Conectarse
Últimos temas
Afiliados
Créditos del Foro
» Skin obtenido de Captain Knows Best creado por Neeve, gracias a los aportes y tutoriales de Hardrock, Glintz y Asistencia Foroactivo.
» Demás Créditos del Foro. |
Lebbaeus Alain Ephelios }
Página 1 de 1.
Lebbaeus Alain Ephelios }
Nombre real: Esfria
Nombre: Lebbaeus Alain(Dado para pasar desapercibido)
Apellido: Ephelios (Dado para pasar desapercibido)
Sexo: Masculino
Edad: Aparentes 24. Reales, perdió la cuenta hace mucho tiempo.
Orientación sexual: Bisexual
Raza: Demonio —Íncubo—
Empleo: Enfermero
Descripción física:
- Altura: Metro setenta y ocho
- Color de ojos: Rojos principalmente
- Color de cabello: Rubio
- Tez: Pálida
- Contextura: Delgada
Es un joven generalmente alto, no demasiado, pero no destaca precisamente por ser bajo. De cuerpo esbelto, extremidades largas pero debidamente proporcionadas. Hombros ligeramente anchos. Musculatura desarrollada, mas no en demasía, pero tampoco es un enclenque. Ahora, yendo por partes y empezando por su rostro:
Posee unos rasgos finos pero varoniles, piel tersa y suave, sin ninguna imperfección. Unos labios finos y suaves. Ojos rojos como la sangre, vistosos debido a la tonalidad clara de su cabello. No pasa desapercibido. Pupilas rasgadas propia de los demonio. Es fácil saber cuando está enfadado de verdad, ya que el blanco de los ojos se torna negro como el carbón y el rojo permanece intacto. A cada lado de su cabeza asoman unos cuernos vistosos y retorcidos, dispuestos hacia delante.
En su ancha espalda se puede apreciar unas alas negras, pequeñas, pero que cuando las usa se vuelven más grandes, facilitándole la tarea de volar. En la parte baja de su espalda nace una graciosa cola acabada en punta de flecha, la cual casi siempre esconde, pero lo que si que no puede ocultar son sus cuernos. Las alas en varias ocasiones las ha ocultado, y bueno, con una capucha se podrían ocultar sus cuernos.
Normalmente viste ropas vistosas y elegantes, como si se encontrara en otra época. Generalmente, el color que más usa es el rojo, combinándolo principalmente con el blanco.
Cuando cambia de sexo se convierte en lo que se llama una súcubo. Su fisonomía es delgada, de pechos voluptuosos y estatura generalmente baja, pro que prácticamente es alta en estatura. Piernas estilizadas y curvas muy peligrosas para atraer a los hombres.
Descripción psicológica:
Lebbaeus es una persona risueña, siempre va con una sonrisa en su rostro, mostrándose lo más bonachón posible. Es complicado hacerle borrar la sonrisa, es un ser totalmente despreocupado, sólo le importa vivir la vida y ya está, total, tiene aún muchos años por delante para poder hacer cosas verdaderamente importantes. Es muy hablador y la mayor parte del tiempo dice cosas sin sentido u obscenas en el sentido sexual, no es alguien que le guste insultar a los demás, sólo lo hará cuando esté verdaderamente enfadado.
Le gusta gastar bromas a los demás, a veces pueden resultar algo pesadas. Si hay alguna palabra que pueda definirlo, esa sería 'acosador'. Sí, le agrada ir acosando a todo el que se deje, y al que no, también. Hace uso de su labia y su atractivo físico para encandilar a sus presas y poder así alimentarse de ellas, aunque hay veces en las que sólo lo hace por mero gusto. Y lo curioso es que todo lo hace con una sonrisa en su rostro. Es muy coqueto y también algo narcisista, se cree el más guapo y siempre hará galantería de ello cuando le sea posible.
De carácter algo infantil, es muy común en él coger algún berrinche porque algo no le sale como él quería. Es de idea fija, si quiere hacer algo lo hará, importándole bien poco las consecuencias que ello pueda acarrear. No suele caerle mal casi nadie, pero si alguien llega a irritarlo, ten por seguro que usará alguna de sus habilidades para hacerte la vida medio imposible. Y ya si odia a alguien es que no le hará caso omiso, llegando incluso a hacerle el vacío, ignorando por completo su presencia. Pero si llega a un nivel superior de odio puedes darte por desafortunado, se enfadará hasta tal punto que el blanco de sus ojos cambiará a una tonalidad oscura como el abismo y sus alas crecerán para intimidar más.
Cuando se enfada pierde por completo el norte, su mente sólo conoce la ira y todo el mal que le sigue. Sus alas aumentan de tamaño, sus colmillos crecen y su cola actúa cual látigo, dando golpes en el suelo. Se convierte en una bestia y pocos logran tranquilizarlo. La única forma de que se calme es escondiéndote donde sea para que no te vea. Si permaneces escondido durante un buen tiempo, su enfado disminuye hasta desaparecer. Si te odia y se enfada, lo único que puedes hacer es correr y desaparecer de su vista. Es muy posible que pronuncie cantidad de improperios, incluso en otras lenguas.
No es alguien que se enamore con facilidad, pero sí se encapricha con muchos, llegando a hacerle la vida imposible debido a los continuos acosas para llevárselo a la cama. Mas no por ello es alguien que no se pueda enamorar —generalmente prefiere hombres—, cuando lo hace, intenta por todos los medios ser fiel a la persona amada. Aunque no lo parezca, es alguien muy sensible emocionalmente en lo que se refiere al amor. En estos casos tiene muy poca autoestima y es común verle llorar de vez en cuando. ¿Por qué? Sencillo, piensa que por ser demonio le tienen miedo y que no lo aman de verdad, cree que fingen sentir amor. Así que es muy normal que pregunte cada dos por tres si de verdad le ama a pesar de lo que es. Es muy protector con su amado y con aquellas personas que de verdad le importa, como lo son sus amigos y demás. Es muy celoso y posesivo, llegando a límites insospechados. Si su pareja le es infiel no se lo perdonará en la vida. Él hace un esfuerzo por no alimentarse de otros.
Es un conquistador nato, un viva la vida se podría decir. Casi siempre se le puede ver guiñando el ojo a mujeres y hombres que le atraen físicamente. Si no les guiña el ojo les lanza besos o piropos, lo que encarte. Es muy atento y caballeroso aunque no lo demuestre abiertamente. En el fondo es una buena persona. Es muy curioso.
Historia:
Apenas tiene constancia de dónde creció y se crió, ya que a muy temprana edad se encontró en el mundo de los humanos, esas criaturas que tanto le atrajeron desde el comienzo. Tenía clara su procedencia demoníaca, de cuerpo era joven, pero de mente no era un bebé, mas tampoco era un auténtico prodigio. Su envejecimiento era muy lento, por lo que se podía pasar años y años con la misma apariencia física.
Su existencia se remonta a la Edad Media, los habitantes de la ciudad en la que apareció apenas tenían constancia de su existencia, afortunadamente pasaba desapercibido ya que sus cuernos y demás atributos de demonio aún no le habían sido otorgados, pero sus ojos rojos eran más que evidentes. En ese entonces poseía unos 10 años aparentes, una familia de campesinos, al verlo, pensaron que estaba abandonado. Esta pareja anhelaba tener un hijo, mas no podían concebir ya que la mujer era estéril, por lo que vieron una oportunidad perfecta para criarlo como su hijo. Esfria tampoco dijo que no, por lo que se fue con ellos.
El chico no hablaba, se mostraba tímido y sin malas intenciones, escondiendo lo que verdaderamente tenía en mente: alimentarse de esa familia. Se encontraba bajo de energías, por lo que debía recuperarse del todo. Desde ese entonces, cada noche, infundía a la madre en sueños eróticos para abusar de ella mientras dormía. Con su padre hacía lo mismo. Al cabo de los años, la salud de la madre y del padre había decaído bastante, hasta el punto de rozar la muerte. Esfria fingió compasión por ellos, saltándosele un par de lágrimas al verlos en ese estado, pero era todo una farsa, lo que él pretendía era alimentarse de ellos hasta la muerte. Y así lo hizo. Al cabo de un par de noches terminó con sus vidas.
De nuevo hizo el papel de niño abandonado deambulando por las calles, a ver si alguien se apiadaba de él. Esta vez tuvo más suerte, o al menos eso pensó él. Uno de los príncipes lo vio y encontró en él el porte de un rey. Ni siquiera el demonio supo la razón, sólo se dejó llevar cual niño débil que busca una familia. Obviamente su hambre no había sido saciada con sus “padres”, necesitaba más, mucho más. Así que una noche se dispuso a asaltar a varios sirvientes del rey, pero debido a la fuerte vigilancia de los guardias, le fue prácticamente imposible. Tenía que pensar algo de aquí a unos días. Al cabo de unas semanas, ya casi abatido por el hambre atroz, una noche salió del castillo, transformado en uno de los guardias que iba a hacer la ronda por el pueblo. Oportunidad perfecta.
Una vez se encontró fuera, regresó a su forma original, un niño de una edad aparente de 10 años. Asaltó varias casas en busca de alimento, abusando de aquellos pobres campesinos que no tenían culpa de nada. A raíz de aquello, el típico loco del pueblo, viendo cómo todos decaían al cabo de unas semanas, culpó al chico que siempre andaba deambulando por las calles. Alegó que era la presencia del maligno disfrazada de niño pequeño, y entonces fue cuando le otorgaron el nombre de Esfria. ¿No fue una total casualidad? Su nombre era Esfria y ahora ese loco le llamaba así. Supuso que leyó algo o simplemente fue eso, casualidad.
Obviamente no creyeron a ese hombre, es más, lo metieron en el calabozo junto con una pena de muerte por haber acusado al hijo adoptivo del rey por tal blasfemia. Esfria se libró de ser acusado. Algo bueno tendría que tener vivir en el castillo, no se podía alimentar de los residentes del lugar, pero al menos eso le supuso una gran ventaja.
Muchos otros pensaron que era una epidemia. Ah, cabe destacar que al joven demonio le otorgaron con el nombre de Lebbaeus Alain Ephelios. Le agradó el nombre y ya no quiso ser llamado Esfria delante de sus congéneres. La gente poco a poco fue muriendo, el joven hijo del rey salía impune de toda acusación. Todo estaba saliendo a pedir de boca.
Al cabo de una gran cantidad de años, sus atributos demoníacos le fueron otorgados. De su cabeza salieron dos retorcidos cuernos, de la parte baja de su espalda creció una graciosa cola acabada en punta de flecha y unas alas nacieron de su espalda, las cuales eran aún pequeñas. Ya sí que no podía pasar desapercibido, por lo que desapareció por unos días, sin embargo, seguía apareciendo por las noches para alimentarse.
Su incontrolable hambre pronto fue advertida por sus superiores, los cuales mandaron al íncubo más anciano que tenían a su cargo, Elatha. Éste joven de cabellos pelirrojos apareció de las sombras en una de las esquinas de la chabola donde Esfria se escondía de día. El joven demonio incontrolable ahora poseía la edad aparente de 16 años.
—’Esfria, me envían para enmendarte.’
Aquello fue lo que dijo el demonio mayor, dirigiéndose seriamente a Esfria
—’Debes controlar tus impulsos, no puedes ir alimentándote de humanos a diestro y siniestro.’
El joven Esfria agachó la cabeza, sintiéndose avergonzado por lo que había hecho, esta vez no era una actuación, era cierto, le tenía respeto y estima al mayor.
—‘No volverá a ocurrir…’
Le dijo el menor, quedo.
—‘¿Podrías enseñarme a controlarme?’
Preguntó tímido, sin atreverse a más.
El mayor accedió a enseñarle a controlar tanto su gasto de energía como la obtención de ésta. Al parecer ambos se llevaban de maravilla, no peleaban por nada, sólo tenían las típicas peleas tontas, como si se trataran de hermanos, pero todo eso se terminó un día. Ambos se enamoraron de una joven campesina. Ninguno sabía nada de los sentimientos del otro, ni de que iban a visitarla una noche uno y otra noche otro, provocando en ella un desgaste rápido. ¿Cómo se descubrieron? Fue sencillo, la noche anterior Elatha, en vez de culminar en su interior como lo hacía siempre, lo realizó fuera, manchando el vientre de la joven. Ese olor y sabor quedó impregnado en su piel. Cuando Esfria la visitó aquella noche y se prepararon para el acto carnal, conforme bajaba sus labios apreció un aroma conocido y luego lamió su vientre, confirmando quién había estado allí. Se enfureció y dejó a la joven allí para ir con el mayor, le daba lo mismo si se delataba él mismo.
—‘¡MALDITO BASTARDO! ¿¡Cómo te atreves a mancillar el cuerpo de Elisa!?’
Espetó con furia, enseñando los colmillos. El blanco de sus ojos se tornó negro como el carbón y sus ojos rojos relucieron más de lo habitual.
—‘Te odio’
Puso de manifiesto y se marchó del lugar, regresando con la mujer. Se acercó a ella, enfurecido y clavó sus dientes profunda y violentamente en su cuello, provocándole la rotura de la arteria principal, llevando consigo la muerte inmediata. Lloraba. Y mucho. Sus lágrimas resbalaban por sus mejillas. Elatha irrumpió en la estancia, viendo la escena y apartó al rubio del lado de la joven, que cayó muerta en el suelo.
—‘¿¡Qué te crees que estás haciendo!?’
Cogió a la joven en brazos, levantándola cual princesa.
—‘Si yo me quedo sin su corazón…tú también lo harás…’
Sentenció tan furioso que ya no era capaz de gritar.
Ambos se enzarzaron en una pelea de la cual ambos salieron perdiendo. Desde ese entonces decidieron no volver a verse en la vida. Ambos tomaron un rumbo distinto y juraron no cruzar sus vidas de nuevo, pero eso fue imposible. Parecía que de alguna forma ambos estaban destinados a encontrarse todas las veces que hiciera falta hasta que alguno pereciera.
Al cabo de los años, cuando ya Esfria poseía unos 23 años aparentes, se enamoró y esta vez de un chico algo menor que él en apariencia. Como era común en él, por el día era un encanto de persona, pero por la noche se transformaba para alimentarse de él. Aunque de vez en cuando, por el día también lo hacía.
Desafortunadamente, una noche ambos coincidieron en la misma víctima. Esfria, de nuevo invadido por la ira, no tardó mucho en asestarle un buen mandoble que lo tiró al suelo, totalmente embravecido, mostrando una faceta que jamás quería que su ser amado viera. Elatha, con más fuerza que el menor, en un abrir y cerrar de ojos atrapó al joven muchacho, el cual temblaba de miedo. Elatha esbozó una amplia pero desagradable sonrisa, mostrando sus colmillos.
—‘Volvemos a encontrarnos’
Dijo con una voz masculina, mirando intensamente al menor embravecido y paseando un dedo por el mentón del joven que sujetaba.
—‘Veo que ambos tenemos los mismos gustos, pero como dijiste hace tiempo… Si yo me quedo sin su corazón…tú también lo harás’.
Entonces fue cuando procedió a asestarle el mordisco.
—‘¡No lo hagas, maldito bastardo!’
Le espetó con furia, arremetiendo contra el demonio mayor, arrebatándole el chico de sus brazos.
Alzó el vuelo y aprovechó para salir por la ventana, con el joven en sus brazos. Pero todo su cuerpo temblaba de rabia y nerviosismo de estar a punto de perderlo. En un fatídico descuido el joven resbaló. Esfria trató de cogerlo cayendo en picado, pero no llegó a tiempo y el chico se estampó contra el suelo. Profirió un desgarrador grito de dolor por su pérdida. Volvió a alzar el vuelo y se enfrentó de nuevo con Elatha, por desgracia él terminó perdiendo y el mayor se marchó.
Fue por el cadáver del chico y lo cogió en sus brazos. Se marchó a un descampado y cavó una tumba para él, cosa que no hizo con Elisa. Se despidió de él con un tierno beso y procedió a darle sepultura. Colocó una cruz improvisada y se marchó de allí, poniendo rumbo a Australia, tras guardarle por varios años, muchísimos, hasta que “cumplió” los 24 años.
Tenía conocimientos de medicina ya que el padre del chico era médico y él estudiaba medicina, le quedaba apenas un año para acabar la carrera. En sus ratos libres le enseñaba algo y el íncubo aprendía a una velocidad vertiginosa, por lo que solicitó un puesto en la academia Greenlight como enfermero. El principal motivo que lo llevó a trasladarse fue alejarse de Elatha.
Extras:
—Prefiere ser llamado por el nombre que le otorgaron, pero a veces, por puro despiste no puede evitar revelar su verdadero nombre.
· Habilidades y debilidades:
—Vuelo: Normalmente sus alas son pequeñas, pero cuando se enfada o tiene intención de volar, las aumenta de tamaño. La membrana de sus alas es extremadamente sensible y delicada, el más mínimo arañazo en ésta le impide volar. No puede permanecer demasiado tiempo en el aire, como mucho media hora. Sólo puede llevar consigo a una persona adulta, y con mucho esfuerzo.
—Firebolt: Es capaz de generar bolas de fuego con sus manos. Como siempre, lo usa para hacer sus bromas. Esta habilidad requiere más gasto de energía ya que usa el calor emitido por las reacciones que ocurren en su organismo. Necesita poca concentración. Evidentemente es débil ante el elemento agua.
—Como íncubo que es, puede provocar sueños eróticos en la persona de la cual se va a alimentar, así le es más sencillo. Tiene que estar casi en el silencio absoluto para que surta efecto, el más mínimo ruido puede desconcentrarlo o despertar a su víctima porque le haya infundido una pesadilla debido a dicha desconcentración.
—En capaz de cambiar de forma y de sexo creando ilusiones, para así poder tener relaciones con gente de su mismo sexo o del contrario. Usa esta habilidad muy poco, prefiere disfrutar siendo hombre. Cambia sólo en aspecto físico, no en personalidad. Limitación de uso: Una vez por tema. Si cambia a sexo femenino en un tema, ya no puede volver a ser de sexo masculino hasta que no haya terminado dicho tema.
· Gustos:
—El sexo
—Acosar al personal
—Ver los rostros sonrojados de las muchachas y de los muchachos
—Exhibirse
—Hacerlo en lugares públicos, le da morbo
—Los dulces y helados
—Volar bajo las estrellas
—Estar con su ser amado
—Los humanos, le atraen
—Permanecer tumbado en un ambiente tranquilo
—Su trabajo, puede manosear sin tener que poner excusas
—Los animales
—Los peluches
· Odios:
—Otros íncubos, en especial odia a Elatha
—Que no se dejen acosar, lo deprimen
—Estar bajo de energía, le pone de mala leche
—Las cosas amargas
—Que lo molesten en sus meditaciones
—Que maltraten a su ser amado
—Que abusen de sus amigos, sólo él puede hacerlo
—Que le den órdenes
—Las verduras
—Que le tiren de la cola o de las alas, le duele, y mucho
Imágenes:
Procedencia y nombre del físico:
Incubus — Mabinogi
Succubus — Mabinogi
Nombre: Lebbaeus Alain(Dado para pasar desapercibido)
Apellido: Ephelios (Dado para pasar desapercibido)
Sexo: Masculino
Edad: Aparentes 24. Reales, perdió la cuenta hace mucho tiempo.
Orientación sexual: Bisexual
Raza: Demonio —Íncubo—
Empleo: Enfermero
Descripción física:
- Altura: Metro setenta y ocho
- Color de ojos: Rojos principalmente
- Color de cabello: Rubio
- Tez: Pálida
- Contextura: Delgada
Es un joven generalmente alto, no demasiado, pero no destaca precisamente por ser bajo. De cuerpo esbelto, extremidades largas pero debidamente proporcionadas. Hombros ligeramente anchos. Musculatura desarrollada, mas no en demasía, pero tampoco es un enclenque. Ahora, yendo por partes y empezando por su rostro:
Posee unos rasgos finos pero varoniles, piel tersa y suave, sin ninguna imperfección. Unos labios finos y suaves. Ojos rojos como la sangre, vistosos debido a la tonalidad clara de su cabello. No pasa desapercibido. Pupilas rasgadas propia de los demonio. Es fácil saber cuando está enfadado de verdad, ya que el blanco de los ojos se torna negro como el carbón y el rojo permanece intacto. A cada lado de su cabeza asoman unos cuernos vistosos y retorcidos, dispuestos hacia delante.
En su ancha espalda se puede apreciar unas alas negras, pequeñas, pero que cuando las usa se vuelven más grandes, facilitándole la tarea de volar. En la parte baja de su espalda nace una graciosa cola acabada en punta de flecha, la cual casi siempre esconde, pero lo que si que no puede ocultar son sus cuernos. Las alas en varias ocasiones las ha ocultado, y bueno, con una capucha se podrían ocultar sus cuernos.
Normalmente viste ropas vistosas y elegantes, como si se encontrara en otra época. Generalmente, el color que más usa es el rojo, combinándolo principalmente con el blanco.
Cuando cambia de sexo se convierte en lo que se llama una súcubo. Su fisonomía es delgada, de pechos voluptuosos y estatura generalmente baja, pro que prácticamente es alta en estatura. Piernas estilizadas y curvas muy peligrosas para atraer a los hombres.
Descripción psicológica:
Lebbaeus es una persona risueña, siempre va con una sonrisa en su rostro, mostrándose lo más bonachón posible. Es complicado hacerle borrar la sonrisa, es un ser totalmente despreocupado, sólo le importa vivir la vida y ya está, total, tiene aún muchos años por delante para poder hacer cosas verdaderamente importantes. Es muy hablador y la mayor parte del tiempo dice cosas sin sentido u obscenas en el sentido sexual, no es alguien que le guste insultar a los demás, sólo lo hará cuando esté verdaderamente enfadado.
Le gusta gastar bromas a los demás, a veces pueden resultar algo pesadas. Si hay alguna palabra que pueda definirlo, esa sería 'acosador'. Sí, le agrada ir acosando a todo el que se deje, y al que no, también. Hace uso de su labia y su atractivo físico para encandilar a sus presas y poder así alimentarse de ellas, aunque hay veces en las que sólo lo hace por mero gusto. Y lo curioso es que todo lo hace con una sonrisa en su rostro. Es muy coqueto y también algo narcisista, se cree el más guapo y siempre hará galantería de ello cuando le sea posible.
De carácter algo infantil, es muy común en él coger algún berrinche porque algo no le sale como él quería. Es de idea fija, si quiere hacer algo lo hará, importándole bien poco las consecuencias que ello pueda acarrear. No suele caerle mal casi nadie, pero si alguien llega a irritarlo, ten por seguro que usará alguna de sus habilidades para hacerte la vida medio imposible. Y ya si odia a alguien es que no le hará caso omiso, llegando incluso a hacerle el vacío, ignorando por completo su presencia. Pero si llega a un nivel superior de odio puedes darte por desafortunado, se enfadará hasta tal punto que el blanco de sus ojos cambiará a una tonalidad oscura como el abismo y sus alas crecerán para intimidar más.
Cuando se enfada pierde por completo el norte, su mente sólo conoce la ira y todo el mal que le sigue. Sus alas aumentan de tamaño, sus colmillos crecen y su cola actúa cual látigo, dando golpes en el suelo. Se convierte en una bestia y pocos logran tranquilizarlo. La única forma de que se calme es escondiéndote donde sea para que no te vea. Si permaneces escondido durante un buen tiempo, su enfado disminuye hasta desaparecer. Si te odia y se enfada, lo único que puedes hacer es correr y desaparecer de su vista. Es muy posible que pronuncie cantidad de improperios, incluso en otras lenguas.
No es alguien que se enamore con facilidad, pero sí se encapricha con muchos, llegando a hacerle la vida imposible debido a los continuos acosas para llevárselo a la cama. Mas no por ello es alguien que no se pueda enamorar —generalmente prefiere hombres—, cuando lo hace, intenta por todos los medios ser fiel a la persona amada. Aunque no lo parezca, es alguien muy sensible emocionalmente en lo que se refiere al amor. En estos casos tiene muy poca autoestima y es común verle llorar de vez en cuando. ¿Por qué? Sencillo, piensa que por ser demonio le tienen miedo y que no lo aman de verdad, cree que fingen sentir amor. Así que es muy normal que pregunte cada dos por tres si de verdad le ama a pesar de lo que es. Es muy protector con su amado y con aquellas personas que de verdad le importa, como lo son sus amigos y demás. Es muy celoso y posesivo, llegando a límites insospechados. Si su pareja le es infiel no se lo perdonará en la vida. Él hace un esfuerzo por no alimentarse de otros.
Es un conquistador nato, un viva la vida se podría decir. Casi siempre se le puede ver guiñando el ojo a mujeres y hombres que le atraen físicamente. Si no les guiña el ojo les lanza besos o piropos, lo que encarte. Es muy atento y caballeroso aunque no lo demuestre abiertamente. En el fondo es una buena persona. Es muy curioso.
Historia:
Apenas tiene constancia de dónde creció y se crió, ya que a muy temprana edad se encontró en el mundo de los humanos, esas criaturas que tanto le atrajeron desde el comienzo. Tenía clara su procedencia demoníaca, de cuerpo era joven, pero de mente no era un bebé, mas tampoco era un auténtico prodigio. Su envejecimiento era muy lento, por lo que se podía pasar años y años con la misma apariencia física.
Su existencia se remonta a la Edad Media, los habitantes de la ciudad en la que apareció apenas tenían constancia de su existencia, afortunadamente pasaba desapercibido ya que sus cuernos y demás atributos de demonio aún no le habían sido otorgados, pero sus ojos rojos eran más que evidentes. En ese entonces poseía unos 10 años aparentes, una familia de campesinos, al verlo, pensaron que estaba abandonado. Esta pareja anhelaba tener un hijo, mas no podían concebir ya que la mujer era estéril, por lo que vieron una oportunidad perfecta para criarlo como su hijo. Esfria tampoco dijo que no, por lo que se fue con ellos.
El chico no hablaba, se mostraba tímido y sin malas intenciones, escondiendo lo que verdaderamente tenía en mente: alimentarse de esa familia. Se encontraba bajo de energías, por lo que debía recuperarse del todo. Desde ese entonces, cada noche, infundía a la madre en sueños eróticos para abusar de ella mientras dormía. Con su padre hacía lo mismo. Al cabo de los años, la salud de la madre y del padre había decaído bastante, hasta el punto de rozar la muerte. Esfria fingió compasión por ellos, saltándosele un par de lágrimas al verlos en ese estado, pero era todo una farsa, lo que él pretendía era alimentarse de ellos hasta la muerte. Y así lo hizo. Al cabo de un par de noches terminó con sus vidas.
De nuevo hizo el papel de niño abandonado deambulando por las calles, a ver si alguien se apiadaba de él. Esta vez tuvo más suerte, o al menos eso pensó él. Uno de los príncipes lo vio y encontró en él el porte de un rey. Ni siquiera el demonio supo la razón, sólo se dejó llevar cual niño débil que busca una familia. Obviamente su hambre no había sido saciada con sus “padres”, necesitaba más, mucho más. Así que una noche se dispuso a asaltar a varios sirvientes del rey, pero debido a la fuerte vigilancia de los guardias, le fue prácticamente imposible. Tenía que pensar algo de aquí a unos días. Al cabo de unas semanas, ya casi abatido por el hambre atroz, una noche salió del castillo, transformado en uno de los guardias que iba a hacer la ronda por el pueblo. Oportunidad perfecta.
Una vez se encontró fuera, regresó a su forma original, un niño de una edad aparente de 10 años. Asaltó varias casas en busca de alimento, abusando de aquellos pobres campesinos que no tenían culpa de nada. A raíz de aquello, el típico loco del pueblo, viendo cómo todos decaían al cabo de unas semanas, culpó al chico que siempre andaba deambulando por las calles. Alegó que era la presencia del maligno disfrazada de niño pequeño, y entonces fue cuando le otorgaron el nombre de Esfria. ¿No fue una total casualidad? Su nombre era Esfria y ahora ese loco le llamaba así. Supuso que leyó algo o simplemente fue eso, casualidad.
Obviamente no creyeron a ese hombre, es más, lo metieron en el calabozo junto con una pena de muerte por haber acusado al hijo adoptivo del rey por tal blasfemia. Esfria se libró de ser acusado. Algo bueno tendría que tener vivir en el castillo, no se podía alimentar de los residentes del lugar, pero al menos eso le supuso una gran ventaja.
Muchos otros pensaron que era una epidemia. Ah, cabe destacar que al joven demonio le otorgaron con el nombre de Lebbaeus Alain Ephelios. Le agradó el nombre y ya no quiso ser llamado Esfria delante de sus congéneres. La gente poco a poco fue muriendo, el joven hijo del rey salía impune de toda acusación. Todo estaba saliendo a pedir de boca.
Al cabo de una gran cantidad de años, sus atributos demoníacos le fueron otorgados. De su cabeza salieron dos retorcidos cuernos, de la parte baja de su espalda creció una graciosa cola acabada en punta de flecha y unas alas nacieron de su espalda, las cuales eran aún pequeñas. Ya sí que no podía pasar desapercibido, por lo que desapareció por unos días, sin embargo, seguía apareciendo por las noches para alimentarse.
Su incontrolable hambre pronto fue advertida por sus superiores, los cuales mandaron al íncubo más anciano que tenían a su cargo, Elatha. Éste joven de cabellos pelirrojos apareció de las sombras en una de las esquinas de la chabola donde Esfria se escondía de día. El joven demonio incontrolable ahora poseía la edad aparente de 16 años.
—’Esfria, me envían para enmendarte.’
Aquello fue lo que dijo el demonio mayor, dirigiéndose seriamente a Esfria
—’Debes controlar tus impulsos, no puedes ir alimentándote de humanos a diestro y siniestro.’
El joven Esfria agachó la cabeza, sintiéndose avergonzado por lo que había hecho, esta vez no era una actuación, era cierto, le tenía respeto y estima al mayor.
—‘No volverá a ocurrir…’
Le dijo el menor, quedo.
—‘¿Podrías enseñarme a controlarme?’
Preguntó tímido, sin atreverse a más.
El mayor accedió a enseñarle a controlar tanto su gasto de energía como la obtención de ésta. Al parecer ambos se llevaban de maravilla, no peleaban por nada, sólo tenían las típicas peleas tontas, como si se trataran de hermanos, pero todo eso se terminó un día. Ambos se enamoraron de una joven campesina. Ninguno sabía nada de los sentimientos del otro, ni de que iban a visitarla una noche uno y otra noche otro, provocando en ella un desgaste rápido. ¿Cómo se descubrieron? Fue sencillo, la noche anterior Elatha, en vez de culminar en su interior como lo hacía siempre, lo realizó fuera, manchando el vientre de la joven. Ese olor y sabor quedó impregnado en su piel. Cuando Esfria la visitó aquella noche y se prepararon para el acto carnal, conforme bajaba sus labios apreció un aroma conocido y luego lamió su vientre, confirmando quién había estado allí. Se enfureció y dejó a la joven allí para ir con el mayor, le daba lo mismo si se delataba él mismo.
—‘¡MALDITO BASTARDO! ¿¡Cómo te atreves a mancillar el cuerpo de Elisa!?’
Espetó con furia, enseñando los colmillos. El blanco de sus ojos se tornó negro como el carbón y sus ojos rojos relucieron más de lo habitual.
—‘Te odio’
Puso de manifiesto y se marchó del lugar, regresando con la mujer. Se acercó a ella, enfurecido y clavó sus dientes profunda y violentamente en su cuello, provocándole la rotura de la arteria principal, llevando consigo la muerte inmediata. Lloraba. Y mucho. Sus lágrimas resbalaban por sus mejillas. Elatha irrumpió en la estancia, viendo la escena y apartó al rubio del lado de la joven, que cayó muerta en el suelo.
—‘¿¡Qué te crees que estás haciendo!?’
Cogió a la joven en brazos, levantándola cual princesa.
—‘Si yo me quedo sin su corazón…tú también lo harás…’
Sentenció tan furioso que ya no era capaz de gritar.
Ambos se enzarzaron en una pelea de la cual ambos salieron perdiendo. Desde ese entonces decidieron no volver a verse en la vida. Ambos tomaron un rumbo distinto y juraron no cruzar sus vidas de nuevo, pero eso fue imposible. Parecía que de alguna forma ambos estaban destinados a encontrarse todas las veces que hiciera falta hasta que alguno pereciera.
Al cabo de los años, cuando ya Esfria poseía unos 23 años aparentes, se enamoró y esta vez de un chico algo menor que él en apariencia. Como era común en él, por el día era un encanto de persona, pero por la noche se transformaba para alimentarse de él. Aunque de vez en cuando, por el día también lo hacía.
Desafortunadamente, una noche ambos coincidieron en la misma víctima. Esfria, de nuevo invadido por la ira, no tardó mucho en asestarle un buen mandoble que lo tiró al suelo, totalmente embravecido, mostrando una faceta que jamás quería que su ser amado viera. Elatha, con más fuerza que el menor, en un abrir y cerrar de ojos atrapó al joven muchacho, el cual temblaba de miedo. Elatha esbozó una amplia pero desagradable sonrisa, mostrando sus colmillos.
—‘Volvemos a encontrarnos’
Dijo con una voz masculina, mirando intensamente al menor embravecido y paseando un dedo por el mentón del joven que sujetaba.
—‘Veo que ambos tenemos los mismos gustos, pero como dijiste hace tiempo… Si yo me quedo sin su corazón…tú también lo harás’.
Entonces fue cuando procedió a asestarle el mordisco.
—‘¡No lo hagas, maldito bastardo!’
Le espetó con furia, arremetiendo contra el demonio mayor, arrebatándole el chico de sus brazos.
Alzó el vuelo y aprovechó para salir por la ventana, con el joven en sus brazos. Pero todo su cuerpo temblaba de rabia y nerviosismo de estar a punto de perderlo. En un fatídico descuido el joven resbaló. Esfria trató de cogerlo cayendo en picado, pero no llegó a tiempo y el chico se estampó contra el suelo. Profirió un desgarrador grito de dolor por su pérdida. Volvió a alzar el vuelo y se enfrentó de nuevo con Elatha, por desgracia él terminó perdiendo y el mayor se marchó.
Fue por el cadáver del chico y lo cogió en sus brazos. Se marchó a un descampado y cavó una tumba para él, cosa que no hizo con Elisa. Se despidió de él con un tierno beso y procedió a darle sepultura. Colocó una cruz improvisada y se marchó de allí, poniendo rumbo a Australia, tras guardarle por varios años, muchísimos, hasta que “cumplió” los 24 años.
Tenía conocimientos de medicina ya que el padre del chico era médico y él estudiaba medicina, le quedaba apenas un año para acabar la carrera. En sus ratos libres le enseñaba algo y el íncubo aprendía a una velocidad vertiginosa, por lo que solicitó un puesto en la academia Greenlight como enfermero. El principal motivo que lo llevó a trasladarse fue alejarse de Elatha.
Extras:
—Prefiere ser llamado por el nombre que le otorgaron, pero a veces, por puro despiste no puede evitar revelar su verdadero nombre.
· Habilidades y debilidades:
—Vuelo: Normalmente sus alas son pequeñas, pero cuando se enfada o tiene intención de volar, las aumenta de tamaño. La membrana de sus alas es extremadamente sensible y delicada, el más mínimo arañazo en ésta le impide volar. No puede permanecer demasiado tiempo en el aire, como mucho media hora. Sólo puede llevar consigo a una persona adulta, y con mucho esfuerzo.
—Firebolt: Es capaz de generar bolas de fuego con sus manos. Como siempre, lo usa para hacer sus bromas. Esta habilidad requiere más gasto de energía ya que usa el calor emitido por las reacciones que ocurren en su organismo. Necesita poca concentración. Evidentemente es débil ante el elemento agua.
—Como íncubo que es, puede provocar sueños eróticos en la persona de la cual se va a alimentar, así le es más sencillo. Tiene que estar casi en el silencio absoluto para que surta efecto, el más mínimo ruido puede desconcentrarlo o despertar a su víctima porque le haya infundido una pesadilla debido a dicha desconcentración.
—En capaz de cambiar de forma y de sexo creando ilusiones, para así poder tener relaciones con gente de su mismo sexo o del contrario. Usa esta habilidad muy poco, prefiere disfrutar siendo hombre. Cambia sólo en aspecto físico, no en personalidad. Limitación de uso: Una vez por tema. Si cambia a sexo femenino en un tema, ya no puede volver a ser de sexo masculino hasta que no haya terminado dicho tema.
· Gustos:
—El sexo
—Acosar al personal
—Ver los rostros sonrojados de las muchachas y de los muchachos
—Exhibirse
—Hacerlo en lugares públicos, le da morbo
—Los dulces y helados
—Volar bajo las estrellas
—Estar con su ser amado
—Los humanos, le atraen
—Permanecer tumbado en un ambiente tranquilo
—Su trabajo, puede manosear sin tener que poner excusas
—Los animales
—Los peluches
· Odios:
—Otros íncubos, en especial odia a Elatha
—Que no se dejen acosar, lo deprimen
—Estar bajo de energía, le pone de mala leche
—Las cosas amargas
—Que lo molesten en sus meditaciones
—Que maltraten a su ser amado
—Que abusen de sus amigos, sólo él puede hacerlo
—Que le den órdenes
—Las verduras
—Que le tiren de la cola o de las alas, le duele, y mucho
Imágenes:
- Spoiler:
- http://www.zerochan.net/592079
http://www.zerochan.net/227858
http://www.zerochan.net/1310188
http://www.zerochan.net/561259 ----> Físico que adquiere cuando cambia de sexo
http://konachan.net/post/show/19432/mabinogi-succubus -----> Mismo físico del anterior
Procedencia y nombre del físico:
Incubus — Mabinogi
Succubus — Mabinogi
Strong Alliance
Última edición por Lebbaeus A. Ephelios el Dom Mayo 12, 2013 12:51 pm, editado 2 veces
Invitado- Invitado
Re: Lebbaeus Alain Ephelios }
Ficha Aceptada :'D
Bienvenido, pase por el registro de físicos please :3
Invitado- Invitado
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Vie Abr 10, 2020 7:14 pm por Ekaterina Akeila
» Registro de Físicos [Postear con ficha Aceptada]
Sáb Mayo 30, 2015 4:43 pm por Invitado
» Especialidades para universitarios
Sáb Mayo 30, 2015 12:57 pm por Ekaterina Akeila
» Fairy Tail ¡Fire Up! || Afiliacion || Normal
Jue Abr 09, 2015 8:58 pm por Invitado
» Me voy.
Lun Abr 06, 2015 9:57 pm por Invitado
» Infamous {Normal}
Sáb Abr 04, 2015 6:35 am por Invitado
» Sueños de Arianth {Afiliado normal}
Jue Abr 02, 2015 8:10 am por Invitado
» Nos veremos
Miér Abr 01, 2015 8:07 pm por Invitado
» Gran Baile -Colectivo-
Miér Abr 01, 2015 2:55 pm por Invitado
» Búsqueda del Tesoro {Bases}
Miér Abr 01, 2015 2:08 pm por Ekaterina Akeila