganas de orinar, decidí no darles importancia aunque con cada paso estas aumentaba haciendo más difícil la tarea.
Al dar mis primeros pasos en el centro comercial mi rostro se ilumino como un niño pequeño, era asombroso, muy grande y lleno de gente, había muchos lugares y tiendas interesantes, sacudí un momento la cabeza para concentrarme de nuevo y saque del pantalón la nota que había llegado a mi habitación con el lugar y la hora, sin embargo eso no me decía nada más, no tenía indicio alguno de nombre o como lucia el otro chico.
“Al menos estoy seguro de que es un chico” pensé algo optimista, lo único que me quedaba era ir preguntando a toda persona que me pareciera sospechosa, pero eso tomaría muchísimo tiempo, así que con algo más de imaginación conseguí (no me pregunten donde o como) una cartulina y un marcador negro, escribí algo sobre ella y luego colocándome en el lugar más concurrido del centro comercial levante el rotulo lo más alto que pude mientras sonreía con la esperanza de que mi cita lo viera.
Cartel: Hola me llamo Aoba estoy buscando a un chico que viene de Greenlight a tener una cita a ciegas, si eres tú acércate por favor :D
Invitado- Invitado
Re: Shoppaholic's Valentine
por Invitado Vie Feb 14, 2014 4:25 pm
Estaba un poco nervioso, ¿qué se supone que haría si tenía que encontrarse con la persona que le tocó? Incluso peor, ¿qué pasaría si esa persona era un hombre? ¿Cómo lo miraría a los ojos al encontrarse en una situación como esa…? Esperaba con cada fibra de su ser que no fuera un super macho. De hecho, es raro encontrar de esos dentro de la academia. Así que no debe tener tanto miedo al respecto, no pasará nada raro. Respiro profundamente cuando vio a un chico de cabellos azulados… Con un cartel… El cartel decía que estaba buscando a un chico… ¿Seria él? Dejo escapar otro suspiro y se levanto del asiento, sus piernas temblaban como gelatina y se quedo estático un segundo.
Sus pasos fueron demasiado pensados, demasiado rigidos y tensos, no sabía que hacer o como reaccionar para que las cosas no le fueran tan mal. No le iba a ir mal, solo estaba paranoico y al borde de un ataque de pánico. Verle vestido con una polera blanca entallada, y no es broma… Se ajustaba perfectamente a su cuerpo. Pantalones negros entallados… Parecía que el chico quería causarle un infarto. Dejo escapar un nuevo suspiro y continúo con sus pasos inseguros, se pregunto si acaso estaba al mismo nivel que ese chico, aunque en ese momento lo dudaba demasiado. Él no podía compararse con alguien que tiene cara de super modelo…
Se encontraba a unos metros de él, pero no se acercó. Solo lo vio a lo lejos, las piernas continuaban temblorosas y se ajusto los lentes. Su mano derecha, también temblorosa, acomodó los cabellos de su cabeza y continúo su camino. Se veía un poco asustado. Respiro profundamente y lo alcanzó los pasos que le faltaban.
-H-hey… –Murmuro.- Soy Felipe… Felipe D-dupont. –Sus mejillas se ruborizaron, se quedo en silencio otro rato y miro a otro sitio, intento ocultar sus nervios, pero dudo que sus piernas temblorosas como gelatina dejaran eso claro.-C-creo que soy… L-la p-perso… Persona que esperas. –Sus mejillas continuaban completamente ruborizadas, dejo escapar un suspiro y volvió la mirada al frente.-Eh… No estoy seguro de como proceder… ¿Qu-qué debería hacer?- Le tembló la voz y quedo en silencio, de nuevo.-D-disculpa, necesito un segundo. –Bajo la mirada y se giro.
Sus pasos fueron demasiado pensados, demasiado rigidos y tensos, no sabía que hacer o como reaccionar para que las cosas no le fueran tan mal. No le iba a ir mal, solo estaba paranoico y al borde de un ataque de pánico. Verle vestido con una polera blanca entallada, y no es broma… Se ajustaba perfectamente a su cuerpo. Pantalones negros entallados… Parecía que el chico quería causarle un infarto. Dejo escapar un nuevo suspiro y continúo con sus pasos inseguros, se pregunto si acaso estaba al mismo nivel que ese chico, aunque en ese momento lo dudaba demasiado. Él no podía compararse con alguien que tiene cara de super modelo…
Se encontraba a unos metros de él, pero no se acercó. Solo lo vio a lo lejos, las piernas continuaban temblorosas y se ajusto los lentes. Su mano derecha, también temblorosa, acomodó los cabellos de su cabeza y continúo su camino. Se veía un poco asustado. Respiro profundamente y lo alcanzó los pasos que le faltaban.
-H-hey… –Murmuro.- Soy Felipe… Felipe D-dupont. –Sus mejillas se ruborizaron, se quedo en silencio otro rato y miro a otro sitio, intento ocultar sus nervios, pero dudo que sus piernas temblorosas como gelatina dejaran eso claro.-C-creo que soy… L-la p-perso… Persona que esperas. –Sus mejillas continuaban completamente ruborizadas, dejo escapar un suspiro y volvió la mirada al frente.-Eh… No estoy seguro de como proceder… ¿Qu-qué debería hacer?- Le tembló la voz y quedo en silencio, de nuevo.-D-disculpa, necesito un segundo. –Bajo la mirada y se giro.
Invitado- Invitado
Re: Shoppaholic's Valentine
por Invitado Dom Feb 16, 2014 10:33 pm
Pasaron algunos minutos y nadie se acercaba, solamente escuchaba los cuchicheos de la gente que pasaba a mi alrededor, algunos reían, a otros al parecer les parecía interesante y estoy seguro de que muchos otros me toman completamente como un loco, más yo no me movería de mi sitio por nada del mundo hasta que mi compañero apareciera, estaba seguro de que lograría encontrarlo.
Los minutos seguían corriendo y más gente se me quedaba mirando de forma extraña, no me molestan para nada las miradas curiosas, quizá lo único que si llega a incomodarme es esa extraña sensación de cosquilleo de antes que ahora parecía intensificarse más y más, me estaba poniendo nervioso, eso era lo más seguro pero no podía darme el lujo de que mi estómago me ganara terreno en un día tan importante como este; apreté los puños mientras sostenía con más animo el cartel, comenzaba a pensar que no fue una idea muy brillante cuando un chico con aire nervioso se paró frente a mí y se presentó.
Su nombre es Felipe, si me preguntan es un nombre lindo, me quede observándolo detenidamente con ojos curiosos mientras el tartamudeaba hablaba y se corregía asimismo hasta que termino por darme la espalda, en ese momento no pude contenerme más, me parecía un chico tierno y no quería hacer que se sintiera incomodo, pase mis brazos alrededor de su cuello y me recargue en su espalda dándole un efusivo abrazo de bienvenida.
-Mucho gusto mi nombre es Aoba y parece que serás mi cita de hoy, espero que nos divirtamos mucho, no se mucho que se hace en las citas pero si quieres pasar directamente a que te bese solo dímelo-
Le hable pegando mis labios a su odio, lo último lo mencione más en broma que en serio, pero si no se negaba podría llegar a ser muy satisfactorio besar a un chico tan lindo como él. Deje de abrazarlo y me coloque delante suyo observando directamente sus ojos para luego sonreírle.
-Debes estar nerviosos, bueno si te sirve yo también estoy muy nervioso pero igual estoy feliz de verte, estuve esperando esto un buen tiempo-
Me arriesgue un poco y tome su brazo enganchándolo con el mío, dispuesto a comenzar nuestra “cita”.
-Dime ¿tienes algún lugar especial al cual quieras ir?, tú solamente dilo y Aoba se encargara de cumplir tu deseo.
Termine por sonreírle nuevamente mientras daba mis primeros pasos hacia la gente.
Los minutos seguían corriendo y más gente se me quedaba mirando de forma extraña, no me molestan para nada las miradas curiosas, quizá lo único que si llega a incomodarme es esa extraña sensación de cosquilleo de antes que ahora parecía intensificarse más y más, me estaba poniendo nervioso, eso era lo más seguro pero no podía darme el lujo de que mi estómago me ganara terreno en un día tan importante como este; apreté los puños mientras sostenía con más animo el cartel, comenzaba a pensar que no fue una idea muy brillante cuando un chico con aire nervioso se paró frente a mí y se presentó.
Su nombre es Felipe, si me preguntan es un nombre lindo, me quede observándolo detenidamente con ojos curiosos mientras el tartamudeaba hablaba y se corregía asimismo hasta que termino por darme la espalda, en ese momento no pude contenerme más, me parecía un chico tierno y no quería hacer que se sintiera incomodo, pase mis brazos alrededor de su cuello y me recargue en su espalda dándole un efusivo abrazo de bienvenida.
-Mucho gusto mi nombre es Aoba y parece que serás mi cita de hoy, espero que nos divirtamos mucho, no se mucho que se hace en las citas pero si quieres pasar directamente a que te bese solo dímelo-
Le hable pegando mis labios a su odio, lo último lo mencione más en broma que en serio, pero si no se negaba podría llegar a ser muy satisfactorio besar a un chico tan lindo como él. Deje de abrazarlo y me coloque delante suyo observando directamente sus ojos para luego sonreírle.
-Debes estar nerviosos, bueno si te sirve yo también estoy muy nervioso pero igual estoy feliz de verte, estuve esperando esto un buen tiempo-
Me arriesgue un poco y tome su brazo enganchándolo con el mío, dispuesto a comenzar nuestra “cita”.
-Dime ¿tienes algún lugar especial al cual quieras ir?, tú solamente dilo y Aoba se encargara de cumplir tu deseo.
Termine por sonreírle nuevamente mientras daba mis primeros pasos hacia la gente.
Invitado- Invitado
Re: Shoppaholic's Valentine
por Invitado Lun Feb 17, 2014 5:59 pm
Sería inapropiado decir que el joven Dupont estaba nervioso. Vaya, él no solo estaba nervioso. Su cuerpo parecía hecho de gelatina o cualquier producto con grenetina porque temblaba de forma similar. Las piernas le fallaban y su brazo se movía nerviosamente de arriba abajo que su espalda comenzó a tensarse y el dolor le invadió. Sacudió la cabeza, buscando tranquilizarse, todo en vano porque no había forma de que lograra encontrarse tranquilo justo en ese momento, ya era suficiente para él, ya era demasiado socializar para un día y encima era con un chico, eso solo lograba complicar las cosas para él.
Su cuerpo estaba temblando como loco, como si estuviera muriendo de frío. Tomó unos segundos de silencio, pensando en todo lo que tenía que hacer o decir, estaba de lo más nervioso. Demasiado nervioso. Y su cabeza era un embrollo, un camino que iba por la derecha y luego era una vuelta a la izquierda y tras un par de vueltas aleatorias todo perdía su curso completamente. Eso era algo común cuando los nervios regían la cabeza de Felipe, al cual le temblaba todo el cuerpo e incluso sus pensamientos se volvían contra él. ¿Qué podría hacer para encontrarse mejor en un momento como ese?
Los brazos de aquel chico pasaron sobre los hombros de un tembloroso Felipe Dupont, el cual casi se atraganta con su saliva cuando sucede aquello… Todo porque ese chico esta demasiado cerca. El joven se presentó como Aoba y Felipe estuvo por saludarle o intentar saludarlo porque su voz temblaba cuando intentaba decir algo. Entonces menciono algo sobre “besos” y su mirada se desconcertó. Sus piernas comenzaron a temblar con más fuerza y sacudió la cabeza intentando calmarse.
-¿B-b-besos? –Sus mejillas se contaminaron con un suave color carmesí y no pudo evitar aquella sensación de miedo y pánico que sintió, fue como si todo su cuerpo fuera sacudido por una fuerza misteriosa y se sintió débil y cansado. Se acomodó las gafas e intento tranquilizarse, respirando profundamente una y otra vez.- Y-yo… Uhm… Lo siento… P-pero no creo que … Uhn…- Tembló, un escalofrío recorrió su espina dorsal y se quedo en silencio, nuevamente.-Y-yo no creo que… Podamos h-hacer eso… –Su rostro empalideció. Estaba demasiado nervioso y ni siquiera podía imaginarse que era por imaginarse el hecho de que alguien le besara, más concretamente… Por el hecho de que un hombre le besara, no podía concebir esa idea en su mente sin quedarse un poco serio. Como si los nervios hubieran desaparecido tras el recuerdo de su pasado… O quizás solo era por la cercanía entre sus cuerpos… Los labios casi rozando sus oídos le habían provocado una sensación muy extraña que no había logrado entender… Finalmente, dejo de abrazarle y sus hombros se destensaron, al menos un poco.
Obsevó al joven, analizando si era cierto que se encontraba tan nervioso como él, no había ninguna prueba que se lo probara, pero decidió creer que no todos se ponían tan nerviosos como él, por lo que lo más seguro era que sus reacciones fueran completamente exageradas, incluso más de lo que es usual.
-Si… Ya te había visto.- Confiesa.-Pero… Estaba teniendo problemas para acercarme hasta donde estás. –Entrecierra la mirada un poco nervioso.- D-disculpa la tardanza, es solo que estaba de lo más nervioso… Y y-yo… No estoy seguro de que debo hacer, porque es la primera vez que estoy cerca de otro hombre, en mucho tiempo.- Su cuerpo tiembla, pero se obliga a continuar, respira profundamente y deja escapar un prolongado suspiro.-Y-ya me siento mejor. Solo necesitaba habituar a mi cuerpo a la situación.- Todo dependía de a que se refería con besar, porque en si eso ponía de lo más nervioso a Felipe. Le tembló el cuerpo desde la raíz del cabello hasta la punta de los pies y su corazón latía a un arrítmico modo.-Y-yo… No lo sé. –Lo mencionó de la forma más sincera existente.
Sus mejillas se mostraron ruborizadas, de nuevo. Y murmuro.- ¿P-po-podemos ir por un helado? –Su voz suena como un murmullo, se le nota algo tenso, demasiado tenso pero aun así le gustaría tener un helado, eso haría que no fuera un día tan malo.
Su cuerpo estaba temblando como loco, como si estuviera muriendo de frío. Tomó unos segundos de silencio, pensando en todo lo que tenía que hacer o decir, estaba de lo más nervioso. Demasiado nervioso. Y su cabeza era un embrollo, un camino que iba por la derecha y luego era una vuelta a la izquierda y tras un par de vueltas aleatorias todo perdía su curso completamente. Eso era algo común cuando los nervios regían la cabeza de Felipe, al cual le temblaba todo el cuerpo e incluso sus pensamientos se volvían contra él. ¿Qué podría hacer para encontrarse mejor en un momento como ese?
Los brazos de aquel chico pasaron sobre los hombros de un tembloroso Felipe Dupont, el cual casi se atraganta con su saliva cuando sucede aquello… Todo porque ese chico esta demasiado cerca. El joven se presentó como Aoba y Felipe estuvo por saludarle o intentar saludarlo porque su voz temblaba cuando intentaba decir algo. Entonces menciono algo sobre “besos” y su mirada se desconcertó. Sus piernas comenzaron a temblar con más fuerza y sacudió la cabeza intentando calmarse.
-¿B-b-besos? –Sus mejillas se contaminaron con un suave color carmesí y no pudo evitar aquella sensación de miedo y pánico que sintió, fue como si todo su cuerpo fuera sacudido por una fuerza misteriosa y se sintió débil y cansado. Se acomodó las gafas e intento tranquilizarse, respirando profundamente una y otra vez.- Y-yo… Uhm… Lo siento… P-pero no creo que … Uhn…- Tembló, un escalofrío recorrió su espina dorsal y se quedo en silencio, nuevamente.-Y-yo no creo que… Podamos h-hacer eso… –Su rostro empalideció. Estaba demasiado nervioso y ni siquiera podía imaginarse que era por imaginarse el hecho de que alguien le besara, más concretamente… Por el hecho de que un hombre le besara, no podía concebir esa idea en su mente sin quedarse un poco serio. Como si los nervios hubieran desaparecido tras el recuerdo de su pasado… O quizás solo era por la cercanía entre sus cuerpos… Los labios casi rozando sus oídos le habían provocado una sensación muy extraña que no había logrado entender… Finalmente, dejo de abrazarle y sus hombros se destensaron, al menos un poco.
Obsevó al joven, analizando si era cierto que se encontraba tan nervioso como él, no había ninguna prueba que se lo probara, pero decidió creer que no todos se ponían tan nerviosos como él, por lo que lo más seguro era que sus reacciones fueran completamente exageradas, incluso más de lo que es usual.
-Si… Ya te había visto.- Confiesa.-Pero… Estaba teniendo problemas para acercarme hasta donde estás. –Entrecierra la mirada un poco nervioso.- D-disculpa la tardanza, es solo que estaba de lo más nervioso… Y y-yo… No estoy seguro de que debo hacer, porque es la primera vez que estoy cerca de otro hombre, en mucho tiempo.- Su cuerpo tiembla, pero se obliga a continuar, respira profundamente y deja escapar un prolongado suspiro.-Y-ya me siento mejor. Solo necesitaba habituar a mi cuerpo a la situación.- Todo dependía de a que se refería con besar, porque en si eso ponía de lo más nervioso a Felipe. Le tembló el cuerpo desde la raíz del cabello hasta la punta de los pies y su corazón latía a un arrítmico modo.-Y-yo… No lo sé. –Lo mencionó de la forma más sincera existente.
Sus mejillas se mostraron ruborizadas, de nuevo. Y murmuro.- ¿P-po-podemos ir por un helado? –Su voz suena como un murmullo, se le nota algo tenso, demasiado tenso pero aun así le gustaría tener un helado, eso haría que no fuera un día tan malo.
Invitado- Invitado
Re: Shoppaholic's Valentine
por Invitado Miér Feb 19, 2014 9:15 pm
¿He? ¿De verdad no podría besarlo?, ¿ni siquiera un poquito?, cuando escuche que no sería posible probar esos lindos labios mi rostro esbozo un ligero puchero de súplica pero no logro surtir efecto ya que él no la noto; ahora ante esa negativa yo tenían aún más deseos de llegar a besarlo, quizá tratara poco a poco, tampoco quería intimidarlo y que saliera huyendo de mí, eso es sin duda lo último que quiero que llegue a pasar.
A pesar de ese pequeño detalle el chico frente a mi comenzaba a parecerme de lo más interesante, su tartamudeo y tembloroso movimiento es a mis ojos lo más adorable que he visto en mucho tiempo, me gustaría poder decirle que es muy lindo pero por alguna razón no me arriesgo a hablar, y vaya que eso es una enorme contrariedad viniendo de mí que nunca me para la boca, y es que por lo general hablo hasta por los codos pero al verlo y notar su nerviosismo mi cerebro golpea mi lengua para que cuide de mis palabras.
-Entonces me siento afortunado de ser el primer chico con el que pases mucho tiempo-
Inconscientemente sonreí cuando escuche aquello, me hizo feliz saberlo aunque si tuviera que dar una razón del porque no sabría cómo hacerlo, seguí escuchando y observando atentamente todas sus reacciones, no podía evitar que escapara una que otra risita al verlo actuar de manera tan temblorosa.
-Entiendo, mi cuerpo también debe adaptarse a la situación, para explicarte mejor justo cuando venía para acá ¡mi estómago parecía tener vida propia! Era extraño como si me hicieran cosquillas desde dentro, pero ahora que te he visto esa sensación ha disminuido un poco pero admito que sigue ahí jeje-
Después de escuchar su deseo por el helado y hacer una seña afirmativa comencé a caminar en busca de una heladería sosteniendo el brazo de Felipe firmemente, no tenía idea de que tantas cosas había en este sitio por lo que el viaje fue un poco más revuelto, escandaloso y apretado de lo que hubiera imaginado si tomamos en cuenta de que por ser este día todo el lugar parecía a punto de estallar de tanta gente.
Unos minutos después de ir de un lugar hacia otro, entre tiendas, indicaciones de policías u otras personas en el camino al fin dimos con una heladería, estaba adornada de colores pastel azules y rosas, en el local aparte de los aparadores había unas pequeñas mesas para dos personas las cuales estaban ocupadas en su mayoría.
-Creo que tendremos que separarnos un momento- mencione al ver la enorme colca para ordenar- será mejor que yo me quede a ordenar y tú puedes buscar un asiento, ¿Qué te parece? O puede ser al revés, aunque sería más lindo estar juntos todo el tiempo esa también es una opción-
Le sonreí de nuevo mientras tomaba sus manos a la altura del mi pecho y daba un pequeño y rápido beso en su frente mientras esperaba una respuesta, saben acabo de darme cuenta de algo, es muy divertido hacer sonrojar a Felipe.
A pesar de ese pequeño detalle el chico frente a mi comenzaba a parecerme de lo más interesante, su tartamudeo y tembloroso movimiento es a mis ojos lo más adorable que he visto en mucho tiempo, me gustaría poder decirle que es muy lindo pero por alguna razón no me arriesgo a hablar, y vaya que eso es una enorme contrariedad viniendo de mí que nunca me para la boca, y es que por lo general hablo hasta por los codos pero al verlo y notar su nerviosismo mi cerebro golpea mi lengua para que cuide de mis palabras.
-Entonces me siento afortunado de ser el primer chico con el que pases mucho tiempo-
Inconscientemente sonreí cuando escuche aquello, me hizo feliz saberlo aunque si tuviera que dar una razón del porque no sabría cómo hacerlo, seguí escuchando y observando atentamente todas sus reacciones, no podía evitar que escapara una que otra risita al verlo actuar de manera tan temblorosa.
-Entiendo, mi cuerpo también debe adaptarse a la situación, para explicarte mejor justo cuando venía para acá ¡mi estómago parecía tener vida propia! Era extraño como si me hicieran cosquillas desde dentro, pero ahora que te he visto esa sensación ha disminuido un poco pero admito que sigue ahí jeje-
Después de escuchar su deseo por el helado y hacer una seña afirmativa comencé a caminar en busca de una heladería sosteniendo el brazo de Felipe firmemente, no tenía idea de que tantas cosas había en este sitio por lo que el viaje fue un poco más revuelto, escandaloso y apretado de lo que hubiera imaginado si tomamos en cuenta de que por ser este día todo el lugar parecía a punto de estallar de tanta gente.
Unos minutos después de ir de un lugar hacia otro, entre tiendas, indicaciones de policías u otras personas en el camino al fin dimos con una heladería, estaba adornada de colores pastel azules y rosas, en el local aparte de los aparadores había unas pequeñas mesas para dos personas las cuales estaban ocupadas en su mayoría.
-Creo que tendremos que separarnos un momento- mencione al ver la enorme colca para ordenar- será mejor que yo me quede a ordenar y tú puedes buscar un asiento, ¿Qué te parece? O puede ser al revés, aunque sería más lindo estar juntos todo el tiempo esa también es una opción-
Le sonreí de nuevo mientras tomaba sus manos a la altura del mi pecho y daba un pequeño y rápido beso en su frente mientras esperaba una respuesta, saben acabo de darme cuenta de algo, es muy divertido hacer sonrojar a Felipe.
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Re: Shoppaholic's Valentine
por Invitado Lun Feb 24, 2014 8:01 am
Su cuerpo tembló nuevamente, no era difícil notar cuan grandes eran los nervios de Felipe. Se mostraba temeroso de aquel revoltijo que tenía en el estómago, no era para nada normal. Por lo general le daba miedo el contacto de cualquier tipo con hombres, al menos después de las cosas que tuvo que pasar. Pero, era diferente con ese chico, se sentía más tranquilo y pacífico, como si nada pudiera hacerle daño en realidad… Como si Aoba le protegiera de cada uno de las pesadillas que aquejaban su mente y vaya que eran demasiadas. Dejo de respirar un segundo y pensó que quizás no sería tan malo dejarse llevar por las emociones que sentía en ese momento… Pero, no aun era demasiado pronto para entregarse a las estupideces del amor.
¿En qué mierdas estaba pensando? Él no está considerando enamorarse de un chico que acaba de conocer y mucho menos porque es un chico. Se sentía demasiado nervioso. Le observó, se veía un poco decepcionado y eso hizo sentir mal a Felipe, no quería que ese chico se sintiera desanimado, pero tampoco quería besarlo porque podría recordar y él no quiere recordar, esos recuerdo le sientan mal y lo hacen sentir muy nervioso y tímido… Y asustado… Cerró los ojos e intento tranquilizarse por primera vez en su vida, no iba a huir. Estaba seguro de ello. No iba a salir corriendo como un lunático aunque ahora la oportunidad única. Dejo escapar un suspiro rápido y sonrió. Trago saliva de lo más nervioso y respiro profundamente en un vano intento por tranquilizarse nuevamente.
-Si… Quizás lo seas.- Se ruborizo.-Espero que no resulte ser un fiasco… No me gustaría hacerte sentir mal. –Bajo la mirada nervioso, se acomodo los lentes con los dedos índice y el medio sobre el puente de la nariz.-Quizás, si seguimos hablándonos después… Te cuente porque fuiste el primero en mucho tiempo.- Menciona con una voz nerviosa, monótona pero con un deje de miedo. Baja la mirada y la levanta, intentando verse más fuerte de lo que es.
Su cuerpo había dejado de temblar, gradualmente o al menos ya no se veía tan temblorina como antes, de hecho estaba muy tranquilo. Demasiado tranquilo, quizás porque estaba intentando no tensarse, que no pareciera que el mundo se le iba deprisa. Respiro profundamente y le observó, era un chico atractivo. A Felipe le gusta su sonrisa. Era lindo… Seguramente tenía muchos pretendientes… Era guapo, divertido y tenía una sonrisa hermosa. Un chico como ese nunca se fijaría en alguien como él. Felipe era tímido, difícil de entender y se ponía estúpidamente nervioso con todos los hombres que veía, pero en esa ocasión también sentía algo cálido expandiéndose por su pecho… Y le habría gustado que prevaleciera durante toda su vida… Pero, estaba asustado. Seguramente, eso solo era algo de un día para ese chico y si se interesaba demasiado… Lo más probable es que no lo viera de nuevo. Su cuerpo tembló. Miro hacia la nada y luego fijo sus ojos tristes en el joven. Volvió a acomodar sus lentes y se aclaro la garganta.
Aun así sonrió ante sus palabras. Sostuvo su brazo y el rubor se extendió por su rostro, sumado por ese latir nervioso que agitaba en su pecho. Estaban buscando una heladería, pero Felipe no podía dejar de pensar en que podía significar aquel calor que invadía su cuerpo… Estaba demasiado confundido al respecto y avergonzado por los sentimientos que nacían en su mente con relación a aquel lindo chico. Cuando dijo eso sobre separarse, le miró con sus tímidos ojos y negó, estaba demasiado asustado sobre separarse en un sitio lleno de chicos… Y chicas, pero chicos… Su reacción fue inmediata, le tomó una mano con ambas manos y negó. Y estaba de lo más ruborizado por aquel beso en la frente.
-N-no te alejes de mi. P-por favor. –Sus mejillas se encendieron.-M-me asust-asustan los sitios con… Con muchas personas. –No podía decir la verdad… No quería hacerlo aun. Respiro profundamente y miro al chico.-D-disculpa. –Mencionó y sus brazos envolvieron la cintura del mayor, nervioso.
¿En qué mierdas estaba pensando? Él no está considerando enamorarse de un chico que acaba de conocer y mucho menos porque es un chico. Se sentía demasiado nervioso. Le observó, se veía un poco decepcionado y eso hizo sentir mal a Felipe, no quería que ese chico se sintiera desanimado, pero tampoco quería besarlo porque podría recordar y él no quiere recordar, esos recuerdo le sientan mal y lo hacen sentir muy nervioso y tímido… Y asustado… Cerró los ojos e intento tranquilizarse por primera vez en su vida, no iba a huir. Estaba seguro de ello. No iba a salir corriendo como un lunático aunque ahora la oportunidad única. Dejo escapar un suspiro rápido y sonrió. Trago saliva de lo más nervioso y respiro profundamente en un vano intento por tranquilizarse nuevamente.
-Si… Quizás lo seas.- Se ruborizo.-Espero que no resulte ser un fiasco… No me gustaría hacerte sentir mal. –Bajo la mirada nervioso, se acomodo los lentes con los dedos índice y el medio sobre el puente de la nariz.-Quizás, si seguimos hablándonos después… Te cuente porque fuiste el primero en mucho tiempo.- Menciona con una voz nerviosa, monótona pero con un deje de miedo. Baja la mirada y la levanta, intentando verse más fuerte de lo que es.
Su cuerpo había dejado de temblar, gradualmente o al menos ya no se veía tan temblorina como antes, de hecho estaba muy tranquilo. Demasiado tranquilo, quizás porque estaba intentando no tensarse, que no pareciera que el mundo se le iba deprisa. Respiro profundamente y le observó, era un chico atractivo. A Felipe le gusta su sonrisa. Era lindo… Seguramente tenía muchos pretendientes… Era guapo, divertido y tenía una sonrisa hermosa. Un chico como ese nunca se fijaría en alguien como él. Felipe era tímido, difícil de entender y se ponía estúpidamente nervioso con todos los hombres que veía, pero en esa ocasión también sentía algo cálido expandiéndose por su pecho… Y le habría gustado que prevaleciera durante toda su vida… Pero, estaba asustado. Seguramente, eso solo era algo de un día para ese chico y si se interesaba demasiado… Lo más probable es que no lo viera de nuevo. Su cuerpo tembló. Miro hacia la nada y luego fijo sus ojos tristes en el joven. Volvió a acomodar sus lentes y se aclaro la garganta.
Aun así sonrió ante sus palabras. Sostuvo su brazo y el rubor se extendió por su rostro, sumado por ese latir nervioso que agitaba en su pecho. Estaban buscando una heladería, pero Felipe no podía dejar de pensar en que podía significar aquel calor que invadía su cuerpo… Estaba demasiado confundido al respecto y avergonzado por los sentimientos que nacían en su mente con relación a aquel lindo chico. Cuando dijo eso sobre separarse, le miró con sus tímidos ojos y negó, estaba demasiado asustado sobre separarse en un sitio lleno de chicos… Y chicas, pero chicos… Su reacción fue inmediata, le tomó una mano con ambas manos y negó. Y estaba de lo más ruborizado por aquel beso en la frente.
-N-no te alejes de mi. P-por favor. –Sus mejillas se encendieron.-M-me asust-asustan los sitios con… Con muchas personas. –No podía decir la verdad… No quería hacerlo aun. Respiro profundamente y miro al chico.-D-disculpa. –Mencionó y sus brazos envolvieron la cintura del mayor, nervioso.
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Re: Shoppaholic's Valentine
por Invitado Miér Feb 26, 2014 10:57 pm
Mientras caminábamos hacia la heladería las palabras de Felipe se repetían en mi mente y me llenaban de una curiosidad casi desbordante pero de la misma manera hacían que mi pecho se estrujara con temor, la expresión de su rostro, lo triste de su mirada, me indicaban que nada bueno pudo haber sucedido para que yo fuera el primer chico junto a él en un tiempo, ahora mismo el haber dicho que me sentía feliz por ello me hacía sentir como un idiota deseoso de disculparse por haberlo herido; pero aunque el deseo era fuerte me mantuve en silencio con una sonrisa en el rostro pero con una presión en el pecho.
Tenía miedo de que esa sensación siguiera aumentando, como una pequeña paranoia de no saber qué hacer para ya no lastimarlo, así que cuando afirmo su agarre con el mío y luego me envolvió con sus brazos pidiendo que no lo soltara fue como si un líquido cálido se derramara en todo mi cuerpo remplazando aquella presión. Como respuesta coloque mis manos delicadamente en su cadera y lo fui rodeando hasta recargarlo en sobre pecho, Felipe es tibio y despide un aroma suave, además su rostro ligeramente sonrojado era demasiado lindo, me hacía sentir codicioso ya que no quería que nadie aparte de mi le viera, su sonrojo es algo especial y único que no deseo compartir con nadie.
Me separe de su cuerpo por un momento pero junte nuestras frentes para que pudiera escucharme claramente-De acuerdo quedémonos juntos entonces, yo me encargare de protegerte de la gente que no te guste-
Sonreí sin importarme para nada la gente a mi alrededor, era una sonrisa exclusiva para Felipe una realmente sincera que quería que solamente el viera; de un movimiento cambie nuestras posiciones y me coloque detrás suyo mientras lo abrazo de la cintura, no pensaba moverme de esta posición hasta que fuera nuestro turno de ordenar.
-Aunque eso significa que tendrás que soportarme por mucho tiempo también, ¡soy un guardián muy responsable!- si bien mi voz parecía más la de un pequeño niño pucheroso no había nada de juego en mis palabras.
-Bien pareja mía ve pensando que sabor quieres porque en este lugar parece haber más de los que pensé- señale a una enorme tabla en una de las paredes que anunciaba los sabores del lugar, había más de los que nunca conocí en mi vida, la lista es realmente larga, al menos lo suficiente para satisfacer a los gustos más exigentes. De manera juguetona y tras pensarlo muy poco sople en la oreja de Felipe mientras anunciaba que yo pediría uno de chocolate, volví a afirmar mi agarre en su cadera y recargando despacio mi barbilla en su hombro me di el gusto de cerrar por un momento los ojos y guardando su aroma en mi nariz.
-Respecto a lo de antes, solamente dímelo si de verdad quieres y cuando estés listo, y te prometo que pase lo que pase Aoba te cuidara sin importar como-
Tenía miedo de que esa sensación siguiera aumentando, como una pequeña paranoia de no saber qué hacer para ya no lastimarlo, así que cuando afirmo su agarre con el mío y luego me envolvió con sus brazos pidiendo que no lo soltara fue como si un líquido cálido se derramara en todo mi cuerpo remplazando aquella presión. Como respuesta coloque mis manos delicadamente en su cadera y lo fui rodeando hasta recargarlo en sobre pecho, Felipe es tibio y despide un aroma suave, además su rostro ligeramente sonrojado era demasiado lindo, me hacía sentir codicioso ya que no quería que nadie aparte de mi le viera, su sonrojo es algo especial y único que no deseo compartir con nadie.
Me separe de su cuerpo por un momento pero junte nuestras frentes para que pudiera escucharme claramente-De acuerdo quedémonos juntos entonces, yo me encargare de protegerte de la gente que no te guste-
Sonreí sin importarme para nada la gente a mi alrededor, era una sonrisa exclusiva para Felipe una realmente sincera que quería que solamente el viera; de un movimiento cambie nuestras posiciones y me coloque detrás suyo mientras lo abrazo de la cintura, no pensaba moverme de esta posición hasta que fuera nuestro turno de ordenar.
-Aunque eso significa que tendrás que soportarme por mucho tiempo también, ¡soy un guardián muy responsable!- si bien mi voz parecía más la de un pequeño niño pucheroso no había nada de juego en mis palabras.
-Bien pareja mía ve pensando que sabor quieres porque en este lugar parece haber más de los que pensé- señale a una enorme tabla en una de las paredes que anunciaba los sabores del lugar, había más de los que nunca conocí en mi vida, la lista es realmente larga, al menos lo suficiente para satisfacer a los gustos más exigentes. De manera juguetona y tras pensarlo muy poco sople en la oreja de Felipe mientras anunciaba que yo pediría uno de chocolate, volví a afirmar mi agarre en su cadera y recargando despacio mi barbilla en su hombro me di el gusto de cerrar por un momento los ojos y guardando su aroma en mi nariz.
-Respecto a lo de antes, solamente dímelo si de verdad quieres y cuando estés listo, y te prometo que pase lo que pase Aoba te cuidara sin importar como-
- asdasd owo:
- Creó que este me ha salido muy diferente a los otros D:, si lo ves así es culpa de ESTA canción ;A;, por algún motivo me asdasd para el tema >.<, asi que espero te guste!
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Re: Shoppaholic's Valentine
por Invitado Jue Feb 27, 2014 5:51 pm
Sus brazos envolvieron el cuerpo del mayor sin pensarlo mucho, su cuerpo temblaba ligeramente debido al miedo de tener que estar en cercanía a tantos hombres… Y él no soporta para nada a los hombres. Se encuentra demasiado nervioso porque no puede controlarse con eso, no puede frenarlo por mucho tiempo, de alguna forma logra controlarse cuando esta en clases pero en un sitio abierto no puede detener los temblores que invaden su frágil cuerpo. Solo lo estrecho con sus brazos y esperó que nunca se soltara, porque en los brazos de Aoba se sentía protegido y eso, eso lo hacía sentir vivo, vivo y cálido.
Sus brazos se envolvieron con cuidado alrededor de su cadera, la cabeza de Felipe termino por acomodarse sobre el pecho del joven. Sus mejillas se ruborizaron suavemente, pero también mostró una sonrisa ante el contacto y se sintió tranquilo, por primera vez en un buen rato. Cerró los ojos, tranquilo y permaneció abrazándole. Y para él fue como si todo se desapareciera a su alrededor, porque estaba tan cómodo que no todo desapareció de su mente. Y con escuchar el latir de su corazón, el temblor termino por desaparecer, lentamente. Entreabrió la mirada cuando sus frentes estuvieron en contacto, el rubor volvió a su rostro, pero ya no temblaba.
-¿D-de verdad? – Le sonrió, le gustaba que le dijeran esas cosas, eso solo le da puntos positivos a Aoba, él confía en que cumplirá con lo que promete.-M-muchas gracias. Es… Es algo lindo de tu parte. –Se queda en silencio durante un rato y muestra una sonrisa un poco más confiada, lo único poco positivo es que luego se pondrá en confianza y será un poco más diferente de lo que es cuando esta nervioso.-¿Quizás debería advertirte? –Menciona.- Mi carácter es muy diferente cuando no estoy nervioso.- Confeso, con cierto nerviosismo, aunque lo más probable es que no fuera muy diferente a como era en ese momento.
No estuvo seguro que era lo que estaba pasando, pero le gustaba esa sonrisa. Y luego, el chico se cambió y le abrazó por la espalda, enredando sus manos en su cintura y sus mejillas parecían ruborizarse de nuevo. Al menos el mayor procuro que su cuerpo no rozara de forma peligrosa con el menor y eso era algo que Felipe estaba agradeciendo demasiado, no habría sabido que hacer si había un encuentro de ese tipo. Sonrió ante las palabras del chico.
-Esta bien, quiero estar contigo…- Murmuro ligeramente serio, pero también ruborizado ante el hecho de haber dicho esas palabras juntas en la misma frase hacia un chico adorable que acaba de conocer… Por un demonio, sería interesante saber que es lo que está en la cabeza de Felipe.- D-dije algo vergonzoso, ¿cierto? – Sus mejillas se encienden.
Se quedo pensando en un sabor de helado, había demasiados sabores en la lista que estaba sobre su cabeza, había sabores realmente excéntricos que le hacían pensar en Harry Potter y sus grajeas de todos los sabores, porque enserio, esa era una heladería con demasiados sabores. Sintió el aire en su oreja y se estremeció, incluso desvió la mirada, pero la barbilla de su cita quedo en su hombro. Le sintió olfatear. Le creyó, estaba confiando demasiado deprisa en ese chico y eso le resultada demasiado extraño. Giro, ligeramente su rostro y depositó un beso en la mejilla del mayor. Sus mejillas estaban ruborizadas.
-Creo que de nuez estaría bien. –Murmura, alejando sus labios de la mejilla del chico. Solo fue un impulso, cosas que nunca le rigen, pero… Pero en ese momento no parecía tan erróneo hacerlo.-Uh…- Murmura.-L-lo más probable es que si lleguemos a los b-besos… –Le confiesa unos segundos después, con el rostro enjoreciendo.-… Pue-puede ser… P-puede ser que com-comiences a gustarme… D-d-de-demasiado… –Baja la mirada y avanza en la fila, nervioso.
Sus brazos se envolvieron con cuidado alrededor de su cadera, la cabeza de Felipe termino por acomodarse sobre el pecho del joven. Sus mejillas se ruborizaron suavemente, pero también mostró una sonrisa ante el contacto y se sintió tranquilo, por primera vez en un buen rato. Cerró los ojos, tranquilo y permaneció abrazándole. Y para él fue como si todo se desapareciera a su alrededor, porque estaba tan cómodo que no todo desapareció de su mente. Y con escuchar el latir de su corazón, el temblor termino por desaparecer, lentamente. Entreabrió la mirada cuando sus frentes estuvieron en contacto, el rubor volvió a su rostro, pero ya no temblaba.
-¿D-de verdad? – Le sonrió, le gustaba que le dijeran esas cosas, eso solo le da puntos positivos a Aoba, él confía en que cumplirá con lo que promete.-M-muchas gracias. Es… Es algo lindo de tu parte. –Se queda en silencio durante un rato y muestra una sonrisa un poco más confiada, lo único poco positivo es que luego se pondrá en confianza y será un poco más diferente de lo que es cuando esta nervioso.-¿Quizás debería advertirte? –Menciona.- Mi carácter es muy diferente cuando no estoy nervioso.- Confeso, con cierto nerviosismo, aunque lo más probable es que no fuera muy diferente a como era en ese momento.
No estuvo seguro que era lo que estaba pasando, pero le gustaba esa sonrisa. Y luego, el chico se cambió y le abrazó por la espalda, enredando sus manos en su cintura y sus mejillas parecían ruborizarse de nuevo. Al menos el mayor procuro que su cuerpo no rozara de forma peligrosa con el menor y eso era algo que Felipe estaba agradeciendo demasiado, no habría sabido que hacer si había un encuentro de ese tipo. Sonrió ante las palabras del chico.
-Esta bien, quiero estar contigo…- Murmuro ligeramente serio, pero también ruborizado ante el hecho de haber dicho esas palabras juntas en la misma frase hacia un chico adorable que acaba de conocer… Por un demonio, sería interesante saber que es lo que está en la cabeza de Felipe.- D-dije algo vergonzoso, ¿cierto? – Sus mejillas se encienden.
Se quedo pensando en un sabor de helado, había demasiados sabores en la lista que estaba sobre su cabeza, había sabores realmente excéntricos que le hacían pensar en Harry Potter y sus grajeas de todos los sabores, porque enserio, esa era una heladería con demasiados sabores. Sintió el aire en su oreja y se estremeció, incluso desvió la mirada, pero la barbilla de su cita quedo en su hombro. Le sintió olfatear. Le creyó, estaba confiando demasiado deprisa en ese chico y eso le resultada demasiado extraño. Giro, ligeramente su rostro y depositó un beso en la mejilla del mayor. Sus mejillas estaban ruborizadas.
-Creo que de nuez estaría bien. –Murmura, alejando sus labios de la mejilla del chico. Solo fue un impulso, cosas que nunca le rigen, pero… Pero en ese momento no parecía tan erróneo hacerlo.-Uh…- Murmura.-L-lo más probable es que si lleguemos a los b-besos… –Le confiesa unos segundos después, con el rostro enjoreciendo.-… Pue-puede ser… P-puede ser que com-comiences a gustarme… D-d-de-demasiado… –Baja la mirada y avanza en la fila, nervioso.
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Re: Shoppaholic's Valentine
por Invitado Lun Mar 03, 2014 6:13 pm
No sabría cómo describir el ambiente que ahora mismo parecía envolvernos a ambos, hace apenas unos momentos en el pasado Felipe se encontraba tan nervioso que se le dificultaba caminar y yo estaba tan desesperado y ansiosos por hablarle que llegue a decir cosas que quizá pudieron herirlo, pero ahora mismo gracias a la aparente magia del helado él parecía encontrarse mucho más calmado y a gusto con mi presencia, mientras yo me mordía la lengua cada vez que alguna frase a mi parecer demasiado idiota intentaba salir de mi boca.
-Para nada es vergonzoso creo que ha sido muy lindo-
Mis ojos se fijan atentamente es sus facciones cada que habla o intenta hacerlo, pocas veces en mi vida había encontrado a un ser con una ternura tan natural como él, cuando se mueve o respira todo parece ir más lento y yo simplemente no quiero apartar la mirada temiendo perderme alguno de esos importantísimos detalles. A pesar de que no hice ningún comentario sobre lo del cambio de carácter le dedique una sonrisa más traviesa, como un pequeño reto de que me gustaría verla alguna vez.
Seguí abrazado a la cintura de Felipe mientras la fila avanzaba lentamente, él parecía pensar que sabor elegir y no lo culpaba por tomarse su tiempo ya que incluso yo me había mareado al intentar solamente leer la mitad de la lista. Me gusta abrazarlo, es algo que acabo de descubrir, él es cálido, suave y desprende una aura agradable, es precisamente de esas personas abrazables y en el momento en que me recargué en su hombro para aspirar su aroma algo increíble sucedió, duro apenas un instante pero pude sentir claramente los pequeños y tiernos labios de Felipe en mi mejilla, abrí los ojos de inmediato y me gire a verlo mientras lo escuchaba, ¿en verdad eso estaba pasando?, ¿Él habla enserio sobre besarlo?
Él había pasado casi todo el rato sonrojado y eso es sumamente lindo, pero ahora mismo era mi turno de colocarme color tomate, de la nada sentí un ardor en mis mejillas acompañado de un nerviosismo casi cómico, el sonrojo llego tan de golpe que no podía ni articular palabra, todo lo que salía eran pequeños balbuceos avergonzados.
“Pue-puede ser… P-puede ser que com-comiences a gustarme… D-d-de-demasiado…”
Ese conjunto de palabras había venido a terminar con la poca serenidad que aún me quedaba, pensando rápidamente para evitar hacer algo idiota como de costumbre solté el agarre de su cintura y ahora lo tome de los hombros, mientras recargaba mi frente en su nuca, aspire aire hondamente buscando despejar mi mente aunque eso no ayudo mucho ya que todo el aire que pude obtener tenía su fragancia impregnada. Estaba sonrojado por primera vez en mucho tiempo y más que eso me encontraba avergonzado, porque creo que antes nadie me había dicho que yo le gustaba, era algo nuevo y atemorizante al mismo tiempo, abrí titubeante los labios dispuesto a responderle cuando entonces.
-¿Bienvenidos puedo tomar su orden?
Pegue un pequeño salto como un gato al que le llegas por detrás e instintivamente solté a Felipe ¿Cuándo fue que llegamos al principio de la fila?, íbamos hasta atrás y ….no entiendo nada.
-Ham jajaja este queremos dos helados uno de nuez y uno de chocolate por favor jajajaja-
Mi nerviosismo era evidente, y digo que lo era porque la chica que nos atendía parecía darse cuenta y si ella se daba cuenta TODO el mundo se daba cuenta. La chica nos sonrió a ambos algo nerviosa y luego se retiró para servir nuestra orden, fueron los minutos más largos de mi vida en esa barra esperando los helados, yo mantenía la vista fija en una mancha de helado en el suelo como la cosa más importante del mundo sin atreverme a mirarlo, ¿Qué le decía?, ¿que debía hacer ahora? ¿Qué rayos era esta vergüenza que me brota de la nada ahora mismo? “te estas portando como un idiota Aoba”
Después de ese regaño mental y de que la chica al fin regresaba con la orden, tome con prisa los conos, pague sin preocuparme el cambio, y comencé a caminar rápidamente hacia una de las pocas mesas vacías que quedaban al fondo del local con Felipe tomado de la mano, estoy seguro de que casi lo llevo a rastras pero si no me muevo rápido alguna idiotez saldrá de mi boca o peor aún nada saldrá.
Me intente sentar apresurado y tire de la mano de Felipe esperando que se sentara junto a mi, quería decirle cosas, muchas cosas y no podía esperar hasta que se sentara, asi que apenas y mi trasero había tocado la silla me levante nuevamente mirando a mi pareja a los ojos con el rostro bastante rojo.
-Sabes ahora mismo estoy nervioso muy nervioso y es raro porque yo nunca me pongo nervioso o al menos no a este grado, mi cara está caliente, mis orejas también y creo que mis mejillas estallaran en algún momento- señale mis mejillas mientras las pellizcaba un poco- y todo porque eres muy lindo sabes, En verdad lo eres y el decir lo que dijiste me hizo pensar que puede que tú también me comiences a gustar…-
Al final de todo ese pequeño discurso en leve voz alta me deje caer en la silla de la mesa y recargue la frente en la superficie blanca como si eso me ayudara, soy un idiota que no sabe comportarse -Pero sabes si me gustas no quiero que solamente me gustes por ser lindo, quiero que me gustes por ser Felipe-
Seguramente pensara que soy todo un idiota infantil y se ira, pero ya que lo pensé bien aun si se va creo que yo saldría corriendo detrás de él a perseguirlo, porque quiero saber de él, tengo el creciente deseo de conocerlo y que de esta manera me termine gustando todo de él.
-Para nada es vergonzoso creo que ha sido muy lindo-
Mis ojos se fijan atentamente es sus facciones cada que habla o intenta hacerlo, pocas veces en mi vida había encontrado a un ser con una ternura tan natural como él, cuando se mueve o respira todo parece ir más lento y yo simplemente no quiero apartar la mirada temiendo perderme alguno de esos importantísimos detalles. A pesar de que no hice ningún comentario sobre lo del cambio de carácter le dedique una sonrisa más traviesa, como un pequeño reto de que me gustaría verla alguna vez.
Seguí abrazado a la cintura de Felipe mientras la fila avanzaba lentamente, él parecía pensar que sabor elegir y no lo culpaba por tomarse su tiempo ya que incluso yo me había mareado al intentar solamente leer la mitad de la lista. Me gusta abrazarlo, es algo que acabo de descubrir, él es cálido, suave y desprende una aura agradable, es precisamente de esas personas abrazables y en el momento en que me recargué en su hombro para aspirar su aroma algo increíble sucedió, duro apenas un instante pero pude sentir claramente los pequeños y tiernos labios de Felipe en mi mejilla, abrí los ojos de inmediato y me gire a verlo mientras lo escuchaba, ¿en verdad eso estaba pasando?, ¿Él habla enserio sobre besarlo?
Él había pasado casi todo el rato sonrojado y eso es sumamente lindo, pero ahora mismo era mi turno de colocarme color tomate, de la nada sentí un ardor en mis mejillas acompañado de un nerviosismo casi cómico, el sonrojo llego tan de golpe que no podía ni articular palabra, todo lo que salía eran pequeños balbuceos avergonzados.
“Pue-puede ser… P-puede ser que com-comiences a gustarme… D-d-de-demasiado…”
Ese conjunto de palabras había venido a terminar con la poca serenidad que aún me quedaba, pensando rápidamente para evitar hacer algo idiota como de costumbre solté el agarre de su cintura y ahora lo tome de los hombros, mientras recargaba mi frente en su nuca, aspire aire hondamente buscando despejar mi mente aunque eso no ayudo mucho ya que todo el aire que pude obtener tenía su fragancia impregnada. Estaba sonrojado por primera vez en mucho tiempo y más que eso me encontraba avergonzado, porque creo que antes nadie me había dicho que yo le gustaba, era algo nuevo y atemorizante al mismo tiempo, abrí titubeante los labios dispuesto a responderle cuando entonces.
-¿Bienvenidos puedo tomar su orden?
Pegue un pequeño salto como un gato al que le llegas por detrás e instintivamente solté a Felipe ¿Cuándo fue que llegamos al principio de la fila?, íbamos hasta atrás y ….no entiendo nada.
-Ham jajaja este queremos dos helados uno de nuez y uno de chocolate por favor jajajaja-
Mi nerviosismo era evidente, y digo que lo era porque la chica que nos atendía parecía darse cuenta y si ella se daba cuenta TODO el mundo se daba cuenta. La chica nos sonrió a ambos algo nerviosa y luego se retiró para servir nuestra orden, fueron los minutos más largos de mi vida en esa barra esperando los helados, yo mantenía la vista fija en una mancha de helado en el suelo como la cosa más importante del mundo sin atreverme a mirarlo, ¿Qué le decía?, ¿que debía hacer ahora? ¿Qué rayos era esta vergüenza que me brota de la nada ahora mismo? “te estas portando como un idiota Aoba”
Después de ese regaño mental y de que la chica al fin regresaba con la orden, tome con prisa los conos, pague sin preocuparme el cambio, y comencé a caminar rápidamente hacia una de las pocas mesas vacías que quedaban al fondo del local con Felipe tomado de la mano, estoy seguro de que casi lo llevo a rastras pero si no me muevo rápido alguna idiotez saldrá de mi boca o peor aún nada saldrá.
Me intente sentar apresurado y tire de la mano de Felipe esperando que se sentara junto a mi, quería decirle cosas, muchas cosas y no podía esperar hasta que se sentara, asi que apenas y mi trasero había tocado la silla me levante nuevamente mirando a mi pareja a los ojos con el rostro bastante rojo.
-Sabes ahora mismo estoy nervioso muy nervioso y es raro porque yo nunca me pongo nervioso o al menos no a este grado, mi cara está caliente, mis orejas también y creo que mis mejillas estallaran en algún momento- señale mis mejillas mientras las pellizcaba un poco- y todo porque eres muy lindo sabes, En verdad lo eres y el decir lo que dijiste me hizo pensar que puede que tú también me comiences a gustar…-
Al final de todo ese pequeño discurso en leve voz alta me deje caer en la silla de la mesa y recargue la frente en la superficie blanca como si eso me ayudara, soy un idiota que no sabe comportarse -Pero sabes si me gustas no quiero que solamente me gustes por ser lindo, quiero que me gustes por ser Felipe-
Seguramente pensara que soy todo un idiota infantil y se ira, pero ya que lo pensé bien aun si se va creo que yo saldría corriendo detrás de él a perseguirlo, porque quiero saber de él, tengo el creciente deseo de conocerlo y que de esta manera me termine gustando todo de él.
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Re: Shoppaholic's Valentine
por Invitado Sáb Mar 08, 2014 7:12 pm
Estaba un poco avergonzado por las palabras que habían intentado escapar por sus labios, ¿cómo podría estar tranquilo después de decir algo tan cursi como querer estar cerca de él? Pero… Es que era extraño, Felipe estaba seguro de que no era homosexual y que tenía un problema traumático con los chicos, pero aun así se sentía cómodo y demasiado ansioso por saber mucho más de Aoba, por conocer cada uno de sus secretos y por ser más allegado a él. Cerró los ojos y le observó con demasiado interés, entonces añadió un tímido.-Me alegra que no te haya resultado molesto. –La sonrisa en sus labios se acrecentó, pero los nervios continuaban presentes. Se sentía demasiado nervioso, pero en ese momento era mejor lanzarse a lo desconocido. Soltó un suspiro y se relamió los labios, ¿a qué sabría ese chico? Sacudió la cabeza tan pronto se dio cuenta de los pensamientos escalofriantes que había en su cabeza. ¿Realmente estaba considerando besar a un chico? ¿Besar a Aoba? Se ruborizó.
Se dejo abrazar, aunque le desagradaba en general la cercanía de otros con su cuerpo, se sentía demasiado cómodo cuando estaba cerca de ese chico. No podía expresarlo con palabras, pero aquello era suficientemente hermoso como para detenerse a pensarlo. Le gustaba mucho ese chico… Y eso le asustaba un poco, no podía despegar su mirada de él, estaba demasiado feliz, observándole. Dejo escapar un suspiro, se sentía demasiado feliz y nervioso y raro y tímido… Estaba tan conmocionado que ni siquiera sabía como se sentía. Estaba pensando en el sabor del helado hasta que dio con lo que en realidad quería. Nuez, le gustaba la nuez. Entonces, le vio de reojo y se dio cuenta de que el deseo de besarle solo había aumentado en su cabeza y eso fue lo que hizo, cuando el mayor recargó su rostro en su pequeño hombro, se giro y depositó un casto beso en su mejilla y se giro de nuevo, completamente ruborizado. ¿Por qué hizo y dijo aquello?
Estaba riendo de forma tan exagerada que era fácil notar el hecho de que estaba nervioso, quizás no sabía como responder a sus palabras porque no se sentía de la misma forma que Felipe. Eso le hizo sentir un poco triste. Y al parecer la chica que los atendía también podía notar el nerviosismo de los dos chicos. Felipe no tomó su helado, Aoba los tomó de una forma tan rápida y despreocupada que Felipe se preocupo un poco… No le gustaba mucho la seriedad en aquel chico, pero al parecer solo era debido a los nervios, eso hizo que algo se extendiera en su pecho, algo cálido… Le tomó de la mano y literalmente le arrastró por el local en busca de una mesa. Se sentó y Felipe se sentó junto a él, un poco presionado por el nerviosismo de Aoba. Tenía el rostro acalorado y Felipe se cuestionó mentalmente la estabilidad del otro cuando lo vio levantarse de nuevo.
Tan pronto escucho que el otro estaba nervioso, se mostró una sonrisa cálida en el rostro de Felipe, aunque él mismo era demasiado inexpresivo. Escucho sus palabras y se ruborizó suavemente. Cuando éste se volvió a sentar, recargando su frente sobre la mesa, cuando dijo aquellas palabras, algo que hizo clic dentro del joven Dupont. Se mordió los labios y sujeto el cono de su helado, con la otra mano, levantó el rostro de Aoba de la mesa y suspiro. Le observó a los ojos y se acercó muy lentamente a él. ¿Estaba por b…? Si, si lo estaba. Estaba seguro de ello, quería hacerlo. Sus labios hicieron contacto y Felipe cerró los ojos. Profundizó el contacto, inclinando su rostro hacia el del mayor y cuando se alejo le observó. Sonrió ligeramente, con el rubor en sus mejillas y se alejo.
-¿Puedo probar tu helado? –Se le escapo una risa nerviosa, pero le miro con intensidad.
Se dejo abrazar, aunque le desagradaba en general la cercanía de otros con su cuerpo, se sentía demasiado cómodo cuando estaba cerca de ese chico. No podía expresarlo con palabras, pero aquello era suficientemente hermoso como para detenerse a pensarlo. Le gustaba mucho ese chico… Y eso le asustaba un poco, no podía despegar su mirada de él, estaba demasiado feliz, observándole. Dejo escapar un suspiro, se sentía demasiado feliz y nervioso y raro y tímido… Estaba tan conmocionado que ni siquiera sabía como se sentía. Estaba pensando en el sabor del helado hasta que dio con lo que en realidad quería. Nuez, le gustaba la nuez. Entonces, le vio de reojo y se dio cuenta de que el deseo de besarle solo había aumentado en su cabeza y eso fue lo que hizo, cuando el mayor recargó su rostro en su pequeño hombro, se giro y depositó un casto beso en su mejilla y se giro de nuevo, completamente ruborizado. ¿Por qué hizo y dijo aquello?
Estaba riendo de forma tan exagerada que era fácil notar el hecho de que estaba nervioso, quizás no sabía como responder a sus palabras porque no se sentía de la misma forma que Felipe. Eso le hizo sentir un poco triste. Y al parecer la chica que los atendía también podía notar el nerviosismo de los dos chicos. Felipe no tomó su helado, Aoba los tomó de una forma tan rápida y despreocupada que Felipe se preocupo un poco… No le gustaba mucho la seriedad en aquel chico, pero al parecer solo era debido a los nervios, eso hizo que algo se extendiera en su pecho, algo cálido… Le tomó de la mano y literalmente le arrastró por el local en busca de una mesa. Se sentó y Felipe se sentó junto a él, un poco presionado por el nerviosismo de Aoba. Tenía el rostro acalorado y Felipe se cuestionó mentalmente la estabilidad del otro cuando lo vio levantarse de nuevo.
Tan pronto escucho que el otro estaba nervioso, se mostró una sonrisa cálida en el rostro de Felipe, aunque él mismo era demasiado inexpresivo. Escucho sus palabras y se ruborizó suavemente. Cuando éste se volvió a sentar, recargando su frente sobre la mesa, cuando dijo aquellas palabras, algo que hizo clic dentro del joven Dupont. Se mordió los labios y sujeto el cono de su helado, con la otra mano, levantó el rostro de Aoba de la mesa y suspiro. Le observó a los ojos y se acercó muy lentamente a él. ¿Estaba por b…? Si, si lo estaba. Estaba seguro de ello, quería hacerlo. Sus labios hicieron contacto y Felipe cerró los ojos. Profundizó el contacto, inclinando su rostro hacia el del mayor y cuando se alejo le observó. Sonrió ligeramente, con el rubor en sus mejillas y se alejo.
-¿Puedo probar tu helado? –Se le escapo una risa nerviosa, pero le miro con intensidad.
Invitado- Invitado
Re: Shoppaholic's Valentine
por Invitado Vie Mar 14, 2014 1:04 am
Cuan repentinamente había cambiado los papeles ¿no es verdad? Si retrocedemos un poco en el tiempo veríamos esta misma situación pero de forma invertida, Felipe sonrojado y yo riendo de manera despreocupada, pero ahora mismo debido a la cadena de sucesos que fueron ocurriendo yo simplemente no soy capaz de levantar el rostro de la mesa, es mi pequeño refugio con el cual evito pasar la vergonzosa situación de que vea mi rostro sonrojado.
Ciertamente no recuerdo la última vez que me sonroje por intervención de otra persona, y no es que no me ponga nervioso nunca, cada vez que me reprenden durante alguna materia o me tropiezo producto de mis dos pies izquierdos termino rojo de vergüenza, pero la coloración de este preciso momento es diferente a cualquier otra que hubiera experimentado en muchísimo tiempo.
Los escasos segundos que transcurrían entre mi vergonzosa declaración a voz alta y el mutismo de Felipe hacían que pensara que lo que dije fue estúpido, ¡y eso que había estado cuidando mi bocota para ya no decir más idioteces!, ¿Qué haría ahora o que le diría después? sabía que no podía mantenerme escondido por mucho tiempo más pero no siento la fuerza en el cuerpo como para intentar alzar la mirada. Aunque al final no fue necesario que yo lo hiciera pues en un inesperado movimiento termine mirando directamente los expresivos ojos de Felipe, en los cuales no había prestado la debida atención antes o me habría dado cuenta de lo realmente hermosos que son, lo único que pude hacer fue aspirar un poco de ese aire impregnado de su esencia antes de que nuestros labios se juntaran en un rose, terminando así con la escasa distancia que nos separaba, al principio era suave incluso tímido pero cuando él profundizo el beso y cerro esos ojos yo solamente pude intentar seguirle el ritmo de una manera algo torpe ya que aún estaba sorprendido.
El beso fue corto, quizá demasiado para mi agrado, y es que él tiene un gusto delicioso, un sabor suave y algo dulce parecido al sabor de un chocolate amargo e igualmente encantador, cuando nos separamos pude ver su sonrisa, no me canso de decir que es tierno estoy seguro de que no hay nadie en kilómetros que tenga ni la mitad de su encanto y con esto intento explicar que no pude evitar sonrojarme al verlo tan sonriente y sonrojado, ¿no es gracioso sonrojarte por ver a alguien sonrojado?
-¡C-claro que puedes!-
Acabo de tartamudear al responder ¡¿EN VERDAD?!, Yo no tartamudeo nunca en mi vida lo he hecho, y ahora mismo mientras estiro mi cono para que él lo pruebe siento temblar un poco mi mano, de alguna manera creo que todo esto es muy extraño, al menos mi actitud, si soy sincero no me gusta estar sonrojado y nervioso, !no! Lo que yo quiero es verlo a él sonrojado y nervioso, porque eso sería el mayor de los dulces ahora mismo.
-Pero ¿Por qué no lo pruebas de una forma más divertida?
De un momento a otro mi actitud cambio de forma notoria, supongo que es el deseo de hacerlo sentir tan nervioso como yo. Acerque mi cono hasta mis labios y di una pequeña lamida de un modo no menos sugestivo que su beso, una vez que tenía helado en la boca acorte la distancia entre nosotros inclinándome sobre la mesa, con la mano libre me atreví a sostener su cuello y jalarlo hacia mí.
Junte nuevamente nuestros labios depositando cuidadosamente el frio postre en su boca mientras yo me deleitaba acariciando un poco sus labios con los míos.
–Yo también quiero besarte-
Susurre para que sólo él me escuchara, en verdad él tiene un sabor delicioso pero por más que me guste quedarme pegado a él por mucho tiempo seguramente lo molestaría y eso es lo que menos deseo, así que al cabo de unos escasos segundos me separe de su boca mientras relamía mis propios labios.
-Estos seguro de que ni mi helado tiene un sabor tan delicioso como el tuyo- Con una sonrisa radiante tome asiento junto a Felipe y comencé a comer mi helado como un niño pequeño que termino con una travesura.
-¿Por cierto después del helado quisieras ir al cine o quizá a los juegos? Quiero pasar el mayor tiempo que pueda contigo el día de hoy-
En verdad el haber venido a la cita a ciegas fue la mejor decisión que pude tomar.
Ciertamente no recuerdo la última vez que me sonroje por intervención de otra persona, y no es que no me ponga nervioso nunca, cada vez que me reprenden durante alguna materia o me tropiezo producto de mis dos pies izquierdos termino rojo de vergüenza, pero la coloración de este preciso momento es diferente a cualquier otra que hubiera experimentado en muchísimo tiempo.
Los escasos segundos que transcurrían entre mi vergonzosa declaración a voz alta y el mutismo de Felipe hacían que pensara que lo que dije fue estúpido, ¡y eso que había estado cuidando mi bocota para ya no decir más idioteces!, ¿Qué haría ahora o que le diría después? sabía que no podía mantenerme escondido por mucho tiempo más pero no siento la fuerza en el cuerpo como para intentar alzar la mirada. Aunque al final no fue necesario que yo lo hiciera pues en un inesperado movimiento termine mirando directamente los expresivos ojos de Felipe, en los cuales no había prestado la debida atención antes o me habría dado cuenta de lo realmente hermosos que son, lo único que pude hacer fue aspirar un poco de ese aire impregnado de su esencia antes de que nuestros labios se juntaran en un rose, terminando así con la escasa distancia que nos separaba, al principio era suave incluso tímido pero cuando él profundizo el beso y cerro esos ojos yo solamente pude intentar seguirle el ritmo de una manera algo torpe ya que aún estaba sorprendido.
El beso fue corto, quizá demasiado para mi agrado, y es que él tiene un gusto delicioso, un sabor suave y algo dulce parecido al sabor de un chocolate amargo e igualmente encantador, cuando nos separamos pude ver su sonrisa, no me canso de decir que es tierno estoy seguro de que no hay nadie en kilómetros que tenga ni la mitad de su encanto y con esto intento explicar que no pude evitar sonrojarme al verlo tan sonriente y sonrojado, ¿no es gracioso sonrojarte por ver a alguien sonrojado?
-¡C-claro que puedes!-
Acabo de tartamudear al responder ¡¿EN VERDAD?!, Yo no tartamudeo nunca en mi vida lo he hecho, y ahora mismo mientras estiro mi cono para que él lo pruebe siento temblar un poco mi mano, de alguna manera creo que todo esto es muy extraño, al menos mi actitud, si soy sincero no me gusta estar sonrojado y nervioso, !no! Lo que yo quiero es verlo a él sonrojado y nervioso, porque eso sería el mayor de los dulces ahora mismo.
-Pero ¿Por qué no lo pruebas de una forma más divertida?
De un momento a otro mi actitud cambio de forma notoria, supongo que es el deseo de hacerlo sentir tan nervioso como yo. Acerque mi cono hasta mis labios y di una pequeña lamida de un modo no menos sugestivo que su beso, una vez que tenía helado en la boca acorte la distancia entre nosotros inclinándome sobre la mesa, con la mano libre me atreví a sostener su cuello y jalarlo hacia mí.
Junte nuevamente nuestros labios depositando cuidadosamente el frio postre en su boca mientras yo me deleitaba acariciando un poco sus labios con los míos.
–Yo también quiero besarte-
Susurre para que sólo él me escuchara, en verdad él tiene un sabor delicioso pero por más que me guste quedarme pegado a él por mucho tiempo seguramente lo molestaría y eso es lo que menos deseo, así que al cabo de unos escasos segundos me separe de su boca mientras relamía mis propios labios.
-Estos seguro de que ni mi helado tiene un sabor tan delicioso como el tuyo- Con una sonrisa radiante tome asiento junto a Felipe y comencé a comer mi helado como un niño pequeño que termino con una travesura.
-¿Por cierto después del helado quisieras ir al cine o quizá a los juegos? Quiero pasar el mayor tiempo que pueda contigo el día de hoy-
En verdad el haber venido a la cita a ciegas fue la mejor decisión que pude tomar.
Invitado- Invitado
Re: Shoppaholic's Valentine
por Invitado Lun Mar 17, 2014 10:09 pm
¿Qué era lo que le había incitado a besar al joven? Sus mejillas estaban ruborizadas y aunque mostraba una sonrisa encantadora e incluso había hecho una sonrisa quitándole importancia a aquel hecho, ahora su cabeza estaba hecha un lío y no podía dejar de pensar tantas cosas que sospecho que estaba enloqueciendo y ese pensamiento no le gustaba para nada, pensar de nuevo en el dulce sabor en los labios de Aoba y en el creciente sentimiento que se estaba desarrollando en aquel momento dentro de su pecho, era algo que simplemente no podía describir con palabras. Estaba nervioso, pero era capaz de ocultar aquello dentro de su pecho porque había querido besarle y no estaba para nada arrepentido de hacerlo.
Felipe supo que era tiempo de dejar de pensar cuando extendió el cono hacia él, inclino su rostro suavemente e incluso mostró su rosada y suave lengua, pero se detuvo en esa posición y solo miro hacia arriba con curiosidad, lo cierto es que tenía demasiado interés en lo que podría decirle, por lo que le miro impasible, y cuando Aoba mencionó aquello solo parpadeo un par de veces y sonrió. Estuvo por preguntar a que se refería pero solo le vio lamer su helado de una forma que le hizo sentirse nervioso y quizá, algo que no aceptara, sexualmente motivado. Sus mejillas enrojecieron de inmediato y su cerebro le anticipo que era lo que estaba por suceder, algo que no tardo mucho en darse a conocer.
Permitió que le tomara del cuello y que le acercará de esa forma. Cerró los ojos y permitió que el otro depositara el postre en su boca, incluso cuando sus lenguas se habían rozado superficialmente y aquello había ocasionado un sonrojo de lo mas notorio en las mejillas del menor. Cerró los ojos con fuerza y escuchó sus palabras esperando con deseo que se acercara más a él, aunque algo como aquello simplemente no terminaba de ocurrir. Dejo escapar un suspiro de anhelo, esperando que fuera suficiente para atraer su atención y que le besara de nuevo. Se frustró porque no pudo identificar que era aquel sentimiento que se enterraba en su pecho. Aunque claro, el otro no le besó y eso solo ocasiono que gruñera con frustración y le enterrara una mirada de resignación al otro
Le observó comer su helado y él mismo comenzó a hacer lo mismo. Lamiendo desde el inicio del cono hasta la punta. Era muy inocente en lo que hacía, por lo que no pensó que aquella forma de lamer pudiera malinterpretarse, en ocasiones refunfuñaba por la molestia, pero continuaba lamiendo su helado con tanta delicadeza y morbosidad para otros que le observaban y lo cierto es que si había otros hombres que le observaban con interés, pero Felipe estaba enterrado en sus pensamientos como para darse cuenta de las miradas, en especial porque nunca se daba cuenta de las miradas. Escucho su cuestión y se tomó su tiempo en contestar.
- Tampoco me molestaría estar todo el día contigo...- Mencionó con voz suave.- Una película estaría bien. -Nunca había entendido porque a las chicas les gustaba ir al cine a besuquearse con su pareja, pero entendía que debía ser porque no podían ser vistos.-Incluso podrías besarme si es muy aburrido. -Menciono con voz firme.
Felipe supo que era tiempo de dejar de pensar cuando extendió el cono hacia él, inclino su rostro suavemente e incluso mostró su rosada y suave lengua, pero se detuvo en esa posición y solo miro hacia arriba con curiosidad, lo cierto es que tenía demasiado interés en lo que podría decirle, por lo que le miro impasible, y cuando Aoba mencionó aquello solo parpadeo un par de veces y sonrió. Estuvo por preguntar a que se refería pero solo le vio lamer su helado de una forma que le hizo sentirse nervioso y quizá, algo que no aceptara, sexualmente motivado. Sus mejillas enrojecieron de inmediato y su cerebro le anticipo que era lo que estaba por suceder, algo que no tardo mucho en darse a conocer.
Permitió que le tomara del cuello y que le acercará de esa forma. Cerró los ojos y permitió que el otro depositara el postre en su boca, incluso cuando sus lenguas se habían rozado superficialmente y aquello había ocasionado un sonrojo de lo mas notorio en las mejillas del menor. Cerró los ojos con fuerza y escuchó sus palabras esperando con deseo que se acercara más a él, aunque algo como aquello simplemente no terminaba de ocurrir. Dejo escapar un suspiro de anhelo, esperando que fuera suficiente para atraer su atención y que le besara de nuevo. Se frustró porque no pudo identificar que era aquel sentimiento que se enterraba en su pecho. Aunque claro, el otro no le besó y eso solo ocasiono que gruñera con frustración y le enterrara una mirada de resignación al otro
Le observó comer su helado y él mismo comenzó a hacer lo mismo. Lamiendo desde el inicio del cono hasta la punta. Era muy inocente en lo que hacía, por lo que no pensó que aquella forma de lamer pudiera malinterpretarse, en ocasiones refunfuñaba por la molestia, pero continuaba lamiendo su helado con tanta delicadeza y morbosidad para otros que le observaban y lo cierto es que si había otros hombres que le observaban con interés, pero Felipe estaba enterrado en sus pensamientos como para darse cuenta de las miradas, en especial porque nunca se daba cuenta de las miradas. Escucho su cuestión y se tomó su tiempo en contestar.
- Tampoco me molestaría estar todo el día contigo...- Mencionó con voz suave.- Una película estaría bien. -Nunca había entendido porque a las chicas les gustaba ir al cine a besuquearse con su pareja, pero entendía que debía ser porque no podían ser vistos.-Incluso podrías besarme si es muy aburrido. -Menciono con voz firme.
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