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Cena romántica con la naturaleza
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Cena romántica con la naturaleza
Cena romántica con la
naturaleza
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En Ashford se encuentran diferentes lugares para reunirse las parejas. Uno de ellos es de especial importancia debido a que tiene su restaurante situado en un sótano. Desde todo el hotel se puede ver el océano, pero desde aquel sótano no solo tienes acceso a vistas desde un lugar mucho más cercano, sino que, al estar al aire libre, puedes escuchar el romper de las olas, dando un aire de naturaleza mucho mayor perfecto para aquellas parejas amantes de la naturaleza. Sin embargo, no es un buen lugar para darse un chapuzón, principalmente por el arrecife que hay que mantiene el restaurante a pie. Es, sin duda, una maravilla que la naturaleza ofrece.
Gracias a contactos que tiene la academia, la estancia de la pareja que ha sido enviada allí (la vuestra) es completamente gratuita y, además, se os ha dado dos habitaciones para elegir más adelante: una con una sola cama de matrimonio, por si las cosas salen bien y, en caso de no ir tan bien, otra con dos camas individuales separadas.
En cuanto al servicio, cabe destacar que en el papel que se os dio, tenéis la opción de pedir servicio de habitación o, por el contrario, observar el paisaje que se presencia desde el restaurante.
Reglas del evento
1) El tema que deberán responder antes que los demás que tengan será el del evento, porque tiene una fecha límite.
2) No se pueden abandonar los temas.
3) Al menos 2 contestaciones por semana.
Invitado- Invitado
Re: Cena romántica con la naturaleza
Desde que obligue a Ekaterina a entrar conmigo en ese tonto evento de citas a ciegas, estuve emocionado. También supe desde el principio que toda posibilidad de que Adam entrara en el evento era estúpido de prever así que desde el inicio supe que no tendría sorpresas y que aunque mi día de San Valentín no sería el mejor, al menos podría hacer que el día de alguien fuera bueno, no tanto como que el mío será una basura total porque no podre estar con la persona que más amo en la Tierra, pero al menos tendré que fingir estar divertido para que esto no sea un completo fiasco y en verdad, estoy deseando que Ekaterina disfrute esto, porque todo lo que hago es solamente para verla sonreír porque alguien le hace feliz, aunque claro tenía que disfrazar un poco las cosas para que no sospechara nada extraño.
Me levante un poco cansado de mi cama, sin deseos de salir del departamento, pero aun así, con pesadez me dirigí al armario y me puse mi traje rojo, con esa camisa negra que tanto me gusta. Por algún motivo toda la ropa se me ve condenadamente bien, pero esta lo que hacía era hacerme ver increíblemente más sexy de lo que soy, incluso más sexy de lo que podría ser sin ropa. Estoy desganado, pero lo menos que puedo hacer es sonreír y hacer que la otra persona pase una buena velada, estoy seguro que no estoy tan desafortunado como para que me toque con Eka, que aunque puede ser muy divertido, no lo veo correcto, porque si esto es para juntarla con alguien que la haga feliz entonces el primer fallo es que sea conmigo, porque nunca podría hacerla feliz de la forma en la que se lo merece.
Tome la invitación entre mis manos, mientras terminaba con algunos detalles de mi cabello, quería asegurarme de que quedara lo más perfecto posible. Sacudí la cabeza, intentando sacarme a Winter de encima y tomé la invitación entre mis manos, llegar a Ashford sería sencillo, pero sin esa invitación no podría entrar y mucho menos llegar al sitio que había sido preparado para encontrarme con mi ‘pareja’. Salí de mi departamento tras tomar mis gafas, dinero y las llaves de la casa, estaba un poco preocupado por detalles… Tome mi celular antes de cerrar, solo por si Adam me marcaba o algo… Podría suceder e incluso si no sucedía no quiero perder la esperanza.
Comencé a caminar hacia Ashford, que esta un poco lejos, así que cuando me cansé tome un taxi y llegué demasiado rápido al sitio, con mucha suerte sería el primero en llegar. Al enseñar la invitación, un mesero me guió a la mesa y… ¡Si! Fui el primero en llegar, así que pedí un vaso de agua, mientras esperaba. Para mi fortuna, también me llevaron deliciosos palitos de pan. Mire el celular y envié un mensaje pequeño… ”Pasa un buen día, Adam…” y lo envié, incluso cuando dude que me contestara.
Me levante un poco cansado de mi cama, sin deseos de salir del departamento, pero aun así, con pesadez me dirigí al armario y me puse mi traje rojo, con esa camisa negra que tanto me gusta. Por algún motivo toda la ropa se me ve condenadamente bien, pero esta lo que hacía era hacerme ver increíblemente más sexy de lo que soy, incluso más sexy de lo que podría ser sin ropa. Estoy desganado, pero lo menos que puedo hacer es sonreír y hacer que la otra persona pase una buena velada, estoy seguro que no estoy tan desafortunado como para que me toque con Eka, que aunque puede ser muy divertido, no lo veo correcto, porque si esto es para juntarla con alguien que la haga feliz entonces el primer fallo es que sea conmigo, porque nunca podría hacerla feliz de la forma en la que se lo merece.
Tome la invitación entre mis manos, mientras terminaba con algunos detalles de mi cabello, quería asegurarme de que quedara lo más perfecto posible. Sacudí la cabeza, intentando sacarme a Winter de encima y tomé la invitación entre mis manos, llegar a Ashford sería sencillo, pero sin esa invitación no podría entrar y mucho menos llegar al sitio que había sido preparado para encontrarme con mi ‘pareja’. Salí de mi departamento tras tomar mis gafas, dinero y las llaves de la casa, estaba un poco preocupado por detalles… Tome mi celular antes de cerrar, solo por si Adam me marcaba o algo… Podría suceder e incluso si no sucedía no quiero perder la esperanza.
Comencé a caminar hacia Ashford, que esta un poco lejos, así que cuando me cansé tome un taxi y llegué demasiado rápido al sitio, con mucha suerte sería el primero en llegar. Al enseñar la invitación, un mesero me guió a la mesa y… ¡Si! Fui el primero en llegar, así que pedí un vaso de agua, mientras esperaba. Para mi fortuna, también me llevaron deliciosos palitos de pan. Mire el celular y envié un mensaje pequeño… ”Pasa un buen día, Adam…” y lo envié, incluso cuando dude que me contestara.
Sam Ebony- Mensajes : 43
Puntos : 62
Re: Cena romántica con la naturaleza
Los días en la academia habían sido bastante solitarios, no había podido encontrar aún a quien se supone debía proteger, por lo que la frustración no hacía más que deprimirle y hacerle sentir un inútil. No había salido demasiado y no conocía a muchas personas, solo unas cuantas, por lo que cuando escuchó sobre el evento que se realizaría pronto, cayó en cuenta de algo muy importante: estaría solo también en San Valentín. No es que esa gran revelación le causase sufrimiento o desmoronase su alma, puesto que como no estaba enamorado no lo sentía profundo, sino que ese día podría ser apropiado para conocer personas dentro de lo que involucraba el evento. No esperaba conseguir a alguien con quien pasar el resto de sus días, no creía en ese tipo de cosas, al menos no para si mismo; pero si conocía a alguien interesante, estaría agradecido.
Es con eso en mente que, tardío, se inscribe en las futuras citas a ciegas. Le pareció curioso que especificaran si prefería un hombre o mujer, él siempre pensó que a la hora de emparejarse el sexo no importaba, pero quizás esté lejos de entender que la gente normalmente se fija mucho en eso. A fin de cuentas, decide que no le importará el sexo de su cita, por lo que no podrá generar una expectativa física de su pareja en la velada.
Tras recibir la invitación, se arregla minuciosamente y escoge un traje formal -toda su ropa lo es en cierta medida- el cual, difería en lo habitual en el tono de la camisa y la corbata, eran tonos que le gustaban bastante. Como no quería dejar ver su aspecto real, más por temor a ser tomado por diferente o anormal que otra cosa, acudiría a la cita en el aspecto que suele mostrar en la academia Greenlight. Una vez estuvo listo, se dirigió al sitio indicado yendo en un taxi, puesto que no conocía muy bien la zona aún como para llegar caminando, además que no deseaba llegar tarde e incomodar a su cita.
Pasó bastante tiempo hasta que llegó a Ashford -sitio del que solo había oído el nombre- y en breve llegó al hotel donde se concretaría la cita. El aspecto del frontis le recordó buenos momentos, eso le entusiasmó y plasmó una sonrisa mayor a la acostumbrada y no demoró en ingresar y acudir al recepcionista, quien amablemente le guió hasta el restaurante. Se acercó al encargado de recibir a los clientes y mostró la invitación, dirigiéndole inmediatamente hacia la zona donde le esperaba su acompañante. El encargado dejó a Ryuunosuke frente a la mesa y mencionó, con cortesía al otro invitado "Ha llegado su cita señor, iré a buscar la carta para que ambos elijan sus platillos. Antes les otorgaré algo de tiempo para que dialoguen, si me necesitan vendré en seguida." retirándose tras una breve pausa.
El rubio cenizo no dijo palabra hasta que quedaron solos, tuvo cierta sorpresa al ver que no le tocó con una mujer y se atrevió a detallar el aspecto del otro hombre. Sin querer ser tomado como descortés, inclinó leve la cabeza y con una cálida sonrisa le menciona - Buenas noches, lamento si le hice perder mucho tiempo. - dicho eso, se acercó al otro individuo y sacándose el guante de la mano derecha, la muestra en seña de buena educación,actitud de la cual le cuesta desprenderse. - Soy Ryuunosuke Asakura, es todo un placer. - aguarda a la reacción del otro, pero no deja de admirar su aspecto.
Un montón de dudas comenzaron a surgir en su mente, partiendo por la más obvia ¿estará aquel contento con que le toque cenar en este día con un chico?, por como luce podría tener a cualquier mujer del amplio salón y justo le tocó con otro hombre, ¿eso afectaría las cosas?, no estaba seguro. Cierto nerviosismo sintió por un instante, pero trató de concentrarse en su acompañante y en que eso no debiera ser un obstáculo. Se sacó la chaqueta y la dejó en el respaldo de la silla, sentándose ahora frente al joven de rubios cabellos, dando inicio a la velada "romántica".
Es con eso en mente que, tardío, se inscribe en las futuras citas a ciegas. Le pareció curioso que especificaran si prefería un hombre o mujer, él siempre pensó que a la hora de emparejarse el sexo no importaba, pero quizás esté lejos de entender que la gente normalmente se fija mucho en eso. A fin de cuentas, decide que no le importará el sexo de su cita, por lo que no podrá generar una expectativa física de su pareja en la velada.
Tras recibir la invitación, se arregla minuciosamente y escoge un traje formal -toda su ropa lo es en cierta medida- el cual, difería en lo habitual en el tono de la camisa y la corbata, eran tonos que le gustaban bastante. Como no quería dejar ver su aspecto real, más por temor a ser tomado por diferente o anormal que otra cosa, acudiría a la cita en el aspecto que suele mostrar en la academia Greenlight. Una vez estuvo listo, se dirigió al sitio indicado yendo en un taxi, puesto que no conocía muy bien la zona aún como para llegar caminando, además que no deseaba llegar tarde e incomodar a su cita.
Pasó bastante tiempo hasta que llegó a Ashford -sitio del que solo había oído el nombre- y en breve llegó al hotel donde se concretaría la cita. El aspecto del frontis le recordó buenos momentos, eso le entusiasmó y plasmó una sonrisa mayor a la acostumbrada y no demoró en ingresar y acudir al recepcionista, quien amablemente le guió hasta el restaurante. Se acercó al encargado de recibir a los clientes y mostró la invitación, dirigiéndole inmediatamente hacia la zona donde le esperaba su acompañante. El encargado dejó a Ryuunosuke frente a la mesa y mencionó, con cortesía al otro invitado "Ha llegado su cita señor, iré a buscar la carta para que ambos elijan sus platillos. Antes les otorgaré algo de tiempo para que dialoguen, si me necesitan vendré en seguida." retirándose tras una breve pausa.
El rubio cenizo no dijo palabra hasta que quedaron solos, tuvo cierta sorpresa al ver que no le tocó con una mujer y se atrevió a detallar el aspecto del otro hombre. Sin querer ser tomado como descortés, inclinó leve la cabeza y con una cálida sonrisa le menciona - Buenas noches, lamento si le hice perder mucho tiempo. - dicho eso, se acercó al otro individuo y sacándose el guante de la mano derecha, la muestra en seña de buena educación,actitud de la cual le cuesta desprenderse. - Soy Ryuunosuke Asakura, es todo un placer. - aguarda a la reacción del otro, pero no deja de admirar su aspecto.
Un montón de dudas comenzaron a surgir en su mente, partiendo por la más obvia ¿estará aquel contento con que le toque cenar en este día con un chico?, por como luce podría tener a cualquier mujer del amplio salón y justo le tocó con otro hombre, ¿eso afectaría las cosas?, no estaba seguro. Cierto nerviosismo sintió por un instante, pero trató de concentrarse en su acompañante y en que eso no debiera ser un obstáculo. Se sacó la chaqueta y la dejó en el respaldo de la silla, sentándose ahora frente al joven de rubios cabellos, dando inicio a la velada "romántica".
- Aspecto:
Invitado- Invitado
Re: Cena romántica con la naturaleza
Tengo que dejar de pensar en Winter, Ekaterina me ha dicho una y otra vez que el hecho de que no me hable no significa que no me ame… ¿Acaso le he creído? No. Porque Adam no me mostró una señal cuando más lo necesitaba y ahora solo estoy vacío y me duele… Sacudí la cabeza y le di un gran sorbo al vaso frente a mi. Necesito pensar en otra cosa, porque si… Si sigo pensando en Adam… Podría ponerme a llorar y eso no es cool. Solo me haría ver como un chico al que le destrozaron el corazón para después hacer confeti con el resto… En vez de parecer el sexy viajero del tiempo que soy… Y en momentos depresivos como este, prefiero tener mi ego y narcicismo que una sonrisa tristona debido a un idiota que no supo aprovechar mi presencia.
Así que ese es el plan de ataque, me pondré en mi mejor plan y no pensaré en Adam para nada. Porque… No me gusta sufrir por estupideces. Es cierto, Adam me gusta muchísimo, pero él no es homosexual y seguro ese beso fue un desliz por la emoción y no uno porque me ame. Es típico de él y aun llegando a esa conclusión no puedo odiarlo. ¿Esto es producto del amor? No poder odiar a quien te ha herido… Es algo interesante, solo puedo sonreír por amarlo, incluso si nunca llega a corresponderme. Deje escapar un suspiro e hice un ademán de alejamiento con la mano, alejando todos esos sentimientos y pensamientos de mi felicidad actual. Si, porque hoy estaré feliz y nadie podrá arruinar eso.
Estaba jugando con el borde del mantel, enrollándolo entre mis dedos y soltándolo y luego me metía un palito de pan y lo mordisqueaba lentamente. Si, quizás no debí llegar tan temprano, porque aunque la vista es maravillosa y me encanta el simple hecho de ver tanta agua, aunque el agua en cierta forma me deprime y estar en un sitio tan escondido bajo la tierra me pone ansioso, creo que es debido a que soy de una raza con alas y los lugares bajo tierra por instinto me ponen nervioso. Termine de tomar el agua y me preparé mentalmente. Soy sexy, soy genial y no voy a sufrir por nada… Eres increíble, Ebony… Puedes soportar estar bajo tierra y no te pondrás como una nenaza de nuevo.
-Esta bien, puedo hacerlo. – Tome otro palito, joder es que son completamente deliciosos.
Escuche las palabras del encargado y me acomodé en la silla, porque como estaba un poco aburrido, creo que ya estaba casi sobre ella. Deje escapar un suspiro y asentí. Conocernos, oh cierto. Me pregunto si es una chica o un chico, espero que sea lo segundo, porque me gustan mucho más los chicos, las chicas son un poco abrumadoras…
-No, para nada.- Mencione.- Es mi culpa por llegar excesivamente temprano.- Me encontré analizando el rostro de mi cita. Era un hombre mayor, seguro, o al menos mayor que yo… Y se ve tan sexy… Tan sexy… Que tuve que tragar saliva para evitar que se diera cuenta de mi interés.-S-sam. Soy Sam Ebony.- No estoy ni seguro de porque titubee al decir mi nombre. Y tome su mano, ligeramente ruborizado. Y joder… Yo no me ruborizo.
No puedo sacudir mi cabeza porque no es para nada elegante, quizás debí haberle pedido consejos a Ekaterina, en caso de que me tocará una cita con un hombre podidamente sexy y me quedara paralizado sin saber que hacer. Solo respire profundamente y exhale lento. Luego le mire de nuevo.
-Tienes unos ojos hermosos.- Fue lo único que logre emitir, acomodándome las gafas oscuras mejor, porque… No quiero asustar a nadie con mis horripilantes ojos.-Por cierto, ¿no te molesta que te haya tocado conmigo?- Tenía curiosidad al respecto, porque él es demasiado sexy y no parece… Bueno, cualquier chica (o chico) se derretiría por él. Siento celos, tiene un efecto mejor que el mío.
Así que ese es el plan de ataque, me pondré en mi mejor plan y no pensaré en Adam para nada. Porque… No me gusta sufrir por estupideces. Es cierto, Adam me gusta muchísimo, pero él no es homosexual y seguro ese beso fue un desliz por la emoción y no uno porque me ame. Es típico de él y aun llegando a esa conclusión no puedo odiarlo. ¿Esto es producto del amor? No poder odiar a quien te ha herido… Es algo interesante, solo puedo sonreír por amarlo, incluso si nunca llega a corresponderme. Deje escapar un suspiro e hice un ademán de alejamiento con la mano, alejando todos esos sentimientos y pensamientos de mi felicidad actual. Si, porque hoy estaré feliz y nadie podrá arruinar eso.
Estaba jugando con el borde del mantel, enrollándolo entre mis dedos y soltándolo y luego me metía un palito de pan y lo mordisqueaba lentamente. Si, quizás no debí llegar tan temprano, porque aunque la vista es maravillosa y me encanta el simple hecho de ver tanta agua, aunque el agua en cierta forma me deprime y estar en un sitio tan escondido bajo la tierra me pone ansioso, creo que es debido a que soy de una raza con alas y los lugares bajo tierra por instinto me ponen nervioso. Termine de tomar el agua y me preparé mentalmente. Soy sexy, soy genial y no voy a sufrir por nada… Eres increíble, Ebony… Puedes soportar estar bajo tierra y no te pondrás como una nenaza de nuevo.
-Esta bien, puedo hacerlo. – Tome otro palito, joder es que son completamente deliciosos.
Escuche las palabras del encargado y me acomodé en la silla, porque como estaba un poco aburrido, creo que ya estaba casi sobre ella. Deje escapar un suspiro y asentí. Conocernos, oh cierto. Me pregunto si es una chica o un chico, espero que sea lo segundo, porque me gustan mucho más los chicos, las chicas son un poco abrumadoras…
-No, para nada.- Mencione.- Es mi culpa por llegar excesivamente temprano.- Me encontré analizando el rostro de mi cita. Era un hombre mayor, seguro, o al menos mayor que yo… Y se ve tan sexy… Tan sexy… Que tuve que tragar saliva para evitar que se diera cuenta de mi interés.-S-sam. Soy Sam Ebony.- No estoy ni seguro de porque titubee al decir mi nombre. Y tome su mano, ligeramente ruborizado. Y joder… Yo no me ruborizo.
No puedo sacudir mi cabeza porque no es para nada elegante, quizás debí haberle pedido consejos a Ekaterina, en caso de que me tocará una cita con un hombre podidamente sexy y me quedara paralizado sin saber que hacer. Solo respire profundamente y exhale lento. Luego le mire de nuevo.
-Tienes unos ojos hermosos.- Fue lo único que logre emitir, acomodándome las gafas oscuras mejor, porque… No quiero asustar a nadie con mis horripilantes ojos.-Por cierto, ¿no te molesta que te haya tocado conmigo?- Tenía curiosidad al respecto, porque él es demasiado sexy y no parece… Bueno, cualquier chica (o chico) se derretiría por él. Siento celos, tiene un efecto mejor que el mío.
Sam Ebony- Mensajes : 43
Puntos : 62
Re: Cena romántica con la naturaleza
Le agradó la forma en que actuó ante el pequeño retraso, era de quienes preferían llegar primero a los sitios y así no causar incomodidades. Tocó suavemente la mano ajena, apretó lo necesario y se mantuvo expectante ante su rostro y reacciones. Le pareció curioso el tono carmín en aquel, quizás tenía algo de calor, no quería malinterpretar nada. - Es un gusto Sam , oh, ¿Puedo llamarle solamente por su nombre? - sin estar seguro de ello. Cuando estuvo frente a él, volvió a sonreír, siendo una sonrisa sincera y cálida.
- Muchas gracias, a mi siempre me parecieron...extraños. - dijo suave y agregó pronto - lástima que no pueda ver los tuyos, la mirada de una persona dice mucho de ellos. - Lo dijo por decir, puesto que jamás le solicitaría mostrárselos, eso no era asunto de alguien como él. - oh... ¿Debería molestarme?, en lo absoluto. Me parece interesante el salir a este tipo de citas, sería mi primera vez para ser sincero. - avergonzándose levemente por ello. - y - susurra - pensé que podrías estar desilusionado al ser yo tu pareja por esta noche, ya que, hay muchas personas mejores tanto en compañía como en apariencia. - entrecierra por breves momentos sus ojos. - por mi parte, estoy emocionado, me sorprendí al verte. - además de haber sentido cierta preocupación, pero Sam no parecía molesto por su presencia, aunque esto era solo un pensamiento en base a los pocos momentos vividos ante él.
Recordaba que en las inscripciones se solicitaba un dato en especial, por lo que cabía la posibilidad de que, al menos, aquel rubio fuese bisexual. Se mantuvo pensativo ¿sería irrespetuoso cuestionarle aquello? , no le preguntaría hasta más tarde, seguramente. - ¿Te parece si pedimos algo para beber o comer? - se sacó el segundo guante y ambos los guardó en el bolsillo de su pantalón. - Se siente un aroma exquisito, ansío probar el servicio de este lugar. - pensó también en que se podría pedir servicio a la habitación, "Eso nos daría mayor privacidad." meditó unos momentos. - ¿te sientes cómodo aquí? - teniendo inseguridad, ¿qué pasaría si Ryuunosuke no era suficiente compañía y Sam se aburría con él?, sería algo humillante y merecido, por eso no quería causarle problemas al contrario.
- Podemos... podemos optar por más privacidad y mayor soltura. - desvió la mirada hacia la derecha, viendo las mesas, todo el sitio estaba lleno, aunque no era un lugar ruidoso, se notaba la clase que poseía. Regresó la mirada a su acompañante y aclaró - No quiero ser tomado como irrespetuoso, por favor, solo tómelo como una sugerencia. - cabe decir además, que Ryuunosuke no se sentía normalmente a gusto entre tanta gente, él siempre se mantuvo cerca de pocas personas. Colocó una expresión amable y una sonrisa encantadora, dando entender que lo dicho era cierto. Jamás revelaría su debilidad tan a la ligera. Con lo que nunca contaba, es que ciertas personas si se daban cuenta de esas cosas.
- Muchas gracias, a mi siempre me parecieron...extraños. - dijo suave y agregó pronto - lástima que no pueda ver los tuyos, la mirada de una persona dice mucho de ellos. - Lo dijo por decir, puesto que jamás le solicitaría mostrárselos, eso no era asunto de alguien como él. - oh... ¿Debería molestarme?, en lo absoluto. Me parece interesante el salir a este tipo de citas, sería mi primera vez para ser sincero. - avergonzándose levemente por ello. - y - susurra - pensé que podrías estar desilusionado al ser yo tu pareja por esta noche, ya que, hay muchas personas mejores tanto en compañía como en apariencia. - entrecierra por breves momentos sus ojos. - por mi parte, estoy emocionado, me sorprendí al verte. - además de haber sentido cierta preocupación, pero Sam no parecía molesto por su presencia, aunque esto era solo un pensamiento en base a los pocos momentos vividos ante él.
Recordaba que en las inscripciones se solicitaba un dato en especial, por lo que cabía la posibilidad de que, al menos, aquel rubio fuese bisexual. Se mantuvo pensativo ¿sería irrespetuoso cuestionarle aquello? , no le preguntaría hasta más tarde, seguramente. - ¿Te parece si pedimos algo para beber o comer? - se sacó el segundo guante y ambos los guardó en el bolsillo de su pantalón. - Se siente un aroma exquisito, ansío probar el servicio de este lugar. - pensó también en que se podría pedir servicio a la habitación, "Eso nos daría mayor privacidad." meditó unos momentos. - ¿te sientes cómodo aquí? - teniendo inseguridad, ¿qué pasaría si Ryuunosuke no era suficiente compañía y Sam se aburría con él?, sería algo humillante y merecido, por eso no quería causarle problemas al contrario.
- Podemos... podemos optar por más privacidad y mayor soltura. - desvió la mirada hacia la derecha, viendo las mesas, todo el sitio estaba lleno, aunque no era un lugar ruidoso, se notaba la clase que poseía. Regresó la mirada a su acompañante y aclaró - No quiero ser tomado como irrespetuoso, por favor, solo tómelo como una sugerencia. - cabe decir además, que Ryuunosuke no se sentía normalmente a gusto entre tanta gente, él siempre se mantuvo cerca de pocas personas. Colocó una expresión amable y una sonrisa encantadora, dando entender que lo dicho era cierto. Jamás revelaría su debilidad tan a la ligera. Con lo que nunca contaba, es que ciertas personas si se daban cuenta de esas cosas.
Invitado- Invitado
Re: Cena romántica con la naturaleza
Baje la mirada, me extrañaba sentirme tan avergonzado por el simple hecho de ver a una persona tan atractiva. Yo soy atractivo y aunque he logrado que varias mujeres se desmayen, no causo tal efecto visual y lo sé. Sacudí la cabeza intentando tranquilizar el rubor que sentía en ese instante. Pero, no fue suficiente, porque aun así los pensamientos me daban en la cabeza como agujas perforando mi piel…
-Si, puedes hacerlo. –Mencione, mirando hacia abajo con cierto nerviosismo.-Uhm… Tu… ¿Cómo debería llamarte? Tu nombre es muy largo. –Murmure y me quede atrapado por sus mágicos ojos, de nuevo. Era un poco molesto porque no es algo que pueda controlar. Detesto las cosas que soy incapaz de controlar.
Escuche aquello sobre sus ojos y me sentí rápidamente identificado, yo también creo que es así, mis ojos son extraños, escalofriantes y no querría que nadie los viera porque en el pasado esto no ha hecho más que aterrar a las personas que son cercanas a mi. Me ajuste las gafas, jalando por una de las patas hacia mi rostro, sentí como si pudiera penetrar el polarizado oscuro y ver a través y asustarse con mis horrendos y antinaturales ojos… Le observé, más tranquilo.
-Si tus ojos parecen extraños, los míos en comparación son traídos del mismísimo infierno. – Mire a otro sitio y volví mi mirada hacia él.-No es importante. Es solo que no me gustan mucho mis ojos. Quizás te los muestre, ¿sabes? –Le mostré una sonrisa, pero no una muy real, espero que no se de cuenta de ello, porque el último en ver mis ojos fue Adam… Y Winter no ha vuelto a hablarme desde ese momento.-Creo que puede influir mucho que la última persona que los vio no haya vuelto a hablarme. –Mostré una tímida sonrisa, y en ese momento sentí miedo de que él también me dejara solo Patético… Sam Ebony, el maravilloso y jodidamente sexy viajero del tiempo sintiendo miedo de que alguien más se aleje. En realidad, no es tan raro. Es tan típico de mi mismo.
Reí un poco debido a sus palabras. No sé si esta siendo modesto o si es completamente ajeno del efecto que tiene sobre los demás. Era un hombre interesante, definitivamente y se ve tan inocente que… Yo no suelo… Es que… Se parece demasiado a Adam. Tan inocente, tan tímido… Tan… Yo no puedo resistirlo, ver a alguien tan similar a Winter puede destrozar cada una de mis defensas y doblegar mis esfuerzos por no pensar en él. Baje la mirada un segundo. No estoy de humor para sentirme mal por un idiota bastardo que solamente me desaprovecha. Quizás solo esta confundido porque no. Adam Winter NO es homosexual, aunque claro fue él quien me besó y fue quien me dejó en el Limbo… Suspire.
-No, para nada. Te juro que te ves jodidamente sexy y deseable.- Omití una risa nerviosa que quería ser emitida por mis labios. … Estúpido Winter. Estúpido, estúpido Winter.-¿Por qué sorprendido? –Pase una mano por mis cabellos, ¿debía hablarle sobre mi loca vida de viajero en el tiempo o se asustaría? Quizás debo dejarlo para cuando nuestra tensión desaparezca o al menos la mía. Pensar en Adam no es sano. Porque me siento tan usado y patético.
Escuche que llevaba un rato hablando y preste atención, algo sobre comer o beber y luego, no estoy seguro estaba perdido en mis recuerdos. Adam. Estaba perdido pensando en el estúpido de Adam y eso me hace rabiar. Sus nuevas palabras me hicieron sonreír. –Esta bien. –Le respondí con una sonrisa.-Pero si intentas tocar mi perfecto cuerpo, gritaré. –Mencione a modo de advertencia y luego reí.-Esta bien, no gritaré, solo intentaré tocarte también~ –Canturreé y un sonrojo cubrió mis mejillas.-¿Podrías dejar de hablarme de usted? Me siento viejo. Y no soy viejo. –Me levante de la mesa y le ofrecí la mano.-Vamos, entonces. –Mostré una sonrisa de seguridad, después de que el recuerdo de Winter se desvanecía lentamente.
-Si, puedes hacerlo. –Mencione, mirando hacia abajo con cierto nerviosismo.-Uhm… Tu… ¿Cómo debería llamarte? Tu nombre es muy largo. –Murmure y me quede atrapado por sus mágicos ojos, de nuevo. Era un poco molesto porque no es algo que pueda controlar. Detesto las cosas que soy incapaz de controlar.
Escuche aquello sobre sus ojos y me sentí rápidamente identificado, yo también creo que es así, mis ojos son extraños, escalofriantes y no querría que nadie los viera porque en el pasado esto no ha hecho más que aterrar a las personas que son cercanas a mi. Me ajuste las gafas, jalando por una de las patas hacia mi rostro, sentí como si pudiera penetrar el polarizado oscuro y ver a través y asustarse con mis horrendos y antinaturales ojos… Le observé, más tranquilo.
-Si tus ojos parecen extraños, los míos en comparación son traídos del mismísimo infierno. – Mire a otro sitio y volví mi mirada hacia él.-No es importante. Es solo que no me gustan mucho mis ojos. Quizás te los muestre, ¿sabes? –Le mostré una sonrisa, pero no una muy real, espero que no se de cuenta de ello, porque el último en ver mis ojos fue Adam… Y Winter no ha vuelto a hablarme desde ese momento.-Creo que puede influir mucho que la última persona que los vio no haya vuelto a hablarme. –Mostré una tímida sonrisa, y en ese momento sentí miedo de que él también me dejara solo Patético… Sam Ebony, el maravilloso y jodidamente sexy viajero del tiempo sintiendo miedo de que alguien más se aleje. En realidad, no es tan raro. Es tan típico de mi mismo.
Reí un poco debido a sus palabras. No sé si esta siendo modesto o si es completamente ajeno del efecto que tiene sobre los demás. Era un hombre interesante, definitivamente y se ve tan inocente que… Yo no suelo… Es que… Se parece demasiado a Adam. Tan inocente, tan tímido… Tan… Yo no puedo resistirlo, ver a alguien tan similar a Winter puede destrozar cada una de mis defensas y doblegar mis esfuerzos por no pensar en él. Baje la mirada un segundo. No estoy de humor para sentirme mal por un idiota bastardo que solamente me desaprovecha. Quizás solo esta confundido porque no. Adam Winter NO es homosexual, aunque claro fue él quien me besó y fue quien me dejó en el Limbo… Suspire.
-No, para nada. Te juro que te ves jodidamente sexy y deseable.- Omití una risa nerviosa que quería ser emitida por mis labios. … Estúpido Winter. Estúpido, estúpido Winter.-¿Por qué sorprendido? –Pase una mano por mis cabellos, ¿debía hablarle sobre mi loca vida de viajero en el tiempo o se asustaría? Quizás debo dejarlo para cuando nuestra tensión desaparezca o al menos la mía. Pensar en Adam no es sano. Porque me siento tan usado y patético.
Escuche que llevaba un rato hablando y preste atención, algo sobre comer o beber y luego, no estoy seguro estaba perdido en mis recuerdos. Adam. Estaba perdido pensando en el estúpido de Adam y eso me hace rabiar. Sus nuevas palabras me hicieron sonreír. –Esta bien. –Le respondí con una sonrisa.-Pero si intentas tocar mi perfecto cuerpo, gritaré. –Mencione a modo de advertencia y luego reí.-Esta bien, no gritaré, solo intentaré tocarte también~ –Canturreé y un sonrojo cubrió mis mejillas.-¿Podrías dejar de hablarme de usted? Me siento viejo. Y no soy viejo. –Me levante de la mesa y le ofrecí la mano.-Vamos, entonces. –Mostré una sonrisa de seguridad, después de que el recuerdo de Winter se desvanecía lentamente.
Sam Ebony- Mensajes : 43
Puntos : 62
Re: Cena romántica con la naturaleza
- Puedes llamarme Ryuu, se que es muy largo, por lo que no tengo problema con aquel diminutivo. - sin importarle realmente cómo era llamado, solían ponerle un sin fin de apodos, mas que mal ha estado bajo la tutela de muchas personas quienes no estaban dispuestas a llamarle por su nombre. Trató de no pensar en eso, no era el momento correcto. No esperó escuchar la palabra "infierno", ni nada considerado como infernal - ¿por qué dices eso? - no pudo contener su curiosidad.- oh, no es necesario si lo consideras de esa forma, no quiero ser impertinente. Aunque déjame decir que dudo que lo sean aún si para ti son desagradables - afilando sus ojos, dedicando una mirada diferente a las anteriores.
En el tema de los ojos, de la mirada, Ryuunosuke prefería no hablar mucho, sus propios ojos no eran normales entre sus familiares,en su entorno próximo. Notó algo extraño en el rostro ajeno, aquella sonrisa se parecía mucho a las que el propio Ryuunosuke mostraba, pero no creyó que ambas fueran concebidas por el mismo motivo. No quiso agregar más a ello, se notaba que no era un tema del cual Sam desease hablar debido a lo dicho y la forma en que lo hizo.
- Me halagas, gracias por eso.Yo puedo dedicarte las mismas palabras Sam. - respondió seguro de ello, variando unos instantes en el aura más pulcra de su persona,mas retomó aquello prontamente, Ryuunosuke no era tan inocente como parecía, pero si resultaba con cierta timidez e ignorancia en este tipo de situaciones, donde él no estaba siendo obligado a satisfacer a alguien y no precisamente como se suele pensar. - sorprendido porque, en el fondo, deseaba que me tocara con otro hombre. - con total franqueza, pocas veces era abierto y expresaba con honestidad su pensar.- además de que, me pareces alguien atractivo y desprendes algo atrayente. Digamos que, siento que me tocó alguien bastante bueno, por eso me sorprendí al verte. - sin explayarse mucho al responder.
Juntó sus manos cuando escuchó la aprobación del contrario, mas al oír tal cosa, en vez de reaccionar inquieto o nervioso, rió ante ello. Atento a su dialogo, sonrió más amplio y entre-abrió sus labios para mencionar más suave - Eso suena interesante, Sam. - no explicó -por ahora- más sobre eso, ya que en su mente diversas cosas pasaron, causando mayor curiosidad por la forma de se responder en aquel hombre. - claro, tengo la costumbre de tratar así a casi todo el mundo, mi trabajo lo exige de esa forma además. Lamento si le ...si te hice sentir mal, aunque es cierto, no eres viejo e incluso me atrevo a decir que eres más joven que yo. - le miró por completo, más cuando el otro se levantó y le ofreció la mano. No le pareció extraño tal acto, le tomó la mano y se levantó, tomó su chaqueta y dejó la silla más cerca de la mesa.
Dejó su chaqueta en el brazo libre, el cual estuvo flectado hacia el pecho mientras guardó cercanía con el otro. Se acercó al otro y en un susurro menciona en respuesta a lo de "tocar". - Sam, jamás te tocaría si no eres tú quien lo pide, así que eso no dependerá de mi persona, solo de ti probablemente - inclinó breve su cabeza hacia el contrario, sin mirarle ya que tuvo sus ojos cerrados, recordando la conversación sobre estos y sin ánimos de causal malestar ante la proximidad entre ellos. Tomó una distancia prudente y por el rabillo del ojo, le miró, teniendo su ojo azulino hacia Sam.
Pronto se acercó a la pareja el mesero que anteriormente había guiado a Ryuunosuke, acostumbrado al trato hacia ellos puesto que él mismo ha hecho de mesero en variadas ocasiones, toma la palabra hacia el encargado. - Nos retiramos a las habitaciones, pediremos desde allá la comida,por ahora le pido que nos lleve algo de vino tinto, ¿tiene alguna botella de Massandra? - consultó denotando conocimiento en ello, luego da una mirada a Sam - ¿Está bien vino o prefieres otro licor? quizás algo sin alcohol. - esperó la respuesta de Sam, la cual sería atendida por el empleado. Tras eso, retoma el diálogo Ryuunosuke. - Cualquier cosa nos pondremos en contacto después, ¿Dónde quedan nuestras habitaciones? - consultó para evitar que les llevaran, prefería mantenerse a solas con Sam, de esa forma podría darse una conversación más fluída y podrían entretenerse, al menos esa era su idea para esta cita.
Al recibir las indicaciones pertinentes, las cuales eran cortas y precisas, el mesero se alejó dejando a Sam y Ryuu solos. El zorro avanzó entre las personas, teniendo cuidado de no chocar con alguien y mantuvo su atención en todo momento de Sam, no podía dejarle atrás, así que no estaba más de dos pasos frente o tras él. - ¿qué es lo que te motivó a asistir a una cita a ciegas?, podría haber tocado cualquiera, incluso alguien desagradable. - quería oírlo, quizás compartían motivo. Caminó hasta llegar a la salida de la zona del restaurante, regresando al pasillo previo al vestíbulo, comenzó a buscar con la mirada un ascensor o las escaleras, ya que debían acudir al tercer piso nada más.
En el tema de los ojos, de la mirada, Ryuunosuke prefería no hablar mucho, sus propios ojos no eran normales entre sus familiares,en su entorno próximo. Notó algo extraño en el rostro ajeno, aquella sonrisa se parecía mucho a las que el propio Ryuunosuke mostraba, pero no creyó que ambas fueran concebidas por el mismo motivo. No quiso agregar más a ello, se notaba que no era un tema del cual Sam desease hablar debido a lo dicho y la forma en que lo hizo.
- Me halagas, gracias por eso.Yo puedo dedicarte las mismas palabras Sam. - respondió seguro de ello, variando unos instantes en el aura más pulcra de su persona,mas retomó aquello prontamente, Ryuunosuke no era tan inocente como parecía, pero si resultaba con cierta timidez e ignorancia en este tipo de situaciones, donde él no estaba siendo obligado a satisfacer a alguien y no precisamente como se suele pensar. - sorprendido porque, en el fondo, deseaba que me tocara con otro hombre. - con total franqueza, pocas veces era abierto y expresaba con honestidad su pensar.- además de que, me pareces alguien atractivo y desprendes algo atrayente. Digamos que, siento que me tocó alguien bastante bueno, por eso me sorprendí al verte. - sin explayarse mucho al responder.
Juntó sus manos cuando escuchó la aprobación del contrario, mas al oír tal cosa, en vez de reaccionar inquieto o nervioso, rió ante ello. Atento a su dialogo, sonrió más amplio y entre-abrió sus labios para mencionar más suave - Eso suena interesante, Sam. - no explicó -por ahora- más sobre eso, ya que en su mente diversas cosas pasaron, causando mayor curiosidad por la forma de se responder en aquel hombre. - claro, tengo la costumbre de tratar así a casi todo el mundo, mi trabajo lo exige de esa forma además. Lamento si le ...si te hice sentir mal, aunque es cierto, no eres viejo e incluso me atrevo a decir que eres más joven que yo. - le miró por completo, más cuando el otro se levantó y le ofreció la mano. No le pareció extraño tal acto, le tomó la mano y se levantó, tomó su chaqueta y dejó la silla más cerca de la mesa.
Dejó su chaqueta en el brazo libre, el cual estuvo flectado hacia el pecho mientras guardó cercanía con el otro. Se acercó al otro y en un susurro menciona en respuesta a lo de "tocar". - Sam, jamás te tocaría si no eres tú quien lo pide, así que eso no dependerá de mi persona, solo de ti probablemente - inclinó breve su cabeza hacia el contrario, sin mirarle ya que tuvo sus ojos cerrados, recordando la conversación sobre estos y sin ánimos de causal malestar ante la proximidad entre ellos. Tomó una distancia prudente y por el rabillo del ojo, le miró, teniendo su ojo azulino hacia Sam.
Pronto se acercó a la pareja el mesero que anteriormente había guiado a Ryuunosuke, acostumbrado al trato hacia ellos puesto que él mismo ha hecho de mesero en variadas ocasiones, toma la palabra hacia el encargado. - Nos retiramos a las habitaciones, pediremos desde allá la comida,por ahora le pido que nos lleve algo de vino tinto, ¿tiene alguna botella de Massandra? - consultó denotando conocimiento en ello, luego da una mirada a Sam - ¿Está bien vino o prefieres otro licor? quizás algo sin alcohol. - esperó la respuesta de Sam, la cual sería atendida por el empleado. Tras eso, retoma el diálogo Ryuunosuke. - Cualquier cosa nos pondremos en contacto después, ¿Dónde quedan nuestras habitaciones? - consultó para evitar que les llevaran, prefería mantenerse a solas con Sam, de esa forma podría darse una conversación más fluída y podrían entretenerse, al menos esa era su idea para esta cita.
Al recibir las indicaciones pertinentes, las cuales eran cortas y precisas, el mesero se alejó dejando a Sam y Ryuu solos. El zorro avanzó entre las personas, teniendo cuidado de no chocar con alguien y mantuvo su atención en todo momento de Sam, no podía dejarle atrás, así que no estaba más de dos pasos frente o tras él. - ¿qué es lo que te motivó a asistir a una cita a ciegas?, podría haber tocado cualquiera, incluso alguien desagradable. - quería oírlo, quizás compartían motivo. Caminó hasta llegar a la salida de la zona del restaurante, regresando al pasillo previo al vestíbulo, comenzó a buscar con la mirada un ascensor o las escaleras, ya que debían acudir al tercer piso nada más.
Invitado- Invitado
Re: Cena romántica con la naturaleza
Le sonreí un poco, me sentí un poco aliviado de saber que había otra persona que pensaba que mis ojos eran hermosos, Adam fue el primero que me mencionó que mis ojos eran hermosos, pero justo después dejó de hablarme para siempre, debía ser normal que me causara cierto nerviosismo estar en esa situación. Que las personas dijeran que mis ojos eran hermosos, aunque cabe destacar que Ryuu no los ha visto, y que luego se asustaran y dejarán de hablarme. Incluso después de lo de Navidad, parece que a Adam no le importaba aquello, lucía más asustado por otro motivo. Tomé los lentes por el marco y los aparté, permanecí con los ojos cerrados durante unos segundos muy alargados.
-El motivo por el cual no me gustan mis ojos, es porque en una ocasión asusté a una persona muy importante para mi. Y me dijeron cosas horribles. Pero, aun así, me gustaría que tu los veas. – No estuve seguro del por qué hice eso, pero aun así abrí los ojos, parpadeando un par de veces y observándole con esos estúpidos ojos carmesí que tanto detesto. Es cierto que le mostré la sonrisa más falsa de mi repertorio de sonrisas, pero creo suponer que él podía notar detrás de eso.-No entiendo como podrías pensar que son de algún tipo de cosa hermosa, pero…. Bueno. –Respiré profundamente y exhale.
Me ruboricé un poco, de verdad. Seguiré pensando que todo esto es causado por mi seudo-rechazo por Winter, porque si no es debido a eso… Es demasiado raro que alguien como yo se ruborice sin motivo, bueno, si es un motivo, pero… Es que me siento extraño y es la primera vez en mucho tiempo que me siento de esta manera, estoy pensando que muchas cosas van a suceder, muchas cosas que podrían cambiar mi forma de ver las cosas… No, olvida eso Sam. Estoy seguro de que todo esto tiene relación con lo mucho que me ha lastimado la indiferencia de Adam, si él no hubiera comenzado a ignorar completamente todo lo relacionado con nosotros dos... Entonces yo no puedo evitar la necesitad de tener cariño después de tantas semanas sin comunicación con mi mejor amigo… Es una mierda, ni siquiera he podido dibujar mis viñetas o actualizar mi blog.
-No soy tan… Wow, como tu. –Le miré, ligeramente ruborizado, lo cual es raro. Yo siempre he sabido que soy increíblemente sensual y que podría conmocionar a varias mujeres, pero sé que no tendría un efecto como este. Quizás cuando sea más grande, como él, pero mientras tanto veo muy complicado que algo como eso llegué a suceder.-Pero gracias.- Le sonreí, un tanto tímido. Y me sentí más nervioso cuando dijo que esperaba que le tocará con un hombre, lo que me hace pensar que es bisexual o algo así.-Yo pedí, específicamente, que me tocara un hombre.- Aclaré, declarando de esa forma mi homosexualidad, algo que no me causaba pena ni nada de eso. Me hizo sentir nervioso la forma en la que hablaba o la manera en la que se refería a mi. De alguna forma, eso… Eso siempre me había emocionado, que alguien se refiriera a mi persona con tanto énfasis, me hace sentir especial y preciado… Algo raro, porque esta claro que no lo soy. No siempre.
Me ruboricé, de nuevo. Debería verificar que mi genialidad sigue intacta o que no se me ha fundido un fusible, porque es la primera que durante tanto tiempo he estado ruborizado por los comentarios y/o acciones de otra persona, no es normal, no es para nada normal y me hace sentir tan mal, tan extraño y tan poco genial. ¿Qué es lo que debo hacer para tranquilizarme? Como me gustaría hablar con Adam en este momento o con Ekaterina, ella es capaz de tranquilizar mis pensamientos y estoy seguro de que está situación no es la excepción. Tengo que calmarme, no puedo estar así toda la noche. Me quede en silencio y respiré profundamente. Pude ‘tranquilizarme’ lo suficiente para evitar parecer desesperado y creo que fue suficiente.
-Esta bien, solo no lo hagas. Es que… Me hace pensar que tengo que ser más educado y no soy precisamente bueno con eso…- Murmure, sin estar seguro de que era lo que quería decir. Mire el mantel, antes de levantarme para ofrecerle mi mano. Me temblaba un poco, pero me encontraba más calmado que antes.-Te confieso que es la primera vez que no entiendo el motivo de mis sonrojos. –No estuve seguro del porque de mis palabras, pero me quede en silencio, observándole. Se levanto y tomó mi mano… Y hubo una especie de escalofrío recorriendo mi espina dorsal. Me sentí un poco más nervioso. Y luego sus palabras, de alguna forma solo lograba estremecerme.- Quizás a mi me gustaría que lo pidieras. –Murmure en respuesta, pero no dije nada más, al menos no al respecto. Volví a poner mis lentes en mi rostro, con la mano libre. No me acostumbro a estar sin ellos después de años usándolos.
La mirada del mesero cuando Ryuunosuke le dijo que iríamos a las habitaciones, valía tanto que me hubiera gustado tomarle una fotografía y pasársela a Ekaterina, aunque quizás ella me habría regañado si le contaba que fui a las habitaciones con mi cita a hablar en privado. Ella diría que fue imprudente y otras tonterías de chicas emocionales como ella. Tampoco es que este muy seguro de dicha afirmación, quizás ella lo comprendería… De acuerdo, no lo haría. ¿Por qué estoy perdiendo el tiempo pensando en esto? ¡¡Es tan molesto!! Solo debería pensar en disfrutar esta noche sin importar cuanto pueda regañarme Eka mañana… Y también tengo que preguntarle los detalles de su cita, seguramente le ha ido de maravilla y me amara el resto de mi vida. Espero que sea de esa forma. ¿Y por qué este hombre tiene que tener ese aire de misterio encantador y seductor? ¡Simplemente no puedo con mis hormonas en este momento!
-Eso esta bien. –Le sonreí. Eso me hizo recordar la noche en la que me emborrache con Ekaterina, a decir verdad fue demasiado divertido, pero no fue algo increíblemente sorprendente, quizás solo porque fue la noche en que mi amistad con Eka se unificó… Eso me hizo muy feliz. Y creo que no me emborracharé de nuevo, mucho menos con vino, sería ridículo. El mesero se alejo tras explicarnos como llegar a las habitaciones e ir a buscar el vino. Yo no diré que tenía muchos deseos de lanzarme sobre ese pedazo delicioso de carne, pero… Tampoco lo evitaría si tenía la oportunidad. Cuando íbamos en camino, escuche su pregunta y me quede pensando en que contestar… ¿La verdad o? … La verdad, diré la verdad.- Quiero dejar de pensar en alguien, pensé que asistir a una cita de este tipo podría dejar de pensar e esa persona, pero al parecer no es así…- Baje la mirada.- Es… Mi mejor amigo y yo… Tuve unos sentimientos muy fuertes por él.- Me detuve, no podía caminar y pensar en Adam al mismo tiempo.-Hace unos meses… Él me besó. Pero, no volvió a hablarme… Así que… Uh... Disculpa. – Me levante los lentes y sequé mis ojos, había comenzado a llorar y ni siquiera me había dado cuenta.-Sé que suena un poco aburrido. –Volví a acomodar mis lentes.
-El motivo por el cual no me gustan mis ojos, es porque en una ocasión asusté a una persona muy importante para mi. Y me dijeron cosas horribles. Pero, aun así, me gustaría que tu los veas. – No estuve seguro del por qué hice eso, pero aun así abrí los ojos, parpadeando un par de veces y observándole con esos estúpidos ojos carmesí que tanto detesto. Es cierto que le mostré la sonrisa más falsa de mi repertorio de sonrisas, pero creo suponer que él podía notar detrás de eso.-No entiendo como podrías pensar que son de algún tipo de cosa hermosa, pero…. Bueno. –Respiré profundamente y exhale.
Me ruboricé un poco, de verdad. Seguiré pensando que todo esto es causado por mi seudo-rechazo por Winter, porque si no es debido a eso… Es demasiado raro que alguien como yo se ruborice sin motivo, bueno, si es un motivo, pero… Es que me siento extraño y es la primera vez en mucho tiempo que me siento de esta manera, estoy pensando que muchas cosas van a suceder, muchas cosas que podrían cambiar mi forma de ver las cosas… No, olvida eso Sam. Estoy seguro de que todo esto tiene relación con lo mucho que me ha lastimado la indiferencia de Adam, si él no hubiera comenzado a ignorar completamente todo lo relacionado con nosotros dos... Entonces yo no puedo evitar la necesitad de tener cariño después de tantas semanas sin comunicación con mi mejor amigo… Es una mierda, ni siquiera he podido dibujar mis viñetas o actualizar mi blog.
-No soy tan… Wow, como tu. –Le miré, ligeramente ruborizado, lo cual es raro. Yo siempre he sabido que soy increíblemente sensual y que podría conmocionar a varias mujeres, pero sé que no tendría un efecto como este. Quizás cuando sea más grande, como él, pero mientras tanto veo muy complicado que algo como eso llegué a suceder.-Pero gracias.- Le sonreí, un tanto tímido. Y me sentí más nervioso cuando dijo que esperaba que le tocará con un hombre, lo que me hace pensar que es bisexual o algo así.-Yo pedí, específicamente, que me tocara un hombre.- Aclaré, declarando de esa forma mi homosexualidad, algo que no me causaba pena ni nada de eso. Me hizo sentir nervioso la forma en la que hablaba o la manera en la que se refería a mi. De alguna forma, eso… Eso siempre me había emocionado, que alguien se refiriera a mi persona con tanto énfasis, me hace sentir especial y preciado… Algo raro, porque esta claro que no lo soy. No siempre.
Me ruboricé, de nuevo. Debería verificar que mi genialidad sigue intacta o que no se me ha fundido un fusible, porque es la primera que durante tanto tiempo he estado ruborizado por los comentarios y/o acciones de otra persona, no es normal, no es para nada normal y me hace sentir tan mal, tan extraño y tan poco genial. ¿Qué es lo que debo hacer para tranquilizarme? Como me gustaría hablar con Adam en este momento o con Ekaterina, ella es capaz de tranquilizar mis pensamientos y estoy seguro de que está situación no es la excepción. Tengo que calmarme, no puedo estar así toda la noche. Me quede en silencio y respiré profundamente. Pude ‘tranquilizarme’ lo suficiente para evitar parecer desesperado y creo que fue suficiente.
-Esta bien, solo no lo hagas. Es que… Me hace pensar que tengo que ser más educado y no soy precisamente bueno con eso…- Murmure, sin estar seguro de que era lo que quería decir. Mire el mantel, antes de levantarme para ofrecerle mi mano. Me temblaba un poco, pero me encontraba más calmado que antes.-Te confieso que es la primera vez que no entiendo el motivo de mis sonrojos. –No estuve seguro del porque de mis palabras, pero me quede en silencio, observándole. Se levanto y tomó mi mano… Y hubo una especie de escalofrío recorriendo mi espina dorsal. Me sentí un poco más nervioso. Y luego sus palabras, de alguna forma solo lograba estremecerme.- Quizás a mi me gustaría que lo pidieras. –Murmure en respuesta, pero no dije nada más, al menos no al respecto. Volví a poner mis lentes en mi rostro, con la mano libre. No me acostumbro a estar sin ellos después de años usándolos.
La mirada del mesero cuando Ryuunosuke le dijo que iríamos a las habitaciones, valía tanto que me hubiera gustado tomarle una fotografía y pasársela a Ekaterina, aunque quizás ella me habría regañado si le contaba que fui a las habitaciones con mi cita a hablar en privado. Ella diría que fue imprudente y otras tonterías de chicas emocionales como ella. Tampoco es que este muy seguro de dicha afirmación, quizás ella lo comprendería… De acuerdo, no lo haría. ¿Por qué estoy perdiendo el tiempo pensando en esto? ¡¡Es tan molesto!! Solo debería pensar en disfrutar esta noche sin importar cuanto pueda regañarme Eka mañana… Y también tengo que preguntarle los detalles de su cita, seguramente le ha ido de maravilla y me amara el resto de mi vida. Espero que sea de esa forma. ¿Y por qué este hombre tiene que tener ese aire de misterio encantador y seductor? ¡Simplemente no puedo con mis hormonas en este momento!
-Eso esta bien. –Le sonreí. Eso me hizo recordar la noche en la que me emborrache con Ekaterina, a decir verdad fue demasiado divertido, pero no fue algo increíblemente sorprendente, quizás solo porque fue la noche en que mi amistad con Eka se unificó… Eso me hizo muy feliz. Y creo que no me emborracharé de nuevo, mucho menos con vino, sería ridículo. El mesero se alejo tras explicarnos como llegar a las habitaciones e ir a buscar el vino. Yo no diré que tenía muchos deseos de lanzarme sobre ese pedazo delicioso de carne, pero… Tampoco lo evitaría si tenía la oportunidad. Cuando íbamos en camino, escuche su pregunta y me quede pensando en que contestar… ¿La verdad o? … La verdad, diré la verdad.- Quiero dejar de pensar en alguien, pensé que asistir a una cita de este tipo podría dejar de pensar e esa persona, pero al parecer no es así…- Baje la mirada.- Es… Mi mejor amigo y yo… Tuve unos sentimientos muy fuertes por él.- Me detuve, no podía caminar y pensar en Adam al mismo tiempo.-Hace unos meses… Él me besó. Pero, no volvió a hablarme… Así que… Uh... Disculpa. – Me levante los lentes y sequé mis ojos, había comenzado a llorar y ni siquiera me había dado cuenta.-Sé que suena un poco aburrido. –Volví a acomodar mis lentes.
Sam Ebony- Mensajes : 43
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